El dueño de La Tagliatella revierte la situación que llevó al auditor a cuestionar su continuidad

El grupo de restauración AmRest, propietario de marcas como La Tagliatella, ha anunciado este miércoles que ha revertido la situación que desveló hace unos días junto a sus cuentas semestrales y que llevó a su aditor, KPMG, a cuestionar su continuidad. En un hecho relevante enviado a la CNMV, ha informado de que ha amortizado parcialmente el préstamo sindicado que mantiene con una serie de bancos, abonando en septiembre la cantidad de 56,8 millones, lo que devuelve su balance a una situación de poder afrontar sus pagos inmediatos. Además, el grupo señala que el 98% de sus más e 2.000 restaurantes ya están abiertos, dando a entender que mejora su facturación. Tras el anuncio, sus acciones suben más de un 6% en Bolsa.

El pago de 56,8 millones en septiembre, correspondiente al trimestre recién terminado, supone un relevante cambio contable. En junio, el grupo incluyó una de las condiciones que tenía pactadas con los bancos financiadores: la pandemia hizo caer sus ventas un 26% y registró pérdidas por 162 millones, con lo que aumentó su deuda hasta superar el ratio sobre el resultado operativo que tenía pactado con los prestamistas. Así, el préstamo pasó a estar clasificado como pasivo corriente (a corto plazo) en lugar de a largo plazo. Así, el pasivo no corriente, las obligaciones a las que las empresas deben hacer frente en un plazo inferior a un año pasó a superar en 770 millones el activo corriente (recursos de la empresa que se pueden convertir rápidamente en efectivo), lo cual origina un problema de liquidez.

Al cumplir en septiembre con el pago (“en puntual cumplimiento de sus obligaciones financieras de pago y siguiendo el correspondiente calendario de vencimientos”) y obtener la dispensa de los bancos a saltarse la proporción entre el resultado y la deuda, el préstamo vuelve al pasivo a largo plazo. “AmRest ha obtenido ya de dichos bancos financiadores un waiver (dispensa) al cumplimiento de determinados compromisos financieros (covenants) referenciados al nivel de apalancamiento del Grupo correspondiente al tercer trimestre del presente ejercicio 2020. En consecuencia, la deuda de largo plazo al cierre del tercer trimestre se reclasifica en el pasivo no corriente”, afirma AmRest en el hecho relevante.

En él añade que el grupo “mantiene una sólida posición financiera para atender con suficiencia sus distintos compromisos financieros”, pese al impacto que la pandemia sigue teniendo sobre los negocios de hostelería de buena parte el mundo. En este sentido, AmRest, que opera 2.318 restaurantes, entre propios (1.844) y franquiciados (474) en España, Europa Central y del Este, señala que “en lo que respecta al desempeño del negocio, el número de restaurantes que han reanudado operaciones ha ido aumentando gradualmente hasta situarse por encima del 98% del total" de los que opera. Además de ser dueña de marcas como La Tagliatella o Sushi Shop, ejerce como masterfranquiciado de marcas como Burger King, KFC, Pizza Hut o Starbucks.

En el primer semestre, el grupo afirmó que “la prohibición de apertura o limitaciones importantes en la actividad de los restaurantes [por la pandemia] ha dado lugar a una disminución de la actividad y la demanda de los clientes y, por consiguiente, a una caída de los ingresos”. Los ingresos del grupo alcanzaron los 684 millones de euros entre enero y junio, un 26,2% inferiores a los 927,7 millones de euros logrados durante el primer semestre del pasado año, al tiempo que el resultado de explotación fue negativo en 140,1 millones de euros, frente a un beneficio de 35,2 millones de euros de un año antes. Las perdidas netas ascendieron a 162 millones de euros.