¡Cáncer! Esa penosa enfermedad se llama cáncer
Esta palabra se ha convertido en un prejuicio para los medios de comunicación ahora que está de moda dar las noticias edulcoradas y mascaditas
Cuando un personaje relevante fallece de cáncer no hay periódico, televisión, o incluso página web, que no diga que ha muerto tras padecer una penosa enfermedad, sin mentar la palabra tabú. Sí, se ha ido por una penosísima enfermedad que se llama cáncer. Esta palabra se ha convertido en un prejuicio para los medios de comunicación ahora que está de moda dar las noticias edulcoradas y mascaditas.
Desgraciadamente, el cáncer sigue estando ahí y por mucho que lo intentemos disimular sigue siendo cáncer con todas sus letras.
El mundo de la publicidad no se anda con paños calientes y a la hora de llamar a las cosas por su nombre es la primera. Hablar con frialdad y la necesaria crudeza sobre el tema hace que las personas se planten ante el espejo y se den cuenta de que no es en absoluto un asunto baladí. Veremos algunas muestras representativas de cómo se trata el asunto alrededor del mundo.
Empecemos por uno poco conocido pero que afecta mucho, especialmente en los países nórdicos: el de piel. La falta de sol en esas latitudes hace que sus habitantes busquen desesperadamente zonas más cálidas donde poderse desquitar pasándose el día como si de unos espetos se tratasen. Aunque con tono desenfadado, el mensaje es claro: Demasiado sol no es bueno. Y como España es un destino de sol por excelencia, el gobierno danés pide ayuda a los ciudadanos españoles.
Los que no pueden viajar intentan conseguir un tono de piel más moreno utilizando otros medios menos naturales pero igualmente eficaces. Estos rayos también son muy malos para la piel.
También fuera del norte de Europa la piel es una preocupación. Además, a diferencia del cáncer de mama o de próstata en los hombres, sí se puede evitar en la mayoría de los casos teniendo cuidado con el peor enemigo de nuestro envase.
Uno de los tipos de cáncer más frecuentes es el de pecho. Y uno de los problemas es que, llegado el momento ideal para prevenirlo, nos preocupan más otras cosas y dejemos de lado lo verdaderamente importante.
Y es que este tipo de dolencias los puede sufrir cualquier mujer. Aunque tenga una salud de hierro puede verse afectada por este mal y, por esto, no debe dejar de autoexaminarse, pese a estar como una roca y pensar que eso no le puede pasar a ella.
Aunque a veces hay que mostrar con toda su crudeza los efectos de esta enfermedad y llevarlas hasta donde puedan ser más impactantes y más vistas para crear conciencia de lo importante que es intentar prevenir.
Ante tanto fatalismo, siempre hay que dar un mensaje de esperanza. Se puede curar. Por lo tanto, no es una condena de muerte. Más de la mitad de personas que padecen esta enfermedad (53%) se curan.
El de pulmón es otro tipo de tumor que podemos intentar prevenir evitando consumir una de las lacras más mortíferas del siglo XX: el tabaco.
Además, no solo lo sufre el consumidor. También los que tiene a su lado, en ocasiones niños, se ven obligados a respirar las mismas sustancias que el fumador.
Por último, un tipo de cáncer menos conocido pero no por ello menos mortífero: la leucemia infantil. Si ya es doloroso padecer esta dolencia, que lo tenga que sufrir un niño debe ser desgarrador.
Algún día, gracias a la ciencia, estos anuncios ya no serán necesarios. Espero.
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