Endesa proyecta invertir 25.000 millones en la próxima década en renovables y digitalización de la red

Endesa invertirá un total de 25.000 millones de euros en la próxima década, comprendida entre 2021 y 2030, después de hacer una revisión de la proyección prevista y de acuerdo a los planes que presentó este martes la casa matriz, la italiana Enel. De la inversión estimada hasta final del citado periodo, 10.000 millones se destinarían a nueva potencia renovable, para alcanzar un mínimo de 18.000 megavatios (MW) y otros 10.000 millones se centrarán en digitalización y modernización de la red para mejorar el servicio y permitir, entre otros objetivos, mecanismos de flexibilidad de demanda en hogares y empresas de hasta 1.000 MW.

El principal objetivo es acelerar la descarbonización y que la generación eléctrica esté libre de emisiones de CO₂ en 2030. En el corto plazo, el nuevo plan estratégico 2021-2023 aumenta las inversiones un 25% hasta 7.900 millones, como adelantó el martes el consejero delegado de Enel, Francesco Starace, en Capital Investor Day del grupo celebrado en Roma. Al día siguiente es Endesa la que organiza la cumbre en Madrid e igualmente con conexión telemática.

En este plan a corto plazo, la compañía actualiza su estrategia de transición energética basándola en dos grandes pilares. Primero, el crecimiento de un 30% de su parque de energías renovables, hasta 11.500 MW y con una inversión de 3.300 millones (un 20% más que en el plan anterior) con lo que el 89% de la producción peninsular estará libre de emisiones de CO₂ a final de 2023. Y, segundo, el impulso de la digitalización de la red, que absorbe otros 2.600 millones, un 30% más que en la planificación 2020-2022.

La nueva potencia solar y eólica que se añadirá en los tres próximos años, 3.900 MW, supera a los 2.500 MW que Endesa dará de baja con el cierre de las dos últimas centrales de carbón peninsulares. De esta manera, el 62% del parque generador peninsular será renovable a cierre de 2023 partiendo del 45% de final del presente 2020.

El crecimiento en energías limpias se sustenta sobre una previsión de proyectos de 7.300 MW con fecha estimada de entrada en operación entre 2021 y 2025. De ellos, el 68% corresponde a plantas fotovoltaicas y el 32% restante, a eólicas. Endesa prevé obtener un retorno rentable de toda su inversión en energías limpias apoyándose en su base de clientes.

El segundo pilar de las inversiones es el de las destinadas a la red de distribución. Se elevan un 30% en relación al plan anterior, hasta los 2.600 millones y se prevé reducir tanto el número de interrupciones como la duración de las mismas, en un 23% y un 27%, respectivamente. La digitalización también apoyará la disminución de las pérdidas de la red, estimada en una mejora del 3%.

El grupo intensificará la electrificación de la demanda, a través de la filial Endesa X, que se verá fuertemente potenciada con un incremento previsto del 42% en contratos de servicios avanzados en hogares hasta 2,7 millones. Asimismo, el plan de despliegue de puntos de recarga para vehículos eléctricos se fija la meta de llegar a 56.000 operativos a cierre de 2023.

Endesa proyecta mantener estable su base de clientes en el entorno de los 10,6 millones en la Península Ibérica, basándose en un sólido crecimiento en el mercado libre del 7% (400.000 más) que compense el descenso de clientes con tarifa regulada. Además, se fija el objetivo de alcanzar siete millones de clientes en el mercado libre y llegar a 575.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos a cierre de 2030.

Dividendo

Según ha explicado el consejero delegado de Endesa, José Bogas, a los analistas el alza de la inversión del 25% para los próximos tres años sustenta el crecimiento del beneficio bruto (Ebitda) un 10% a lo largo del periodo hasta alcanzar los 4.300 millones previstos para el ejercicio de 2023. El 94% de la inversión prevista está directamente relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. En el mismo sentido, el porcentaje de la deuda corporativa ligada a objetivos de sostenibilidad pasará del 45% en 2020 al 59% en 2023.

El beneficio neto crecerá un 12% hasta 1.900 millones al final del nuevo plan estratégico. La antigua eléctrica pública mantendrá la política de dividendos aprobada el año pasado y extiende el 70% de payout (parte del beneficio que se destina a dividendo) un año más, a 2023. Esto supone un reparto de 5.950 millones, de los que el 70% se los lleva la matriz italiana. Desde este año a 2023, la empresa irá reduciendo el porcentaje de beneficios destinados a dividendos desde el 100% del ejercicio 2020 al 70% en 2022 y 2023, para adaptar su política al perfil de crecimiento impulsado por el grupo.

Esa reducción comenzará en 2021. Por el momento, se repartirá el 100% del beneficio del ejercicio 2020 (alrededor de 2.000 millones de euros), pero en 2021, el porcentaje bajará al 80% (estima ganar unos 1.700 millones) y ya en 2022, el porcentaje caerá al 70% (de unos beneficios estimados en 1.800 millones), al igual que en 2023 (con ganancias esperadas de 1.900 millones). Los pagos se realizarán en efectivo en dos pagos, en enero y julio. Los dividendos a cuenta de los resultados de 2020, de 0,70 euros brutos por acción, se abonarán a partir del 4 de enero del año que viene.

El endeudamiento crecerá como consecuencia de la inversión contenida en el plan. El pasivo aumentará en 2.900 millones, hasta una deuda neta de 10.000 millones a final de 2023. Sin embargo, Endesa prevé beneficiarse de un coste de la deuda extremadamente bajo, que pasará de un promedio del 1,8% en 2020 a un 1,4% al final del plan estratégico. La gestión del endeudamiento seguirá atendiendo a criterios de sostenibilidad, según el director financiero, Luca Passa, de manera que el porcentaje de la deuda bruta ligada a objetivos de sostenibilidad pasará del 45% del total estimado en el presente 2020 (sobre 7.300 millones) a alrededor del 60% en 2023 (sobre 10.200 millones de pasivo bruto estimado).