Telefónica refuerza su liderazgo móvil en Brasil tras la subasta de Oi
El consorcio formado por la española, América Móvil y Tim paga 2.700 millones de euros en solitario por los activos celulares del cuarto operador. Liberty se interesa por las filiales de Colombia y Ecuador
El consorcio formado por las filiales en Brasil de la española Telefónica, que opera bajo la marca Vivo, la mexicana América Móvil (Claro) y Telecom Italia (TIM) se adjudicaron los activos de telefonía móvil de Oi, la cuarta operadora de telecomunicaciones del país, en una subasta que se celebró esta noche (hora española) sin ningún otro pujador. El grupo pagó 16.500 millones de reales brasileños (unos 2.700 millones de euros), por encima del valor mínimo —15.000 millones de reales — en el que partía l la subasta, de acuerdo a la última oferta presentada el pasado 28 de julio. De ese valor, 756 millones de reales corresponden a los servicios transitorios que serán prestados por Oi a los oferentes durante 12 meses.
Del total del importe, Telefónica desembolsará el 33%, 5.500 millones de reales (unos 884 millones de euros). Gracias a ese pago, incorporará cerca de 10,5 millones de líneas móviles, que suponen el 29% del total de los activos de Oi en este segmento, además de establecer acuerdos para el uso de 2.700 emplazamientos. De esta forma, la empresa española superará la cota de los 100 millones de clientes en el gigante sudamericano. Brasil es el país que mayor número de clientes aporta a Telefónica, con 93,8 millones de accesos al cierre del tercer trimestre, de los que 74,7 millones son móviles.
Highline Brasil, una empresa que ofrece infraestructuras para telecomunicaciones controlada por el fondo estadounidense Digital Colony, fue la primera en anunciar su interés por las operaciones de telefonía celular de Oi, pero desistió finalmente de la puja, dejando el camino libre a Telefónica y sus socios.
Tras la subasta, el cierre de la compra de los activos de la empresa brasileña depende ahora de la aprobación por parte tanto del regulador de telecomunicaciones del país Anatel y del órgano de competencia brasileño (CADE), aunque no se prevé que pongan ninguna traba.
Subasta 5G
A favor del consorcio del que forma parte la firma española, está que las tres operadoras integrantes ya han garantizado su participación en las pujas por el 5G que Brasil pretende realizar en el primer semestre de 2021. La subasta otorgó derechos sobre cuatro diferentes bandas de radiofrecuencia (700 MHz, 2,3 GHz, 3,5 GHz y 26 GHz), lo que, considerando que se trata de un país con dimensiones continentales y un mercado de 212 millones de habitantes, convierte el concurso en uno de los mayores del mundo.
Tras la operación, Vivo refuerza su liderazgo del mercado móvil en Brasil, mejorando aún más la experiencia de cliente, gracias a más cantidad de espectro y activos de red, que serán clave para mantener una elevada calidad de servicio en todas las tecnologías, y con un competidor menos.
Telefónica Brasil, que opera en el país suramericano a través de la marca Vivo, es líder del mercado brasileño de telefonía móvil con una participación de casi el 33%; Claro, la marca de América Móvil propiedad de Carlos Slim, acumula el 24,4% del mientras que TIM Brasil posee el 23,7%. Con el resultado de la compra de los activos de Oi, Telefónica Brasil elevará su participación de mercado a un 37%, según proyecciones de la prensa brasileña.
Oi es el cuarto operador del mercado brasileño con una cuota del 16,2% y 37 millones de clientes de telefonía móvil. Sin embargo, la compañía atraviesa una severa crisis desde hace cuatro años que frena su futuro en solitario. Oi se acogió a ley de quiebras en Brasil en 2016 para poder seguir operando y desde entonces buscó reorganizar con sus acreedores el pago de una deuda astronómica, que al término del primer trimestre de este año, se elevaba a 24.441 millones de reales (3.900 millones de euros), aunque llegó alcanzar los 66.000 millones de reales.
En su última asamblea, celebrada el pasado septiembre, los acreedores de Oi aprobaron un plan de venta de activos por más de 38.000 millones de reales (unos 6.220 millones de euros), no solo de la red de telefonía móvil sino de la de fibra óptica, para la que ha fijado un precio mínimo de 20.000 millones de reales (unos 3.270 millones de euros). La empresa vendió el pasado 26 de noviembre por 1.392 millones de reales (230 millones de euros) sus 637 torres de telefonía y cinco centros de datos.
Colombia y Ecuador
Por otra parte, la empresa de telecomunicaciones Liberty Latin America está barajando presentar una oferta para hacerse con las filiales de Telefónica en Colombia y Ecuador, según ha informado la agencia Bloomberg, que asegura que ambas compañías ya han mantenido reuniones iniciales para estudiar la operación. De acordarse la venta, sería la segunda adquisición que Liberty realiza de activos de Telefónica en lo que va de año. En julio, la empresa se hizo con la filial de la firma española en Costa Rica por 500 millones de dólares (411,5 millones de euros).
Liberty se encuentra inmersa en un proceso de expansión. Además de la citada operación en Costa Rica, a principios de noviembre cerró la compra del negocio de telefonía fija y móvil en Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses por 1.950 millones de dólares (1.605 millones de euros). La adquisición del negocio colombiano también tendría que tener en cuenta al Gobierno del país caribeño, ya que cuenta con una participación superior al 32% en la sociedad.
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