Las fuertes lluvias empeoran la jornada de huelga en El Prat
La huelga del personal de tierra de Iberia, que ha obligado a cancelar más de cien vuelos este fin de semana, no conlleva más incidencias al cumplirse los servicios mínimos
El aeropuerto de Barcelona-El Prat ha vivido este sábado, en plena operación salida del verano, una jornada de cancelaciones por la huelga del personal de tierra de Iberia, que continuará el domingo. Pese a que los pasajeros de los 62 vuelos cancelados por los paros han sido reubicados y estaban sobre aviso, el día ha empeorado por las fuertes lluvias, que han obligado a cerrar el aeropuerto durante casi una hora. La meteorología ha sumado 26 cancelaciones más y el retraso de buena parte de los vuelos. Es el tercer verano seguido en que la operativa de El Prat se ve comprometida por los conflictos laborales y por los retrasos y cancelaciones de vuelos.
Partía como una jornada de huelga asumible, con altos servicios mínimos y con la reubicación de los pasajeros de los vuelos cancelados. Pero a media mañana ha caído una intensa tormenta sobre El Prat de Llobregat (Barcelona), y se han visto las costuras de un aeropuerto que, por tercer verano consecutivo, afronta la operación salida con problemas en su operativa. Las intensas lluvias han obligado a cerrar las pistas durante casi una hora y se han cancelado 26 vuelos, que se han sumado a los 62 que ya fueron suspendidos a causa de la huelga. Cinco aviones han tenido que ser desviados —dos de los cuales han aterrizado en Girona y en Reus para repostar combustible y esperar a volver— y el resto aparecía con la etiqueta “con retraso” en las pantallas del aeropuerto. En algunos casos la espera ha llegado a las cinco horas.
El aeropuerto de Barcelona luce el distintivo “retraso excesivo” en la plataforma Flighstats, que analiza las demoras en los principales aeródromos del mundo. Este sábado ha sido el aeropuerto de Europa con más cancelaciones y retrasos y, en junio, fue uno de los aeropuertos más impuntuales, con el 39,7% de los vuelos con más de 15 minutos de retraso. Vueling, la aerolínea líder en El Prat, también sale mal parada en las estadísticas de este portal: ha sido la segunda compañía de Europa con más cancelaciones y retrasos y, en junio, una de las más impuntuales de las de bajo coste, con el 30,8% de los vuelos retrasados.
Cancelaciones y demoras
La de hoy ha sido una nueva jornada problemática, agravada por la lluvia. Las cancelaciones y demoras por el clima han dejado imágenes de viajeros esperando, aunque según ha informado Aena no ha habido colas en los controles ni en los mostradores. La situación se ha complicado en algunas zonas del aeropuerto porque las goteras han creado charcos de lluvia, con los consiguientes resbalones de turistas. “El mío por suerte no se ha cancelado, solo hay que esperar un poco por la lluvia”, ha señalado Andrea, un turista italiano.
Las esperas no han sido multitudinarias porque el aeropuerto y las aerolíneas han actuado con previsión ante la huelga del personal de tierra de Iberia. Los paros de este fin de semana han obligado a cancelar 135 vuelos entre los dos días. Las aerolíneas han recolocado a la mayoría de los pasajeros, y se han evitado las imágenes de largas colas. El impacto de la huelga —que ha tenido un seguimiento del 80% según UGT, y del 15% según Iberia— se ha mitigado con unos altos servicios mínimos. Estos han garantizado el 100% de los vuelos domésticos con territorios no peninsulares, el 54% de los internacionales y el 32% de los peninsulares cuya alternativa de transporte fuera inferior a cinco horas.
En un comunicado, Iberia ha afirmado que se han cumplido los servicios mínimos y que no ha habido incidencias, pero ha pedido disculpas a los pasajeros y a las aerolíneas a las que su personal de tierra presta servicio. Estos trabajadores dan cobertura en El Prat a los vuelos de Iberia y de otras 27 compañías. La plantilla está formada por unos 2.700 empleados. Los trabajadores reclaman a Iberia la contratación a tiempo completo de 160 empleados que están trabajando a tiempo parcial, y la regularización de otros 400 trabajadores que están contratados como eventuales. Los representantes de los trabajadores alegan que es necesario acabar con la falta de personal, y denuncian un abuso de “horas extra obligatorias”. Reclaman una mejor organización de los horarios para trabajar en “condiciones dignas”.
El conflicto entre los trabajadores e Iberia ya se dio el año pasado, cuando un acuerdo desactivó la huelga. Un año después, las tensiones han crecido y las negociaciones con la empresa, que considera que los paros son “desproporcionados”, terminaron sin acuerdo el pasado viernes. El lunes, el comité de huelga decidirá si continúa con la protesta.
De ser así, podría llegar a coincidir con la huelga convocada por los trabajadores de Treblisa, la empresa que gestiona los controles de seguridad. Los empleados anunciaron una huelga indefinida a partir del 9 de agosto.
El Govern denuncia un agravio comparativo con Madrid
La huelga del personal de tierra de Iberia ha reabierto las demandas del Gobierno de la Generalitat en relación con el aeropuerto de El Prat. El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, ha denunciado este sábado un agravio comparativo en el trato de los trabajadores de Iberia en Madrid y en Barcelona, y ha pedido a la empresa que retome las negociaciones y “ponga soluciones sobre la mesa” para evitar nuevos paros que afecten al aeródromo barcelonés en pleno verano.
Calvet ha criticado la “desproporción brutal y alarmante” que existe entre el personal de tierra que trabaja en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, y los que operan en El Prat. Calvet recordó que Madrid-Barajas tiene 1.300 operaciones al día, y cuenta con una plantilla de 7.000 empleados. En cambio, Barcelona, con un millar de operaciones diarias, tiene 2.700 trabajadores y un “altísimo índice de temporalidad”. En este sentido, el consejero catalán se ha mostrado “muy preocupado” y ha criticado la actitud de Iberia durante la mediación con el departamento de Trabajo de la Generalitat. Calvet ha acusado a la empresa de ir a negociar “un poco con las manos en los bolsillos”. Calvet ha acusado a la empresa de no haber cumplido con los compromisos adquiridos durante la negociación del conflicto el año pasado.
Iberia, por su parte, considera que la negociación con los trabajadores no corresponde hacerla con el comité de empresa de Barcelona, y les emplaza a negociar en el convenio estatal.
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