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Transformación digital

Popcoin, un hito digital en el mundo de la inversión

El ‘roboadvisor’ de Bankinter no solo es el primero de un banco español. También es el único que ofrece carteras de fondos de gestión activa e indexada

Para usar la plataforma solo hay que registrarse y vincular la cuenta de cualquier banco.
Para usar la plataforma solo hay que registrarse y vincular la cuenta de cualquier banco.

En el marco de la transformación digital de su negocio, Bankinter lanzó a finales de 2017 el gestor digital de inversiones Popcoin, el primer roboadvisor de la banca española. Con Popcoin, la entidad, que ha marcado diferentes hitos en innovación tecnológica en su larga trayectoria, pretende democratizar la banca privada, poniendo a disposición de todos los ahorradores, a partir de un mínimo de 1.000 euros, estrategias de inversión a las que, hasta ahora, solo accedían los grandes patrimonios.

La idea de Bankinter es combinar lo mejor de la tecnología con la experiencia de un equipo de expertos del banco. Y esto lo hace a través de una plataforma, 100% digital, que ofrece carteras de fondos de inversión. Así, a través de Popcoin, pone a disposición de los inversores carteras tanto de gestión activa, que aspiran a batir la evolución de índices de diferentes mercados, como indexada, que replican el comportamiento de las bolsas. Es el primer gestor automatizado en ofrecer ambas opciones y con un servicio apoyado en el Departamento de Análisis de Bankinter, que construye las carteras, creación en la que acumula una experiencia de más de 15 años. “Esto es especialmente significativo, ya que los roboadvisors más longevos entraron en España hace menos de cuatro años. Por tanto, el hecho de disponer de un histórico superior a diez años, que abarca incluso la crisis de Lehman Brothers, permite poner en perspectiva el comportamiento de esas carteras”, apunta Blanca Núñez, responsable de cuenta de Popcoin.

La plataforma posibilita también invertir sin necesidad de cambiar de banco, no obliga a los inversores a abrir una cuenta y hacerse clientes de Bankinter. Por el contrario, pone a su disposición todas las ventajas de pertenecer a la entidad, tanto desde el punto de vista de la plataforma tecnológica como del equipo de profesionales que tiene detrás. “Este es un punto diferencial, el respaldo de una entidad financiera no es tan habitual en el mercado”, apunta Núñez. El I Barómetro de Inversión de Popcoin publicado hace unos meses refleja que el 94% de los encuestados considera relevante tener ese apoyo por la tranquilidad que ofrece en cuanto a propuesta de valor y solvencia.

La sencillez es otra de las ventajas de Popcoin, añade Blanca Núñez: “El cliente solo tiene que registrarse en el portal, vincular una cuenta de cualquier banco, indicar sus preferencias de inversión y la cantidad que desea invertir”. A continuación, la plataforma propone una cartera formada por una selección premium de fondos realizada por Bankinter. El equipo de análisis de mercados del banco se encargará de revisarlas periódicamente y de realizar los cambios oportunos de acuerdo con la evolución de los mercados. El cliente no tendrá que preocuparse de ningún trámite adicional y recibirá información continuada sobre la evolución de su inversión. Además, puede personalizar su inversión tanto por perfil de riesgo como por ámbito geográfico. En total, la plataforma ofrece 15 carteras, 10 de gestión activa y 5 indexada. 

Transparencia y sencillez

Las carteras de Popcoin están basadas en un análisis exhaustivo de fondos de inversión de primera categoría que realiza el Departamento de Análisis de Bankinter. Este equipo selecciona 140 fondos de gestión activa mediante un proceso de due diligence (auditoría de compra) sobre cerca de 26.000 fondos de gestoras de todo el mundo.

La selección se lleva a cabo identificando fondos con un patrimonio superior a 100 millones de euros para garantizar la liquidez. Las gestoras están auditadas por alguna de las big four (las cuatro consultoras más importantes del mundo: Deloitte, KPMG, PwC y EY) y suelen tener oficinas comerciales en España, lo cual garantiza que los profesionales de Bankinter tengan una comunicación más fluida y logren información casi en el momento.

Además, cuentan con un histórico mínimo de tres años, para garantizar la transparencia; tanto el depositario como el custodio son distintos de la propia gestora, y las carteras de fondos indexados tienen una réplica física, no sintética, del índice.

En definitiva, para Blanca Núñez, “el objetivo de Popcoin es facilitar y ayudar al cliente lo máximo posible en la elección de carteras. Esta sencillez también se traslada al modelo de precios, con una comisión fija solo por el capital gestionado y apalancándose en la marca Bankinter, uno de los grandes activos de la plataforma, tanto por su solvencia como por su equipo de expertos”.

A cierre de marzo, la rentabilidad de las carteras de gestión activa, en función del perfil de riesgo, era entre un 1% y más del 8%; en el caso de las carteras indexadas, entre el 4% y el 10%.

En los próximos meses, Popcoin tiene previsto incorporar a la plataforma planes de pensiones. La idea es ofrecer una opción de ahorro a largo plazo.

Retrato del inversor conectado

La primera radiografía de clientes de Popcoin, realizada tras el primer año en el mercado de la plataforma, concluye que los inversores españoles siguen apostando por la renta variable: un 67% ha elegido las carteras de fondos de inversión con mayor exposición a Bolsa. Además, el 42% ha realizado segundas aportaciones a su inversión inicial, lo que pone de manifiesto su respaldo a este tipo de servicio. Como consecuencia, el saldo medio de las carteras gestionadas ha aumentado un 50% en este primer año.

Por otro lado, la trayectoria de Popcoin permite dibujar una imagen bastante aproximada del inversor digital en España: el 85% de los clientes de este gestor son hombres, frente al 15% de mujeres; la media de edad es de 40 años y, en torno a la mitad, licenciados universitarios. Y un dato anecdótico, pero significativo: el inversor más joven tiene 21 años y el mayor, 79, lo cual refleja que el uso de canales digitales no está necesariamente ligado a la edad sino a la preferencia por las nuevas tecnologías.

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