Una receta para un sistema de aprendizaje más equitativo y eficiente
La reforma educativa llevada a cabo en el Estado brasileño de Ceará abre una nueva puerta sobre cómo abordar el déficit de aprendizaje en el país y en el resto de América Latina
En una sesión histórica, el Senado brasileño aprobó esta semana de forma unánime una reforma constitucional que consolida el nuevo Fondo de Desarrollo de la Educación Básica (Fundeb), principal mecanismo de financiamiento de la educación pública en el país, que beneficiará a más de 38 millones de estudiantes matriculados en escuelas públicas en Brasil.
Se realizaron varios cambios importantes. La enmienda aumentó del 10% al 23% la cantidad que el Gobierno federal aporta al fondo. Se estima que la financiación aumentará a 17.500 millones de reales (unos 350 millones de dólares) en 2021 y alcanzará los 39.300 millones de reales (786 millones de dólares) en 2026. Otro cambio clave es que los recursos ahora se transfieren directamente a los municipios más pobres, en lugar de a los Estados, lo que hace que las inversiones en educación sean más equitativas.
Asimismo, asocia parte de las transferencias nacionales vinculadas a resultados educativos y obliga a todos los Estados a implementar un mecanismo basado en resultados para incentivar los logros educativos en sus respectivos municipios. Este aspecto de la reforma se inspiró en una experiencia pionera en el Estado nororiental de Ceará, que ha demostrado ser una buena respuesta para superar la pobreza de aprendizaje: la incapacidad para leer y comprender un texto sencillo a los diez años de edad.
Tal enmienda constitucional es particularmente oportuna, más aún en el contexto de la crisis educativa de la covid-19. Actualmente, alrededor de 48 millones de estudiantes brasileños de escuelas públicas y privadas se ven privados de clases presenciales. Y solo cinco de los 27 estados brasileños brindan acceso a Internet a estudiantes de escuelas públicas.
El nuevo modelo de Fundeb podría ayudar a los estados a cerrar las brechas educativas pospandemia.
Hay buenas razones para utilizar el caso de Ceará en Fundeb como un sólido ejemplo de un sistema educativo exitoso. En poco más de una década, Ceará mejoró la calidad de la educación mucho más rápido que cualquier parte de Brasil mediante la implementación de una serie de reformas.
El estado introdujo un modelo de financiamiento basado en resultados que incluía un fuerte apoyo a los municipios con menor capacidad técnica para lograr una alfabetización equitativa y universal al final del segundo grado. Estas reformas permitieron al estado mejorar significativamente los niveles de aprendizaje de los estudiantes de primaria y secundaria con alto nivel de eficiencia en el uso de recursos. El estado tenía alrededor de 1.2 millones de estudiantes matriculados en escuelas municipales en los niveles primario y secundario inferior en el momento de las reformas. Ahora tiene alrededor de 900.000.
Una visión de los expertos
Expertos en educación del Banco Mundial coincidieron en que el enfoque de Ceará ha demostrado ser eficiente y replicable para el resto del país y la región de América Latina.
“Los municipios de Ceará tuvieron el mayor incremento en la calidad de la educación, medido por el Índice de Desarrollo de la Educación Básica de Brasil (IDEB), entre 2005 y 2017. Casi todos los 184 municipios de Ceará tenían inicialmente niveles muy bajos de calidad en la enseñanza y recursos muy limitados, invirtiendo alrededor de un tercio del gasto en educación por alumno en los Estados brasileños más ricos, como São Paulo”, explicó André Loureiro, economista senior y coordinador del informe El Estado de Ceará en Brasil es un modelo a seguir para reducir la pobreza de aprendizaje, que ofrece un escrutinio en profundidad de la reforma de la educación estatal.
“En un nivel fundamental, lo que han logrado las escuelas municipales de Ceará se basa firmemente en el conocimiento de la Ciencia del Aprendizaje, que enfatiza tres principios clave: primero, que el aprendizaje debe ocurrir con alegría, rigor y propósito; segundo, que la mejora requiere preparación, oportunidades e incentivos para mejorar; y tercero, que la mejora sostenida del desempeño requiere una retroalimentación constante y enfocada. Sobral, primero, y luego Ceará han adoptado estos principios en las prácticas e interacciones diarias de estudiantes, maestros, directores e incluso funcionarios distritales en aulas y escuelas”, dijo por su parte Omar Arias, gerente de Conocimiento y Compromiso Global para la Educación del Banco Mundial.
Cinco pilares sustentan el modelo educativo de Ceará:
- Un sistema de incentivos creado por el gobierno estatal para los municipios vinculados a mejores resultados educativos.
- Apoyo técnico a las redes de escuelas municipales que luchan por mejorar los objetivos de aprendizaje, con un enfoque en mejorar la efectividad de los maestros.
- Un liderazgo político sostenido.
- Un sistema de monitoreo y evaluación robusto y confiable en educación para identificar los municipios que necesitaban más apoyo.
- La delegación de las escuelas primarias y secundarias a los gobiernos municipales brindando un alto grado de autonomía para diseñar e implementar sus políticas educativas.
“Los cinco pilares son fundamentales e interdependientes, incluidos los pilares de incentivos financieros y asistencia técnica”, dijo Emanuela Di Gropello, gerente de la práctica de Educación del Banco Mundial en América Latina.
Según Di Gropello, el análisis muestra que los impactos en los resultados educativos son limitados cuando solo se consideran algunos de los pilares. El nivel de complementariedad es particularmente alto entre los incentivos y el apoyo técnico a los municipios para mejorar los resultados educativos.
“La creación de incentivos bien diseñados para mejorar los resultados educativos sin apoyo técnico aún puede mejorar los resultados educativos promedio, pero algunos municipios pueden desanimarse y quedarse atrás, con impactos negativos en la equidad y socavando los beneficios generales de dicha política”, dijo Di Gropello.
Pronto se notó la transformación. Los estudiantes de Ceará tienen mejores puntajes en lecto escritura y aritmética en Brasil al graduarse de la educación primaria. “Hoy Ceará tiene las tasas más bajas de pobreza de aprendizaje en Brasil. Además, los resultados educativos sobresalientes de los estudiantes de Ceará están muy por encima de lo que cabría esperar dado el contexto socioeconómico en el que viven y aprenden”, reconoció Di Gropello.
En un momento en el que la reformulación del sistema educativo es necesaria debido a la pandemia de la covid-19, el modelo educativo de Ceará puede ser un ejemplo formidable para todos los países que deseen reconstruir mejores sistemas educativos que antes, con el objetivo de erradicar la pobreza de aprendizaje y fomentar el capital humano.
Juliana Braga es comunicadora del Banco Mundial para Brasil.
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