Paso a las subastas de energías renovables
Las empresas del sector reciben con alivio la aprobación del decreto energético por parte del Congreso
El mismo día, casi a la misma hora, y se supone que por falta de coordinación y no por deseos de contraprogramar, la Unión Española Fotovoltaica (Unef) y la Asociación Empresarial Eólica (AEE) coincidieron en difundir sus informes anuales. Por si fuera poco, esa misma mañana se presentó el Barómetro Energético, que realiza Economics for Energy, y, para remate, el Congreso de los Diputados convalidó el esperado Real Decreto-ley 23/2020 que en su desarrollo recogerá medidas en materia de energía para la reactivación económica, una especie de ley ómnibus con actuaciones ambiciosas que adelanta planteamientos de la Ley de Cambio Climático.
En definitiva, una jornada con mucha energía en la que tanta concurrencia no vino nada mal para resaltar la importancia de la energía verde como nuevo paradigma, que, más por razones económicas que ambientales, permiten aventurar que las renovables se pueden convertir en un motor de la economía y que en lugar de deslocalización de empresas se produzca el efecto contrario, permitiendo además precios más baratos. Es algo que estaba programado desde antes, pero que ha cobrado vigor por el impacto de la crisis sanitaria. En la práctica, se reflejará en el impulso de iniciativas industriales que recoge el RDL: nuevas subastas de renovables, organización de los accesos y conexión a la red, almacenamiento, hibridación de plantas, autoconsumo, colectividades energéticas…
Es decir, muchas de las peticiones reclamadas por las empresas, que exigen consenso político. De ahí la importancia del citado RDL. El miércoles, José Donoso, director general de Unef, se despidió de la prensa haciendo referencia precisamente al peligro de las diferencias políticas impidieran alcanzar ese consenso. No le faltaba razón. La norma fue aprobada con la abstención de la derecha (PP; Vox y Ciudadanos) y el voto en contra de Foro Asturias, anclado en la minería del carbón.
Una vez superado el escollo parlamentario, toca actuar. Los datos, correspondientes al año pasado y por lo tanto a una etapa pre-covid, avalan las reivindicaciones. Sus crecimientos en 2019 fueron espectaculares (la generación eólica creció 2.243 MW de potencia instalada hasta 25.704 MW y la fotovoltaica lo hizo en 4.201 MW hasta 9.861 MW, de los que 943 son de autoconsumo) situando a España en ambos casos en el primer lugar de Europa y en el sexto del mundo. Una actividad que no se conocía desde los hitos históricos de 2008 y que ha frenado la crisis sanitaria (estaban instalados 780 MW de fotovoltaica y 435 MW de eólica) y, aunque no se hayan abandonado los proyectos, sí se ha notado un retroceso en las inversiones y mayor reticencia de la banca para financiarlas
El objetivo del Plan Nacional de Energía y Clima (Pniec) es que ambas tecnologías tengan en torno a 38.000 MW cada una en 2030, año en el que está previsto que la energía verde suponga en 70% del total. Eso supone que la fotovoltaica tendrá que crecer más deprisa. En ese sentido, la Unef en un documento enviado al Gobierno, demanda que se hagan dos subastas anuales y que el plazo máximo para desarrollar el proyecto sea de dos años. Eso requiere que se reforme el marco de acceso y conexión con medidas para filtrar los proyectos maduros en base a requisitos no discriminatorio que permitan eliminar la especulación y que se agilice con precalificación de los puntos de suelo y conexión concedidos. Además, solicita que las subastas sean neutras (es decir, sin primar ningún tipo de tecnología sobre otra), que los avales se fijen en 30 euros por kilowatio y que cada inversor no pueda pasar del 30% de la potencia subastada.
En cuanto al autoconsumo, que durante la pandemia ha sufrido una fuerte ralentización tras tener el año pasado un crecimiento del 95% hasta 459 MW instalados, el sector reclama incentivos fiscales temporales, simplificar los trámites y que se reduzca el término fijo de la factura, que es el más caro de Europa. Para Unef, es primordial que se haga una revisión del Código Técnico de la Edificación, una reforma de la Ley de Propiedad Horizontal y una campaña de promoción.
Por su parte, el sector eólico firmó en mayo el manifiesto La energía eólica es clave en la recuperación económica mundial en el que, en el contexto de la crisis de la covid-19 y el esfuerzo mundial, instan a los gobiernos, organismos intergubernamentales e instituciones financieras multilaterales a que sitúen la inversión en energía eólica en el centro de sus planes de recuperación económica. “Este tipo de energía permitirá renovar las infraestructuras esenciales con vistas a un futuro sostenible, ayudará a crear puestos de trabajo en generación de energía limpia y asequible y garantizará la seguridad energética necesaria”, sostienen.
Subrayan que será clave para la recuperación. Según el Barómetro de Transición Energética que dirigen Pedro Linares y Xavier Labandeira, durante 2019 se intensificó la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, continuó la tendencia a la baja el coste para integrar renovables y se acentuó el descenso tanto del gasto como del precio de la energía. El análisis apunta como causas la reducción drástica en el uso de carbón para generación eléctrica y la reducción de la demanda energética, pero lamenta que no se deba a políticas de las administraciones públicas.
LOS CORROS
Una operación con morbo. El Corte Inglés ha adquirido Mega2, la firma de seguridad que presta sus servicios casi exclusivamente para los grandes almacenes, con el objetivo de meterse de lleno en el sector servicios y competir con las grandes del sector. El morbo radica en que esa empresa está ligada a su exjefe de seguridad y actual director de Protección de Datos, Juan Carlos Fernández-Cernuda, y fue denunciada e investigada por posibles irregularidades en los contratos con la empresa que hoy preside Marta Álvarez Guil.
Nuevo aplazamiento. No por estar acostumbrado deja de ser un tormento. Abengoa ha vuelto a ampliar las negociaciones, esta vez hasta el 27 de julio, después de no alcanzar ningún acuerdo con los bancos acreedores. Estos no parecen tener prisa, mientras el grupo necesita disponer de 550 millones para su plan de salvación y evitar el concurso de acreedores por tercera vez. Las perspectivas no son buenas, pero el tenaz Gonzalo Urquijo mantiene las esperanzas y la lucha.
Razones de éxito. La cadena alimentaria española ha dado muestra de su fortaleza durante la pandemia. El sistema respondió y en ningún momento ha habido desabastecimiento de productos de primera necesidad sobe todo por la eficaz estructura. Lo radiografía Fernando Moraleda en un análisis realizado para Llorente y Cuenca. El exsecretario general de la organización agraria UPA pormenoriza todos los atributos (amplio sector agrario, poderosa industria alimentaria y logística eficiente) y también propone medidas para fortalecer el sistema.
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