Economistas y académicos españoles piden boicotear los debates sin mujeres
Un grupo de importantes expertos y analistas impulsa una iniciativa para exigir una mínima presencia femenina en las mesas redondas
Un grupo de reputados economistas y académicos españoles, entre los que están los catedráticos Emilio Ontiveros y el profesor Rafael Domenech, han suscrito un manifiesto en el que se comprometen a no participar como ponentes en ningún evento académico (conferencia, congreso, jornadas o similar, señalan) o mesa redonda en la que se convoque a más de dos ponentes y no haya al menos una mujer “en calidad de experta”.
Ciencias Sociales #No_Sin_Mujeres Los miembros de esta lista nos comprometemos a no participar como ponentes en ningún evento académico o mesa redonda de más de dos ponentes donde no haya al menos una mujer en calidad de experta. https://t.co/EX2nsZMzAz
— No_Sin_Mujeres (@No_Sin_Mujeres) May 16, 2018
Se trata de una lista abierta llamada No Sin Mujeres, que han suscrito hasta este miércoles por mañana 56 hombres, todos vinculados a las ciencias sociales. De momento la han firmado expertos y analistas de varias universidades españolas (la Universidad Autónoma de Madrid, la Complutense, la Universitat de València y la Universitat Autònoma de Barcelona, entre otras), del Banco de España, el Real Instituto Elcano, el CSIC o Fedea, así como académicos españoles de centros extranjeros, como la Universidad de York o Griffith.
Los firmantes reclaman además que se cumpla la Ley para la Igualdad Efectiva entre Hombres y Mujeres, aprobada en 2007. Esta normativa no alude específicamente a conferencias o debates pero sí establece la necesidad de paridad (presencia de al menos el 40% de mujeres o de hombres) entre los altos cargos o los tribunales académicos de la Administración. Uno de los impulsores del manifiesto, José Ignacio Conde- Ruiz, explica que se plantearon porcentajes similares para su manifiesto pero decidieron establecer un mínimo (al menos una mujer sea cual sea el número de ponentes) "porque hay áreas en las que las mujeres son muy pocas". Este profesor de la Universidad Complutense y miembro de Fedea, con amplia investigación centrada en la economía de género, explica que decidieron que firmaran solo hombres ya que "tal como está redactado si una mujer acepta formar parte de un panel, ya está cumpliendo el compromiso". Conde- Ruiz Reclama que "no se desaproveche el talento de la mitad de la población".
“Es una forma de sintonizar con una exigencia muy obvia y de dar un aviso a organizadores de actos académicos”, explica el economista Ontiveros. El también catedrático de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid añade que la movilización de alcance internacional que impulsaron las mujeres españolas el 8 de Marzo [con protestas multitudinarias y una huelga solo para ellas que promovieron distintos colectivos feministas] “ha supuesto un aldabonazo en todos los ámbitos”.
El manifiesto, añade Ontiveros, comenzó a circular entre los académicos hace apenas un par de semanas. "Es una obviedad que estamos en un país que ha discriminado a las mujeres. Estoy a favor de nuevos mecanismos que faciliten su ascenso".
"Me parece que la iniciativa tiene mucho sentido y responde a una reivindicación totalmente justa", señala por su parte Rafael Domenech, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y responsable de Análisis Macroeconómicos del BBVA. Asegura que ha participado "en muchas ocasiones" en paneles con escasa presencia de expertas. "En ámbitos específicos, como la macroeconomía, cuesta conformar foros o cursos en los que se asegure la participación femenina".
Otro de los firmantes y coimpulsor de la iniciativa, el también economista Daniel Fuentes, reconoce además que la propuesta es apenas un paso para un recorrido mayor. "El mundo académico aún no está preparado para ver la paridad como la norma, sí para verla como espectador. Pero hay que asumirla", declara el experto, que además matiza la relevancia de la igualdad en el ámbito de las Ciencias Sociales. "No es posible reflejar esta disciplina si no hay participación activa de las mujeres", señala Fuentes, informa Ángeles Lucas.
Los académicos esperan que los organizadores de los encuentros reaccionen ante la desigualdad. "Si quieren que vaya alguno de los del listado, que se preocupen de que haya mujeres en calidad de expertas, no como moderadoras", matiza Fuentes, que detalla que en apenas unas horas, las solicitudes para adherirse han superado el centenar. "Estamos desbordados, e iremos actualizando y filtrando las adhesiones de los compañeros. Se trata de hacer bola de nieve y que lo normal sea esto. Y si puede servir de incentivo para que las grandes fundaciones donde se genera la opinión pública lo apliquen, mejor", insta.
"No promueven nada raro"
La socióloga Ángeles Durán, investigadora del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), considera que incluir mujeres en el debate académico es "un enriquecimiento muy grande porque supone contar con perspectivas distintas". No obstante, añade, la paridad en organismos e instituciones en la formación de tribunales académicos o en la elección de jurados es un aspecto que ya contempla la Ley de la Ciencia, aprobada en 2011. "No están promoviendo nada raro", explica Durán. Evitar la presencia de expertas en los paneles "es un reflejo de la sociedad patriarcal que manda a las mujeres el mensaje de que deben ayudar y ser laboriosas", concluye.
Faltan ellas
Justo un mes después de la manifestación de las mujeres españolas del pasado 8 de Marzo, la fundación Hay Derecho, promovida por profesionales del ámbito juridico, lanzó la iniciativa Faltan ellas, para denunciar de forma pública la ausencia de mujeres en actos vinculados al ámbito de la Justicia. "Queríamos llamar la atención a los organismos y organizaciones que no cuentan con nosotras en los encuentros. Hay muchas juristas", declara Elisa de la Nuez, secretaria general de la fundación.
En este mes han reseñado en su blog y en las redes una decena de actos con ausencia evidente de participación femenina. "Invitamos a los que nos siguen a que nos indiquen si detectan algún evento similar y lo colgamos en la web. Esta es una técnica anglosajona que se llama name and shame, (nombra y avergüenza)", añade. En su propuesta esperan conseguir también más acción en el futuro. "Nos gustaría que, con el tiempo, sean los propios hombres que acuden a estas jornadas los que exigiesen la presencia de mujeres expertas en las materias a tratar", se lee en su web.
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