España lidera la prestación de servicios financieros por móvil
El proceso de innovación financiera se inició a través de tres fases consecutivas: el desarrollo de nuevos canales y productos; la adaptación de la infraestructura tecnológica y la realización de cambios en la organización para conseguir una posición estratégica
La revolución tecnológica bancaria ha coincidido con la última crisis. Las entidades han pasado años adaptando los negocios a la regulación europea —con una estructura de capital más exigente— y amortiguando los bajos tipos de interés —que permanecen en mínimos históricos desde 2016— sin olvidarse del desarrollo digital.
En este tiempo, además, han aparecido nuevos jugadores en el sector, como las fintech, las insurtech y las empresas tecnológicas aglutinadas bajo las siglas GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple), conocidas también como las BigTech, que han comenzado a ofrecer servicios financieros en algunos países.
“La transformación digital es una dinámica imparable en múltiples sectores económicos, pero en la banca ofrece oportunidades en el ámbito del front office, para satisfacer mejor las necesidades del cliente, y en el back office, como vía para lograr mejoras de eficiencia en aras de optimizar el servicio y la calidad ofrecida a los usuarios”, explican desde la Asociación Española de Banca (AEB).
El proceso de innovación financiera se inició a través de tres fases consecutivas, según describe el Observatorio de Economía Digital de BBVA: el desarrollo de nuevos canales y productos; la adaptación de la infraestructura tecnológica y la realización de cambios en la organización para conseguir una posición estratégica.
Los bancos venden online productos tradicionales y nuevos. Con el tiempo, han desarrollado gran número de aplicaciones que ayudan a los clientes en la búsqueda de vivienda, la organización de las finanzas personales, el ahorro, la operativa en Bolsa, la retirada de efectivo sin tarjeta, pagos de móvil a móvil, pago de compras en los comercios, conexión y desconexión de tarjetas, etcétera. “La banca española proporciona una oferta móvil líder en el ámbito mundial de las funcionalidades”, destaca el Estudio sobre Servicios Bancarios en España en el Contexto Europeo, de Deloitte. El 73% del catálogo de productos se oferta a través del canal digital, mientras mercados más desarrollados tecnológicamente como el holandés limitan la prestación de servicios multicanal al 57%.
El informe de Deloitte añade que, en banca digital, España es el segundo país más barato de Europa, por detrás de Reino Unido, con un precio inferior en un 67% a la media (20 euros anuales).
La regulación europea ha marcado ahora un nuevo reto con el open banking, donde las API (Application Programming Interfaces) van a ser clave. Bajo la directiva comunitaria sobre servicios de pago, denominada PSD2, las entidades bancarias deberán compartir los datos de sus clientes con terceros proveedores.
Por otra parte, el Gobierno aprobó en febrero el Anteproyecto de Ley para la Transformación Digital del Sistema Financiero con el objetivo de garantizar que el proceso se desarrolla con la seguridad precisa. Entre las medidas adoptadas está la creación de un Sandbox, un espacio de pruebas para la innovación.
En cuanto al papel que desempeñan las fintech y las insurtech en el proceso de digitalización de la banca y los seguros, Salvador Casquero, profesor del IEB, explica que “la demanda de productos digitales por parte de los clientes está creciendo a un ritmo mayor a lo previsto debido a la aparición de estos nuevos competidores que ofrecen sus productos a un coste menor y con una experiencia de contratación más centrada en el cliente. El uso de las nuevas tecnologías les ayuda además a que los productos respondan a la necesidad real del cliente”, concluye.