La deuda o la vida
Muchos economistas proponen que una solución europea justa a la pandemia debe mutualizar de los costos
La epidemia causada por el virus Covid-19 está causando unos estragos en vidas humanas y en las economías de magnitudes desconocidas. Las previsiones de los Gobiernos se ven desbordadas día a día. Aún estamos en el túnel.
El rescate de familias, empresas y Estados generará montañas de deuda. Zsolt Darvas, investigador del centro de estudios Bruegel, ha analizado el aumento de la deuda pública, según la profundidad de la recesión. Sus cálculos indican que un hundimiento de la economía del 10% este año elevaría la deuda italiana al 163% del Producto Interior Bruto (PIB) y la española al 119%. Si la recesión fuera del 20% el endeudamiento de estos países alcanzaría el 189% y 139%, respectivamente.
Darvas advierte de que en el supuesto de una caída de la economía del 20%, las compras de deuda por el Banco Central Europeo (BCE) en 2020 apenas alcanzaría un tercio de las nuevas emisiones de la zona euro (3,6 billones de euros). Pero recuerda que Japón ha podido navegar razonablemente bien con una deuda pública que equivale al 240% de su PIB. En la zona euro el BCE posee el 26% de la deuda de Alemania, el 22% de España y el 16% de la italiana, en buena parte en manos de sus ciudadanos.
Ante un inevitable aumento de la deuda, el economista húngaro propone una solución europea con una mutualización de los costos de la pandemia. Apunta que los países menos endeudados se han beneficiado masivamente del mercado único y los grandes excedentes por cuenta corriente.
La causa del endeudamiento extra han sido las políticas encaminadas a salvar vidas. Esta ha sido la prioridad. Lo escribía recientemente en Le Monde el ex primer ministro griego Alexis Tsipras, "las deudas se puede reembolsar o amortizar... pero las vidas no se pueden restablecer". Una respuesta europea solidaria facilitaría el coste de la deuda. El líder de la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza) ha recordado también como la propia Alemania, hoy reticente a contribuir, sabe muy bien cómo se liquidan las deudas.
Tsipras se refería al acuerdo de Londres de 1953 cuando varios países perdonaron un 62% de la deuda alemana contraída antes y después de la segunda guerra mundial. Entre los países que entonces perdonaron figuran Italia, Grecia y España. El perdón que significó un enorme sacrificio para países devastados fue el arranque del milagro económico alemán.
Aquel rescate alemán no fue una excepción. Los economistas Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff han estudiado las situaciones de impago de la deuda entre 1340 y 2011. Según su investigación, España encabeza la lista de países que más veces incumplieron sus compromisos, con 14 impagos. Es significativo que Alemania registró ocho impagos y Grecia seis. Ante el inmenso sufrimiento humano nadie debería dudar de que primero son las vidas.
La historia muestra que siempre hay soluciones para la deuda. En cualquier caso, los europeos se salvarán más fácilmente unidos. Los hoy solventes pueden ser mañana los necesitados.
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