Las compañías se adentran en el futuro
Cuatro de cada cinco empresas del sector está impulsando la digitalización, según un estudio de Minsait
La transformación digital empieza a ser una realidad en el sector energético gracias a la innovación y a la integración del big data o el Internet de las cosas. Estos cambios plantean desafíos para los sistemas de energía como la integración de fuentes de energías renovables y descentralizadas, la necesidad de optimización continua de la red o la inclusión de un número cada vez mayor de consumidores que se convierten en productores de energía eléctrica, los llamados prosumidores.
Cuatro de cada cinco empresas del sector energético está impulsando la digitalización, según un estudio de Minsait, la unidad de negocio de Indra especializada en soluciones de transformación digital. El documento indica que se está produciendo una evolución en el modelo tradicional que incorpora un impulso al proceso de digitalización y una diferenciación con nuevos servicios dirigidos al cliente final, al tiempo que las empresas continúan gestionando su compleja red de infraestructuras.
Minsait también muestra en su estudio que existe una conciencia general en las empresas del sector sobre la necesidad de cambio y que están lanzando iniciativas para avanzar en su transformación digital y capitalizar las oportunidades que se presentan. En concreto, señala la posibilidad de personalización de la oferta a través de un tratamiento correcto y el análisis de datos masivos o big data o la oportunidad de ofrecer servicios de eficiencia energética y autoconsumo mediante el Internet de las cosas.
El informe sobre Madurez Digital 2018 elaborado por la compañía de Indra constata que el sector de la energía en España ya ha comenzado su proceso de digitalización y que, aunque se encuentra aún en fase incipiente, “demuestra un nivel de ambición digital muy por encima de la media del resto de empresas en España".
La digitalización “va a ser un factor esencial en el llamado proceso de transición energética”, ha manifestado recientemente Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, en un acto en Bilbao. “Por sofisticados que sean conceptos como el Internet de las cosas, la robótica, la inteligencia artificial o el big data, ninguna de sus funcionalidades será posible sin una infraestructura fiable que provea la potencia y la energía necesarias para su funcionamiento. Sin electricidad, por tanto, no hay digitalización”. Galán también ha afirmado que Iberdrola concibe la transformación digital como una auténtica oportunidad de creación de valor. La eléctrica invertirá cerca de 5.000 millones de euros entre 2018 y 2022 en transformación digital.
Para Endesa, la digitalización es el elemento esencial en la operativa de todas sus líneas de negocio, desde la generación a la distribución de energía hasta la relación con el cliente: “El desarrollo de las smart grids, las redes inteligentes que introducen las tecnologías de la información y la telecomunicación en las redes eléctricas, resulta clave para mejorar la eficiencia del sistema eléctrico y dar respuesta a un nuevo modelo en el que los flujos de energía dejan de ser unidireccionales (desde la gran central de generación hasta el consumidor) para pasar a ser bidireccionales”, resalta la compañía. Endesa invertirá entre 2018 y 2021 un total de 1.300 millones de euros a la digitalización de activos y procesos que irán destinados, en su mayor parte, a la red de distribución.
Por su parte, Repsol considera la digitalización como una de las principales palancas de crecimiento dentro de la estrategia que la compañía presentó a mediados de 2018. Más de mil profesionales están implicados en esta labor que se extiende a toda la organización. En 2018, Repsol destinó más de 70 millones de euros a iniciativas digitales y estima que para 2019 la cifra se acerque a los 150 millones.