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El Eurogrupo acuerda que las ayudas del fondo de rescate europeo se puedan devolver en 10 años

Los ministros de Finanzas del euro esperan cerrar los documentos legales sobre los préstamos para afrontar la pandemia

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, junto al jefe del Eurogrupo, Mário Centeno, en una cumbre en Bruselas el pasado febrero.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, junto al jefe del Eurogrupo, Mário Centeno, en una cumbre en Bruselas el pasado febrero.Francois Lenoir
Lluís Pellicer

Los países de la zona euro tendrán por fin a su alcance unas líneas de crédito para afrontar la pandemia que cumplen casi todos los requisitos que demandaban España e Italia. El Eurogrupo pactó poner a disposición de las capitales créditos por hasta 240.000 millones de euros a 10 años y con un interés del 0,115%. Pese a que serán gestionados por el fondo de rescate (Mede), no implicarán el desembarco de troikas ni hombres de negro.

Los ministros de Finanzas de la zona euro solo necesitaron tres horas para remachar el pacto sobre las líneas de crédito para la pandemia. En los últimos encuentros, ese era el tiempo que necesitaban para preparar una reunión. Pero por la mañana el acuerdo estaba ya muy adelantado y apenas quedaba cerrar detalles como la duración del programa, como adelantó EL PAÍS. La garantía de que de Bruselas no saldrán hombres de negro a ninguna capital que se acoja a esas líneas de crédito calmó a Italia, que seguía sin fiarse de la intervención del Mede.

Los ministros de la zona euro despojaron a esos créditos, sin embargo, de todo cuanto pudiera evocar la palabra rescate. El Mede pondrá a disposición de todos los países de la zona euro una cantidad equivalente al 2% de su PIB para hacer frente a los costes sanitarios de la pandemia. “No existen otras condiciones vinculadas al uso de esa ayuda. Déjenme enfatizarlo: no hay otros requisitos relacionados con su uso”, puntualizó el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno.

También insistió en ello el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, quien resaltó que la Comisión Europea solo controlará —y lo repitió: “solo”— el uso de los fondos y que, en efecto, se destinen a combatir la covid-19. Queda solo por ver qué significa que se cubrirán “costes directos e indirectos” sanitarios, la única victoria que reivindicaba Holanda.

La mayoría de las instituciones y países hacen una lectura amplia. Según fuentes del Ministerio de Economía, España ha estado batallando para que esa cantidad cubra costes “asociados a las decisiones” sanitarias. Gentiloni quiso zanjar el debate al recordar que “este brote ha significado un enorme esfuerzo por parte de los países más afectados”, por lo que la cantidad de recursos destinados a combatirlo desde un punto de vista sanitario podría acercarse a ese 2% del PIB que el Mede está dispuesto a dar.

Créditos “sin estigma”

La zona euro tiene por fin, pues, una línea de créditos a bajo coste. Sin “estigma”, como recordó Centeno. Todos los socios miran a Italia y España, dos de los países más golpeados por la pandemia y con una situación financiera de partida más compleja. Pero ambos países siguen sosteniendo que no necesitan acudir al Mede a pesar de haber planteado una guerra —y haberla ganado— por despojar a esos créditos de condicionalidad. España podría recibir alrededor de 24.000 millones de euros en caso de que finalmente se decida por pedir esos recursos.

El director del Mede, Klaus Regling, recordó que gracias a la triple A del fondo los países podrán obtener un crédito a unos precios muy favorables. De entrada, el documento acordado este viernes fija unos tipos del 0,115% a un máximo de 10 años, lo cual refleja la “naturaleza excepcional” de esta crisis.

Los países tampoco tendrán que firmar un memorándum de entendimiento, como en los rescates, sino que deberán presentar un “plan de respuesta a la pandemia” que incluya todos los gastos que necesita financiar. El único punto que los socios todavía tenían sin cerrar era el periodo de duración del programa. Y finalmente se fijó que dure hasta el 31 de diciembre de 2022, con la posibilidad de extenderlo. “Gran progreso hecho por el Eurogrupo para dar forma a la ruta hacia la recuperación”, sostuvo a través de su cuenta de Twitter la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

Los socios del euro confían en que estos créditos estén preparados el 1 de junio, una vez que los parlamentos y los Gobiernos los hayan bendecido y hayan pasado por la junta de gobierno del Mede. Más dudas hay sobre las opciones de que para esa fecha estén preparadas las ayudas a los sistemas temporales de desempleo —bautizado como SURE—, que ascienden a 100.000 millones de euros, a causa también de los trámites nacionales y del debate sobre el alcance de esos fondos.

Aun así, el mayor desafío sigue siendo el de un fondo para la recuperación. Centeno anunció que los ministros retomarán este complicado asunto a finales de la semana que viene, cuando vuelvan a reunirse. El jefe del Eurogrupo explicó tras la reunión que las previsiones de la Comisión Europea ponen de manifiesto que la UE sufrirá una “brecha de 850.000 millones de euros” en inversión que deben rellenar de algún modo. “Nuestras tres redes de seguridad del Mede, el Banco Europeo de Inversión y el SURE contribuyen en gran medida a nivelar el campo de juego para la fase de emergencia, pero debemos hacer lo mismo para la recuperación para proteger el mercado único y el proyecto europeo”, avisó.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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