El expresidente de Telefónica César Alierta, en coma inducido tras sufrir dos crisis cardiacas en pocos días
Permanece ingresado desde julio en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Madrid
El expresidente de Telefónica César Alierta, uno de los empresarios más destacados de la primera década del siglo XXI en España, se encuentra en coma inducido ingresado en un hospital de Madrid tras haber sufrido dos crisis cardiacas en pocos días, según han confirmado fuentes cercanas al empresario aragonés. Alierta, que actualmente preside la Fundación Telefónica, dirigió durante 16 años la antigua operadora pública desde su privatización en 2000, periodo durante el cual se centró en la expansión internacional y la adaptación al entorno digital.
A principios de julio, Alierta, de 75 años, sufrió una crisis cardiaca que se le ha repetido hace unos días. Ante este agravamiento, hace unos días se le sometió a un primer coma inducido y de nuevo se ha recurrido a este método este viernes, según han confirmado a EFE fuentes cercanas a la familia. El exdirectivo se encuentra en estado grave en la unidad de cuidados intensivos del centro hospitalario.
Alierta fue presidente de Telefónica durante casi 16 años (julio de 2000-abril de 2016), lo que constituye el principal hito profesional del abogado zaragozano, hijo de un exalcalde de la ciudad, licenciado en derecho por la Universidad de Zaragoza y Máster en Administración de Empresas por la Universidad de Columbia (Nueva York). Durante su mandato, al que accedió a propuesta del Gobierno que entonces dirigía José María Aznar, en sustitución del polémico Juan Villalonga (excompañero de pupitre del expresidente del Gobierno) la compañía experimentó, en palabras del propio Alierta, la transformación “más radical” en sus 90 años de historia, con el incremento de su presencia internacional, la diversificación de sus negocios y la apuesta por la digitalización. Aunque era consejero de la operadora desde 1997, llegó al máximo puesto del gigante español de la telefonía justo cuando el Gobierno de Aznar acababa de completar su privatización.
Como parte del consejo y conocedor del negocio, el Gobierno de Aznar esperaba que su nombramiento no fuese utilizado como arma arrojadiza por la oposición, como lo había sido el de Villalonga. Ya antes, en 1996, le habían encomendado la presidencia de Tabacalera, a la que fusionó con la francesa Seita para crear Altadis. Ya en la operadora de telefonía, se concentró principalmente en la expansión internacional, con compras en Latinoamérica (Bell South), China (alianza con China Unicom) y Europa (O2 en Reino Unido, entre otras). Durante su presidencia, Telefónica se convirtió en una de las principales operadoras del mundo, con presencia en 20 países, y cuadruplicó de largo el número de clientes, hasta superar los 300 millones en el momento de su relevo por José María Álvarez-Pallete, el presidente actual, al que él mismo señaló como sucesor. Igualmente, durante su mandato la compañía se consolidó en la entonces emergente telefonía móvil y en los servicios digitales.
Tras su salida de la operadora, Alierta se concentró en la presidencia de la Fundación Telefónica, desde donde impulsó el proyecto ProFuturo, para conseguir la educación digital de niños y adolescentes de regiones defavorecidas y con bajas tasas de escolarización. “Gracias a la educación digital se puede dar formación de buena calidad, de forma sencilla y barata, a cualquier niño del mundo. Hace solo 10 años eso no era posible. Pero ahora tenemos la mayor oportunidad de la historia”, dijo en la presentación del proyecto en un evento de carácter religioso en Asís. El proyecto también fue presentado en la ONU y le valió el reconocimiento de la organización como asesor para educación.
Antes de incorporarse a Telefónica, fue presidente de Tabacalera, y antes, entre los años 1970 y 1985, desempeñó el cargo de director general del Área de Mercado de Capitales en el Banco Urquijo y fue presidente fundador de la agencia de valores Beta Capital, cargo que compatibilizó, desde 1991, con la presidencia del Instituto Español de Analistas Financieros. Beta Capital terminaría siendo vendida a KIO, entonces dirigida por el polémico empresario Javier de la Rosa.
El directivo fue también miembro del consejo de administración y de la comisión permanente de la Bolsa de Madrid y consejero de Plus Ultra, Compañía de Seguros y Reaseguros, Telefónica Internacional, Iberia, IAG y Altadis, así como presidente del el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), una entidad constituida por 15 grandes empresas, durante sus seis años de vida (2011-2016). Además, en 2019 incrementó su participación en el club de fútbol Real Zaragoza SAD hasta controlar el 49% de las acciones de la sociedad.
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