¿Se puede hablar de naturaleza en clase de Matemáticas?

El proyecto Naturaliza introduce la educación ambiental en las asignaturas curriculares de 25 colegios de España

Vídeo: QUIQUE OÑATE/CARLOS TOMÁS/PAULA D. MOLERO

Si la distancia que recorre la ballena jorobada en su migración puede dar pie a un problema de matemáticas interesante, ¿por qué no aprovecharlo? Y si la descripción de un majestuoso orangután de Borneo constituye un buen ejercicio para la clase de Lengua, ¿por qué no tenerlo en cuenta?

Estas y otros ejemplos de inclusión de la naturaleza en materias que no guardan, en principio, una relación directa con ella, se enseñan ya en 25 colegios de España. Desde octubre, estos centros participan en Naturaliza, un proyecto piloto impulsado por Ecoembes, la organización que gestiona el reciclaje de envases, y un grupo de expertos en educación supervisados por Juan Antonio Corraliza, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid. El objetivo es conectar los contenidos de asignaturas curriculares como Matemáticas, Lengua, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales con la biodiversidad y los fenómenos ambientales, algo que muchos expertos reivindican para evitar la desconexión de los jóvenes de lo natural.

Más información
"Los niños que se ensucian en el campo lidiarán mejor con la vida"
Un día en la escuela del bosque

"Trabajamos en torno a tres aspectos: ambientalizar los contenidos, formar al profesorado y potenciar las experiencias fuera del aula", explica Silvia López, representante del programa por parte de Ecoembes. "Creemos que es fundamental que los alumnos estén en contacto con su entorno y aprendan la importancia del medioambiente más allá de lo que se da en las clases".

Naturaliza está orientado, por el momento, a estudiantes de quinto de primaria de centros públicos, privados y concertados de las comunidades de Madrid y La Rioja. Uno de ellos es el CEIP Ciudad de Nejapa de Tres Cantos (Madrid). Aquí, hoy toca relacionar la función de los bosques, los pulmones de la Tierra, con el sistema respiratorio humano. Una analogía sencilla para entender como la polución y el cambio climático hacen que el planeta y sus habitantes respiren cada vez peor. La lección se llama Pulmón verde, pulmón gris. "Hoy he aprendido qué puedo hacer para no contaminar el mundo", interviene Iria Mesa, una niña de nueve años. "Tenemos que cuidarlo mucho más porque si no podría acabar muy mal", añade Martina Sutter. Después, los alumnos pegan las hojas de un árbol en un mural y nombran las funciones que este ser vivo cumple en el ecosistema. Fuera, en los pasillos, cuelgan trabajos detectivescos sobre la vida de los murciélagos o seguimientos de insectos como las arañas.

"La respuesta ha sido magnífica", dice Sara Sánchez, profesora de quinto de primaria del Ciudad de Nejapa y uno de los aproximadamente 200 docentes apuntados a Naturaliza. "Estas clases ayudan a que los alumnos tomen conciencia y sean protagonistas y reflexivos, a que desarrollen el pensamiento crítico. Son capaces de desarrollar ideas muy buenas y entender el problema ambiental desde su punto de vista. Y luego se lo transmiten a sus familias. Son los mejores embajadores".

Nicolás Chase, de nueve años, recuerda un vídeo que su profesora les puso en clase hace poco. "Era sobre un experimento para ver cuántos invertebrados hay en un metro cuadrado de suelo de bosque", describe el chico. "Había más de 100. No los vemos, pero son muy importantes".

Una visión a largo plazo

La piedra angular del proyecto es Escuela de Docentes, una herramienta en línea con contenidos ambientalizados que cualquier profesor de un centro adscrito a Naturaliza puede consultar y utilizar. El material, elaborado y revisado por un panel de expertos, está en constante actualización. Los docentes que así lo deseen pueden acceder, además, a tutorías y asistencia por parte de los responsables de Naturaliza.

Si el programa, al que cualquier colegio se puede adherir gratuitamente, tiene éxito, sus impulsores planean ampliarlo a colegios de toda España durante el año que viene. “Para 2020 cabe la posibilidad de extenderlo también a educación secundaria”, señala Silvia López, que entiende que lo idóneo sería que, en un futuro, esta educación ambiental transversal se contemplara por ley.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS