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América Latina abraza el consumo

Las multilatinas que destacan en su expansión internacional apuestan por el comercio y los servicios

Calle Florida, en Buenos Aires. El comercio minorista es uno de los motores de la economía de la región.
Calle Florida, en Buenos Aires. El comercio minorista es uno de los motores de la economía de la región.Rosa Irene Betancourt (Alamy)

Hace 20 años eran un racimo. Hoy se han convertido en la locomotora que da vida a toda una región. Las multilatinas, las grandes compañías de América Latina con proyección internacional, han crecido con fuerza y se han expandido por todos los rincones del mundo. Los refrescos peruanos inundan Tailandia, el cemento colombiano conquista Estados Unidos y la consultoría tecnológica brasileña arrasa en India. El papel que juegan estas firmas es clave para el desarrollo de la zona y su rápido avance las hará protagonistas de la economía global.

Desde el inicio de este siglo, las multinacionales latinoamericanas empezaron a cobrar relevancia, primero en los diversos países de la región y después en los cinco continentes. El zarpazo internacional que han dado es caso de estudio en las escuelas de negocios. Tan solo en la última década, las 100 compañías más importantes de la zona han tenido un crecimiento medio anual del 5,2% (en comparación con el 1,8% de media de todas las empresas de Latinoamérica), con ingresos por encima de los 1.000 millones de dólares, de acuerdo con el último análisis de la consultora Boston Consulting Group (BCG).

Fue durante la década de los noventa, cuando se liberalizaron las economías de la zona, que comenzó el verdadero despunte de las multilatinas. Hoy firmas de México, Brasil y Chile acaparan la lista de las empresas que más crecen (con 72 compañías de las 100 más importantes), según BCG. Actualmente, las multilatinas están presentes en todos los sectores de la economía, pero el mayor empuje viene dado cada vez más por aquellas que apuestan por el consumo, los servicios y la adopción de tecnologías digitales. En los años noventa y principios de este siglo, las multinacionales latinoamericanas con mayor presencia en el extranjero eran aquellas relacionadas con las materias primas, asegura Álvaro Cuervo-Cazurra, profesor de negocios internacionales y estrategia en la Northeastern University (Boston, EE UU). Pero debido a la bajada en el precio de los principales insumos, estas han perdido parte de su hegemonía.

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No hay duda de que la expansión regional de las multilatinas coincidió con un contexto de general bonanza económica en la zona, que fue impulsada por una demanda extraordinaria de materias primas y un entorno internacional favorable, afirma Ramón Casilda, autor del libro América Latina Emergente (Editorial Universitaria, 2012) y profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). Este panorama dio excelentes resultados para aquellas compañías con hambre de crecimiento, lo cual se tradujo en una mayor confianza por parte de los inversores en sus respectivos países.

En 1999, de las 500 mayores compañías instaladas en la región, menos del 50% eran latinoamericanas; pero hacia 2007, el 75% de las firmas con mayor renombre tenían como origen un país de la zona, indica un análisis del Real Instituto Elcano. Las multilatinas se emanciparon y aprovecharon la crisis económica desatada en 2008 para adquirir empresas europeas y estadounidenses endeudadas. Así avanzaron por el subcontinente y el mundo. Por ejemplo, Argos (un grupo colombiano dedicado a la industria cementera) se hizo con activos de la francesa Lafarge en Estados Unidos y luego en Centroamérica. Cencosud (un consorcio chileno que opera en el rubro minorista) adquirió las tiendas del grupo francés Carrefour en Colombia. Banesco (el grupo financiero venezolano) se hizo con el banco gallego Novagalicia. Y la lista continúa.

Panorama esperanzador

Con vistas al futuro, las empresas multilatinas tienen un panorama esperanzador. América Latina todavía posee una serie de activos que lo convierten en un atractivo mercado en crecimiento, indica el estudio de BCG. Para empezar, destaca la consultora, la región tiene un PIB nominal combinado de 5,3 billones de dólares y un mercado de consumo de 3,5 billones de dólares anuales.

Además, el BCG estima que el crecimiento del PIB regional avanzará en promedio un 2,7% hasta 2021, después de las recesiones recientes en algunas naciones, que han empujado a muchos hogares nuevamente a la pobreza. Las esperanzas de crecimiento de las multilatinas, dice Casilda, van de la mano del repunte y estabilidad de la clase media en la región, que alcanza al 33% de los ciudadanos de la zona: 192 millones de personas de los 596 millones de habitantes que tiene el subcontinente, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). "Hay una demanda más cualificada de este segmento de población, con un patrón similar de consumo al de los países desarrollados. También hay un efecto imitativo de las clases más bajas, un factor que ayuda a impulsar las compras de productos a medio plazo", comenta el experto.

Sin embargo, el camino para seguir su ascenso es sinuoso. La renegociación del NAFTA, la guerra comercial que ha emprendido Estados Unidos contra China, así como la corrupción que aún atenaza la zona, puede frenar los planes de inversión de algunas compañías, asegura Cuervo-Cazurra. A pesar de ello, explica el analista, las multilatinas han aprendido de los vaivenes económicos del pasado y han demostrado que saben navegar en un mar revuelto.

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