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El BCE autoriza a Italia para que liquide dos bancos con problemas de solvencia

No se aplicará a Veneto Banca ni a Banca Popolare di Vicenza el duro sistema europeo de resolución que sí se activó con el Popular en España

Daniel Verdú

Los bancos italianos Veneto Banca y Banca Popolare di Vicenza están en quiebra o muy cerca de la quiebra y deberán ser liquidados por parte de Italia, según ha señalado el Banco Central Europeo. Fráncfort pide así al Gobierno que solucione ya la crisis de solvencia de las entidades, pero no les aplica el sistema europeo de resolución que sí ejerció sobre el Popular en España, ya que se trata de casos distintos. "El BCE había dado tiempo a los bancos para presentar planes de capital, pero los bancos no habían podido ofrecer soluciones creíbles en el futuro", dijo el BCE.

Una oficina de Veneto Banca en Venecia, Italia
Una oficina de Veneto Banca en Venecia, ItaliaAlessandro Bianchi (REUTERS)

Después de varias semanas de incertidumbre y tensiones, el BCE autoriza la “liquidación ordenada” de los dos bancos enfermos. El Gobierno lleva trabajando algunos días con la Comisión Europea en un posible rescate. Y se espera que el Ejecutivo inicie el proceso de liquidación en algún momento de este mismo fin de semana, emitiendo un decreto de emergencia que elimine uno de los mayores dolores de cabeza bancarios del Gobierno.

La idea es separar los activos entre buenos y malos. Y en principio, Intesa Sanpaolo se quedará probablemente con la parte sana de ambos bancos –unos 20.000 millones en créditos- por 1 euro. A cambio, se baraja que el Ejecutivo italiano aporte cerca de 10.000 millones de euros. Paolo Gentiloni, primer ministro de Italia, ha asegurado que los ahorradores y accionistas están a salvo con esta operación. Y Matteo Renzi, ex primer ministro, según publicaba este viernes La Repubblica, cree que esta operación es “el mal menor”.

El BCE ha señalado que considera que ambos bancos están en quiebra o probablemente quebrarán. Por eso  "informó debidamente a la Junta de Resolución Única (SRB), que concluyó que las condiciones para una acción de resolución en relación con los dos bancos no se habían cumplido". Y agrega que "los bancos se liquidarán bajo los procedimientos italianos de insolvencia".

Así que, falta de detalles, el procedimiento se aleja por completo del sistema que ha usado para el Popular. El banco español siguiendo las normas europeas, sí fue liquidado por la Junta de Resolución Única. De esta forma no quedó en manos del Gobierno español, sino que fue esta institución europea la que procedió ante sus problemas de liquidez a cerrar el banco y poner el precio de sus acciones a cero, con la pérdida total de la inversión para 300.000 accionistas y miles de bonistas. El banco fue, esa misma noche, vendido a un competidor, el Santander, por un euro.

Rescatado por un "procedimiento nacional"

La Junta de Resolución también ha emitido un comunicado donde señala, como el BCE, que considera que no había motivos para la resolución y que los problemas de ambas entidades son de solvencia. "No se justifica la adopción de medidas por parte de la SRB para estos bancos. En consecuencia, la liquidación de los bancos tendrá lugar en el marco de un procedimiento nacional iniciado por las autoridades italianas", confirma.

El SRB, dice, estuvo de acuerdo con la evaluación del BCE y llegó a la conclusión "de que no existen medidas alternativas de supervisión o del sector privado que puedan impedir la quiebra de los bancos". Y añade: "Al considerar cuidadosamente si la acción de resolución es necesaria y proporcionada para salvaguardar los objetivos establecidos en el marco de resolución de la Unión Bancaria, la SRB ha llegado a la conclusión de que para estos dos bancos, la acción de resolución no está justificada por el interés público. En particular, ninguno de estos bancos ofrece funciones críticas y no se espera que su fracaso tenga efectos adversos significativos sobre la estabilidad financiera. En consecuencia, los bancos se liquidarán en el marco de un procedimiento normal de insolvencia en Italia", zanja.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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