_
_
_
_
_

El Banco Central de Chile acude al FMI en busca de liquidez ante la pandemia

La entidad monetaria solicita una línea de crédito de 23.800 millones de dólares como reserva para enfrentar “situaciones de ‘shocks’ externos severos”

Trabajadores de la organización TECHO-Chile prestan asistencia sanitaria en la comuna de Puente Alto, en Santiago. En vídeo, se disparan los contagios en Chile.Vídeo: EFE | VIDEO: EPV
Rocío Montes
Santiago de Chile -

Chile, una de las economías más estables de la región en los últimos 30 años, ha tomado una medida inédita para enfrentar el mayor batacazo desde la crisis que sufrió a comienzos de la década del 80. Mientras el avance de la pandemia en Santiago amenaza al sistema público y privado de salud con más de 1.000 casos nuevos diarios desde hace nueve días –se han reportado 31.721 contagios y 335 fallecidos a nivel nacional–, el Banco Central chileno ha solicitado al Fondo Monetario Internacional (FMI) una Línea de Crédito Flexible (LCF por sus siglas en inglés), que le permitiría contar con una reserva para una contingencia extrema. La solicitud asciende a unos 23.800 millones de dólares –por dos años, renovable–, según se informó la noche del martes en un comunicado emitido por el FMI y replicado por el ente emisor chileno, de carácter autónomo.

Chile no acudía a la organización internacional desde los años ochenta, cuando el PIB cayó en torno al 14% y el desempleo aumentó a cerca del 24%. El líder de la política económica chilena, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, salió rápidamente a aclarar que la nueva solicitud no se trata de un préstamo al Gobierno y que “no está destinado a gasto público”. El Banco Central, presidido por Mario Marcel, explicó que la LCF tiene por objeto ayudar a alcanzar los objetivos del ente emisor “ante eventuales situaciones de shocks externos severos, como los que podrían acompañar a un agravamiento significativo de los efectos globales de la crisis originada por la covid-19”, marcando una diferencia con los tradicionales programas de ajuste que otorga el FMI y que implican que los países que lo reciban deban cumplir determinadas metas y medidas.

El Banco Central habla de una línea de crédito “precautoria” para asegurar la liquidez en el sistema financiero chileno, en caso de que requiera recursos adicionales a las reservas internacionales para adoptar nuevas medidas y, de esta forma, resguardar la cadena de pagos. Los 23.800 millones de dólares permitirían aumentar en más de 60% la disponibilidad de liquidez internacional de acceso inmediato para el Banco Central, según indicó la entidad. De acuerdo con el comunicado del FMI, la directora gerente, Kristalina Georgieva, recomendaría la aprobación de LCF cuando el directorio se reúna a decidir dentro de las próximas semanas, lo que representa una señal contundente respecto de la aprobación de la solicitud.

Desde que se desató la pandemia en Chile –el primer caso fue confirmado el pasado 3 de marzo–, el Banco Central ha dado señales fuertes: junto con ofrecer facilidades de créditos a la banca, en marzo redujo en dos oportunidades la Tasa de Política Monetaria (TPM) hasta un mínimo histórico y técnico de 0,5%.

El Gobierno, en tanto, ha desplegado dos planes económicos por unos 17.105 millones de dólares, equivalentes al 6,9% del PIB. El Ejecutivo de Sebastián Piñera ha implementado, además, medidas como la Ley de Protección del Empleo, que suspende la relación laboral pero mantiene el vínculo contractual, y la antigüedad de los trabajadores, que reciben como sueldo su seguro de cesantía. De acuerdo a la Superintendencia de Pensiones, los trabajadores suspendidos llegan a los 460.000 en el primer mes de vigencia de la normativa. El Ejecutivo, además, luego de un tenso debate con la oposición, podría aprobar este miércoles en el Parlamento un ingreso familiar de emergencia por tres meses, que beneficiaría a más de 4,5 millones de chilenos, en una de las políticas sociales más importantes que se hayan llevado a cabo en las últimas décadas.

Pero el panorama parece sombrío. Hace solo algunos días, la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, reconocía que el desempleo podría alcanzar el 18% “si las cosas no se hacen como deben ser” en el marco de la pandemia. Los agentes del mercado tampoco son optimistas: de acuerdo con la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) publicada el martes por el Banco Central, la economía chilena cayó un 8,1% en abril y retrocedería un 7,2% el segundo semestre de 2020 debido a la crisis de la covid-19, esto sin medidas de confinamiento rígidas. El panorama podría ser distinto pues la escalada en los contagios –2.660 nuevos en las últimas 24 horas– ha empujado al Gobierno de Sebastián Piñera a decretar la cuarentena total para el gran Santiago y otros seis municipios alrededor, donde se concentra el 42% de la población del país. Los expertos, además, revisaron a la baja el crecimiento que Chile tendrá en 2020: si hace un mes indicaban que la contracción sería de 2,2%, en la encuesta indican que el PIB de Chile caerá 2,7%. Sin embargo, ajustaron al alza los pronósticos para 2021 y pronosticaron un 3,5% de expansión.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la pobreza en Chile volverá a los dos dígitos por la crisis de la covid-19 y pasaría de 9,8% a un rango entre 11,9% y 13,7% en 2020 (la menor cifra de la región, luego de Uruguay).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Rocío Montes
Es jefa de información de EL PAÍS en Chile. Empezó a trabajar en 2011 como corresponsal en Santiago. Especializada en información política, es coautora del libro 'La historia oculta de la década socialista', sobre los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. La Academia Chilena de la Lengua la ha premiado por su buen uso del castellano.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_