Bitchain: de empresa promesa al mayor escándalo español del bitcoin
Socios e inversores de la compañía se acusan de estafas millonarias, secuestro e incluso de colaborar con la Generalitat en el 1-O
Varias causas judiciales persiguen a los accionistas de Bitchain, la que fue una de las empresas promesas del mercado español de bitcoins. Bitchain era una sociedad especializada en cajeros automáticos que convertían euros a bitcoins. Fundada en 2015, fue aceptada en EsadeCreápolis, el vivero de nuevas compañías de la escuela de negocios Esade y allí tenía su sede. Tres años después, dos demandas ya presentadas y una tercera querella inminente planean sobre los creadores de una empresa que aspiraba a ser revolucionaria.
Los accionistas de referencia de Bitchain son los hermanos Jordi y Miguel Ángel Alcaraz, familia acaudalada del sector inmobiliario en Cataluña. Como socio minoritario y responsable tecnológico contaban con Joaquim Fenoy, un experto en criptomonedas formado en otras empresas y en grupos de ciberactivistas. En 2015 anunciaban una inminente red de 40 cajeros en España, y aseguraban que su principal mercado de expansión era Grecia, donde decían operar a través de 500 oficinas del Banco del Pireo. En 2016, cuando se descubre el cuento de la lechera, en España solo tenían instalados media docena de cajeros y el negocio griego había sido vendido a una sociedad de Girona llamada Bitcoin Investors Trust. El propietario de esta empresa, Miguel Pavón, también ha sido denunciado por una presunta estafa de 4,6 millones de euros en bitcoins, según El Confidencial.
Bitchain entró en Grecia de la mano de Chip Chap, una sociedad de Castellón experta en tecnología blockchain que ya operaba en el país heleno. Bitchain decía a los inversores contar con el 30% de las acciones de Chip Chap, aunque en verdad solo tenían el 8%. El despacho de abogados Fàbregas de Barcelona abrió en 2016 el primer frente legal cuando denunció a los hermanos Alcaraz por estafa: estos invirtieron 180.000 euros en la compra del 8% de Chip Chap pese a que el dinero, procedente de dos clientes del bufete, había sido prestado a Bitchain para la compra de bitcoins, según el abogado Joaquim Fàbregas. El juicio oral está en marcha y la acusación pide siete años de cárcel. Los hermanos Alcaraz no han respondido a las preguntas de EL PAÍS. Fàbregas explica que el plan de crecimiento que presentaban los Alcaraz era bueno, permitía doblar los beneficios en medio año, pero la realidad es que lo único sólido en Bitchain era la tecnología de Chip Chap, el resto era humo, según Fàbregas.
Investigados por coacciones
El segundo frente legal se abrió el pasado noviembre cuando Chip Chap demandó a tres los socios de Bitchain por el robo de 24 bitcoins –192.000 euros según el cambio a 6 de marzo–. Es poca cosa comparado con los 758 bitcoins –7 millones de euros– que el experto en criptomonedas Fermín Solano asegura que Fenoy ha estafado por su cuenta a 81 inversores. De estos, Fàbregas corrobora que diez son clientes suyos que perdieron 2 millones de euros en operaciones gestionadas por Fenoy. Solano se ha puesto al frente de un grupo de doce afectados que preparan una querella conjunta contra Fenoy. Este se defiende: ni Solano ni Fàbregas dicen la verdad, él no robó los 24 bitcoins de Chip Chap y, lo más importante, él es víctima de un grupo organizado de estafadores.
Apartado de Bitchain cuando la empresa se desmoronaba, Fenoy aprovechó la experiencia griega y se volcó en la intermediación de inversiones españolas en la red de bitcoins de este país. Las cosas se torcieron cuando el pasado enero el diario Ara sacó a la luz las acusaciones contra Fenoy. Este ofrece su trepidante versión de los hechos: en diciembre de 2015, una noche tras hacer las compras de Navidad, le robaron los regalos y el ordenador con todos los datos de mensajería de sus clientes en una estación de servicio a las afueras de Barcelona. Añade Fenoy que los bitcoins que gestionaba se vieron comprometidos por el fraude multimillonario del servicio de intercambio BTC-e en Grecia. Solano y otros inversores consultados replican que Fenoy les ha ofrecido múltiples excusas, todas rocambolescas.
Fenoy denunció a Solano y a cinco personas más por secuestro: asegura que el 9 de noviembre de 2017, en la cafetería del Hotel Don Fidel de Zaragoza, fue obligado a subirse a un coche y fue trasladado a Barcelona. En un aparcamiento de la Estación de Sants fue liberado por la Guardia. Solano replica que no hubo secuestro alguno: un grupo de afectados descubrió que Fenoy tenía una reunión con unos inversores y se acercaron para pedirle explicaciones. El juzgado de instrucción número 7 de Barcelona investiga a seis personas por coacciones a Fenoy, según una portavoz judicial. Entre los investigados por coacciones se encuentra Santiago Fuentes, conocido por ser uno de los juzgados en la estafa piramidal de Finanzas Forex, caso en el que finalmente fue absuelto.
Extraña conexión con el 'procés'
Nadie conoce el paradero de Joaquim Fenoy. Este asegura que la Guardia Civil le custodia en una ubicación secreta: la razón, según Fenoy, es que las personas a quienes denunció por secuestro quieren atentar contra él. También dice que la Guardia Civil le protege porque colabora con las autoridades para esclarecer la supuesta participación de sus socios de Bitchain, los hermanos Alcaraz, en una operación de la Generalitat para convertir 500.000 euros en criptomonedas ethereum. Uno de los accionistas de Chip Chap, Vicent Nos, fue noticia en 2017 porque fue uno de los expertos que la Generalitat había contactado para organizar el 1-O. Para demostrar que conoce los intríngulis del asunto, Fenoy asegura que fue él quien presentó a Nos y a Quim Franquesa, el otro técnico que el gobierno independentista contactó para crear un servicio de encriptación y certificado de votación electrónica. El Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil se personó en la demanda contra Bitchain conjuntamente con Chip Chap. La Guardia Civil no ha respondido a las preguntas de EL PAÍS sobre por qué se persona en la denuncia contra Bitchain y si su relación con Fenoy es cierta. El abogado de Chip Chap, Ramiro García, dice que solo la Guardia Civil sabe dónde está Fenoy. García considera que es necesario "echar a Fenoy del mundo de las criptomonedas".
La única dirección pública en la que aparece el nombre de Fenoy es la de una sociedad en Zamora, Blockchain Investments, domiciliada en un establecimiento de reformas del hogar. El propietario de este negocio, Ignacio Martínez, explica que invirtió 6.000 euros en bitcoins y que para ello crearon Blockchain Investments con Fenoy. Martínez recuerda que tardó meses en recuperar el dinero, sin el interés acordado del 7%. "Pero me doy con un canto en los dientes", afirma Martínez: "Lo recuperé porque mi socio iba regularmente a casa de Fenoy a exigir el dinero".
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