Las empresas familiares piden “reformas de calado” ante una situación económica que puntúan con un 4,1
El Rey pide a los ciudadanos “no caer en el pesimismo" y reclama “unir fuerzas” entre instituciones y empresas
Las empresas familiares suspenden la situación económica por primera vez desde 2015, el 53% cree que la situación económica no volverá a los niveles de antes de la crisis hasta 2022 y consideran necesarias reformas estructurales de calado, acuerdos políticos, soluciones sanitarias y un aprovechamiento eficiente de los fondos europeos para hacer frente a la crisis, según los resultados de la encuesta realizada al comienzo del XXIII Congreso de la Empresa Familiar que se celebra de forma telemática como consecuencia de la pandemia.
Para las empresas familiares, el principal destino de los fondos de reconstrucción europeos debe ser las infraestructuras, por delante de la digitalización y la transición energética. En cuarto y quinto de sus preferencias aparecen la educación y la modernización de la Administración. La crisis ha provocado un cambio en las preferencias, frente al año pasado, en el congreso que se celebró en Murcia, cuando los empresarios consideraron que el mayor riesgo que tiene España para afrontar el futuro y apuntalar su crecimiento era la gobernabilidad, por delante de las reformas estructurales, el desempleo y la demografía.
Marc Puig, que preside el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), ha destacado el compromiso del colectivo como protagonista “imprescindible” para colaborar en la recuperación y transformación “por nuestro valores y nuestra capacidad de liderazgo". El Rey, por su parte, ha pedido que continúe con esos valores durante la inauguración del evento, previsto para Pamplona pero celebrado en Madrid, ante una cincuentena de personas que acudieron de forma presencial y más 1.000 que lo siguieron en remoto. Felipe VI pidió a los ciudadanos “no caer en el pesimismo”, a pesar de la “gran incertidumbre" en la que está sumido el país. El monarca hizo un llamamiento a “unir fuerzas” entre instituciones y empresas para salir adelante, "consciente de que sois un pilar fundamental de nuestra sociedad”.
El presidente del IEF, tras destacar el papel de la Corona en la estabilidad institucional del país, ha recordado las palabras del Rey de que “estamos obligados a marcar un nuevo modelo económico y propiciar un nuevo modelo de desarrollo que tenga como eje la inclusión”. Además, el empresario catalán (tercera generación de la firma de cosmética) ha señalado que “nuestra posición es que la empresa debe crear simultáneamente prosperidad económica y valor social, lo que es la característica propia de la empresa familiar", que supone el 70% del empleo privado de España.
En conversación con Antonio Garamendi, presidente de la patronal CEOE, Puig pidió confianza y diálogo político. “No entiendo la razón por la que nos estamos peleando en la trinchera cuando deberíamos ir de la mano”, dijo en tono muy crítico. Garamendi, por su parte, añadió estabilidad como elemento primordial para que la empresa invierta y reclamó dejar la política cortoplacista. Y aprovechó para atacar a Podemos: “Es inaceptable que miembros del Gobierno planteen si la Corona es efectiva o no”.
Los empresarios familiares, de momento, han bajado su confianza y conceden un 4,1 sobre nueve a la situación económica, lo que supone un retroceso sobre los años anteriores, en los que habían recuperado la confianza desde 2015. El año pasado habían otorgado una calificación del 5,33 y los anteriores, el 5,48 y el 6,22, la más alta de la serie histórica de esta encuesta que se hace entre los empresarios que acuden al Congreso de la Empresa Familiar. En la anterior crisis, no obstante, entre 2008 y 2012, no pasó del 3.
Este cambio en la confianza se refleja también en que más de la mitad de los empresarios (un 53%) no espera recuperar los niveles de facturación previos a la crisis hasta 2022 (un 26%, en el segundo semestre). La mayoría de los empresarios encuestados, un 68%, considera que el crecimiento a corto y largo plazo será frágil (el año pasado fue un 63%) y sin creación de empleo, por un 31% que se producirá un moderado aumento y un 1% que cree que será rápido. El 42% cree que la cifra de ventas de su empresa en 2021 será similar a la de este año y un 27% que será inferior. No obstante, casi una tercera parte, el 31%, se muestra optimista y prevé un aumento de las ventas.
Un 21% de los empresarios asegura que no tendrá beneficios y, de los que los van a tener, el 58% piensa que los reinvertirá en su compañía. Asimismo, de acuerdo a las previsiones para 2021, el 63% estima que mantendrá el actual nivel de empleo, un 10% que lo aumentará y un 27%, que lo reducirá.
El 56% de las empresas se ha acogido a los ERTE y un 71% al teletrabajo, mientras que el 55% ha tomado medidas de adaptación de la estructura productiva. Y un 30% ha recurrido al endeudamiento. El 18% ha adoptado reducciones de jornada y un 30%, de inversiones.
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