El sector turístico ante la recuperación
Si no se diseñan soluciones en el ámbito laboral y financiero y no se adoptan protocolos de trabajo para la prevención de riesgos existe un riesgo de colapso
La irrupción de la covid-19 ha provocado trágicas consecuencias en nuestras vidas y en la actividad económica de la mayoría de los sectores productivos. Sin duda, el turismo es el sector más afectado.
El sector turístico español, que representa el 13% del PIB, ha venido demandando que se acometan planes específicos para abordar dos cuestiones: preservar la salud de los trabajadores, turistas y residentes en los diferentes establecimientos y destinos, pudiendo así lanzar el mensaje de España como destino seguro; y la supervivencia económica de un sector que emplea a más de dos millones de personas en España. Si no se diseñan soluciones en el ámbito laboral y financiero y no se adoptan protocolos de trabajo para la prevención de riesgos frente a la covid-19, existe un riesgo de colapso del sector y de que muchas empresas no sobrevivan al momento en el que una vacuna distribuida masivamente normalice nuestras vidas.
En este contexto, se encomendó al Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo -a través de la Secretaría de Estado de Turismo (SET)-, la elaboración de protocolos para la minimización de riesgos higiénico-sanitarios frente al nuevo coronavirus. El ICTE es una asociación empresarial cuya directiva agrupa a todas las patronales nacionales de los subsectores turísticos, la SET, Comunidades Autónomas y la FEMP. Nuestro objetivo fundamental es la promoción de la normalización en el ámbito turístico y la gestión y certificación voluntaria de la Marca paraguas del sistema de calidad turístico español, la Q de Calidad.
Parecía lógico que fuese el ICTE quien abordase este proyecto, pero es de agradecer que todo el sector turístico, público y privado, haya confiado en nosotros para realizar un trabajo fundamental para la recuperación de la actividad turística –y, por ende, económica- de nuestro país.
Se acordó que el proceso para la elaboración de los protocolos fuese abierto, con el objetivo de lograr un consenso entre las organizaciones empresariales sectoriales y expertos, sindicatos de mayor implantación nacional y las diferentes administraciones públicas, con el asesoramiento de la Asociación Española de Prevención Laboral (AESPLA) y la Organización Médico Colegial. De esta forma, todos podremos sentir como propios estos protocolos.
El proceso está avanzando bien y lograremos tener en plazo estos protocolos que afectarán a 21 subsectores turísticos: servicios de restauración, hoteles, alojamientos rurales, turismo activo, campings, albergues turísticos/hostels, balnearios, campos de golf, agencias de viaje, turismo industrial, transporte turístico por carretera, guías turísticos, puertos deportivos, ocio nocturno, espacios públicos singulares, playas, oficinas de información turística, espacios naturales protegidos, parques temáticos, turismo MICE (congresos, convenciones, incentivos y eventos) y museos.
Cabe destacar que un trabajo así hubiera llevado en circunstancias normales meses de debate, cuando no años en algunos subsectores concretos, hasta alcanzar el consenso definitivo que nos hemos impuesto lograr en quince días desde que se nos hizo la encomienda. Creo que el sector turístico está dando un ejemplo de cómo abordar esta durísima situación. Una vez alcanzando el consenso, el trabajo encomendado al ICTE será ejemplo de colaboración público-privada gracias a la participación de más de 450 expertos de ambos ámbitos en las 22 mesas abiertas. A esto hay que añadir el acuerdo de contenido laboral y económico-financiero que patronal hotelera y sindicatos alcanzaron y que ya ha sido trasladado al Gobierno, solicitando se apliquen las medidas consensuadas fruto del diálogo social.
Este proyecto tiene obligación, además, de alcanzar el reconocimiento internacional y propiciar la certificación voluntaria, y por ello se transformará inmediatamente en normas UNE, gracias a la colaboración ya anunciada de esta entidad. Logrado esto, se podrán elevar a ISO para su adopción a nivel mundial.
Miguel Mirones es presidente del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE).
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