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Transformación digital

Tecnología punta para mejorar la experiencia del pasajero

Aena convierte a Menorca en el primer aeropuerto europeo con un sistema de reconocimiento facial para facilitar el acceso al filtro de seguridad y la entrada en el avión

El sistema biométrico de Menorca es el más avanzado frente a los instalados en otras terminales.
El sistema biométrico de Menorca es el más avanzado frente a los instalados en otras terminales.

Desde el pasado 29 de marzo, la vida de algunos pasajeros de Air Europa que transitan por el Aeropuerto de Menorca es mucho más fácil. Se identifican, simple y sencillamente, por su rostro. Gracias a los sistemas biométricos de reconocimiento facial introducidos por Aena para estos viajeros, su cara se ha convertido en un santo y seña tecnológico: activa la luz verde que les permite seguir adelante hasta su acceso al avión.

Estos innovadores sistemas funcionan junto a los mostradores de facturación de la aerolínea Air Europa, en el acceso al filtro de seguridad y en la puerta de embarque. En otros aeropuertos de Europa, como Schiphol (Ámsterdam), Gatwick (Londres) y Helsinki, operan tecnologías similares, pero no en un solo proceso, a diferencia de Menorca.

“Esta experiencia piloto estará en marcha como máximo durante un año, el tiempo necesario para obtener la correspondiente validación por parte de los pasajeros, quienes siempre tendrán la opción de elegir el sistema convencional si así lo desean”, indican en Aena. El sistema operará en una serie de vuelos nacionales y de la zona Schengen seleccionados por Aena y Air Europa. El gestor aeroportuario español ha implementado este innovador procedimiento de la mano de la división aeroespacial y de defensa de la consultora Everis junto con la empresa Dormakaba, especializada en soluciones tecnológicas de acceso seguro a todo tipo de dependencias. Los costes de implementación han corrido a cargo de los cuatro partners involucrados.

“El objetivo de Aena —según indica la compañía— es ampliar progresivamente la validación del proceso biométrico, con distintos planes pilotos, donde se puedan comprobar tanto equipos hardware como desarrollos software e integraciones necesarias”. La idea es definir el mejor sistema global para gestionar el tráfico de pasajeros en el aeropuerto del futuro.

Según Aena, los pasajeros de Air Europa que hasta ahora han formado parte de esta prueba piloto han valorado de manera muy positiva el sistema, destacando la facilidad y comodidad del proceso y la buena experiencia en su paso por el aeropuerto.

Menorca se une de esta forma a un pequeño ramillete de aeropuertos mundiales que encabezan la digitalización de estos procesos. En EE UU existen varias referencias sobre biometría, pero lideradas por compañías aéreas; por ejemplo, en el aeropuerto de Atlanta. El de Changi, en Singapur, también es un ejemplo de aeropuerto que utiliza la biometría.

En este contexto, las nuevas tecnologías incorporadas por Aena se convierten en un aliado fundamental para proporcionar una experiencia más ágil y segura durante los procesos de facturación, control de seguridad y embarque. En este proyecto piloto, los beneficiarios son los usuarios del transporte aéreo. Es la tendencia del futuro para una gestión óptima del tráfico de pasajeros en tres momentos esenciales para la experiencia del viajero. Situaciones que muchas veces contribuyen también a la buena imagen del país que finalmente recuerda el visitante.

Pero, ¿cómo funciona el sistema? Durante el proceso de facturación, el pasajero deberá exhibir su DNI 3.0 o pasaporte 3.0. Una máquina se encarga de obtener su foto y comprobar que se trata de la misma persona. Si el pasajero da su autorización, no tendrá que volver a realizarlo durante el tiempo que dure el programa piloto en Menorca. Sus datos biométricos quedarán almacenados en la base de datos de Aena. En este caso, y para futuros vuelos, una vez hecho el check-in (la tarjeta de embarque está emitida), el pasajero podrá ir al filtro de seguridad directamente para acceder por biometría.

Ya en el filtro de seguridad se obtiene otra foto del rostro del pasajero mediante el lector biométrico y se compara con la información procedente del check-in; si todo es correcto, se verifican los datos de la tarjeta de embarque. Acto seguido, el pasajero pasa por el escáner y la máquina de seguridad para el equipaje de mano.

Por último, en la misma puerta de embarque, se capta una última imagen, que sirve para cotejar que la identificación del pasajero concuerda con los datos previos. Luego solo resta subir al avión.

Durante estos procesos, explican, “no es necesario mostrar la documentación, pero sí que hay que llevar encima la tarjeta de embarque. Es requisito legal para poder volar, pero el cliente no deberá mostrarla en el acceso. Hace falta para procesos posteriores que le pudiera demandar la aerolínea, como la recogida de su equipaje”.

‘Aeropuerto 4.0’: Cambios y agilidad

‘Aeropuerto 4.0’ es el nombre de la estrategia de innovación puesta en marcha por Aena que tiene como objetivo, entre otros, mejorar la experiencia de los casi 264 millones de pasajeros que gestionó en 2018. Este programa incluye la implementación de soluciones para facilitar la prestación de servicios y mejorar la experiencia del cliente, en un contexto de seguridad, calidad y eficiencia. El Aeropuerto de Menorca, según Aena, ofrecía las características adecuadas para esta prueba piloto por comenzar en temporada baja con un incremento progresivo de los viajeros. La empresa subraya que todos los aspectos relacionados con la gestión de datos para la validación biométrica, así como en la baja del programa, se tratan de acuerdo con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establecido en la Directiva (UE) 2016/680. Ante cualquier duda, los pasajeros pueden ponerse en contacto con la Oficina de Protección de Datos de Aena.

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