Los servicios en la nube hablan español
La plataforma de soporte de Gigas la convierte en una de las firmas de más rápido crecimiento de Europa
España no abunda en empresas de crecimiento vertiginoso, pero una de ellas, Gigas, se ha colocado en el índice FT1000 del diario Financial Times entre las 126 empresas de mayor crecimiento en Europa. Fundada en 2011 por cinco profesionales de las telecomunicaciones, la empresa facturaba 402.000 euros al año siguiente, 2,5 millones en 2014 y 5,7 millones el ejercicio pasado. Su escalada ha sido un paseíllo triunfal, en un mercado, el de los servicios en la nube, fragmentado y con más de 2.000 empresas proveedoras que facturan en total 200 millones de euros. Ahora mismo, la compañía cuenta entre sus clientes con Acciona, Avianca, Walmart, ACNUR, Gas Natural Fenosa, Indra o WPP y obtiene en torno al 50% de sus ingresos de Latinoamérica, donde tiene seis delegaciones (Miami, Perú, Colombia, Panamá, Chile y México) y dos centros de datos. Da servicio en más de 150 países.
¿Qué explica su rápida aceptación en un mercado cuando hay jugadores internacionales como Amazon, Google, Accenture u otros? Que los cinco fundadores supieron encontrar un nicho de mercado no cubierto: unos servicios en la nube controlables por los clientes. Una idea que surgió en una comida entre amigos en la Navidad de 2010. "Vimos que todos teníamos el mismo problema: no había nada en España para alojar nuestros datos y teníamos que recurrir a empresas de EE UU", recuerda Diego Cabezudo, consejero delegado y cofundador.
Ni siquiera el hecho de haber nacido en plena crisis pareció afectarles. "Nos lanzamos sin dudar. Lo vimos muy claro", recuerda Cabezudo, de 43 años y procedente de la asturiana Telecable. Igual que lo vieron los fondos que los acompañaron al inicio de la aventura: Bonsai Venture Capital, Cabiedes Partners y Caixa Capital Risc. El proyecto se iniciaba en enero de 2011 y recibía su primera ronda de capital, de un millón de euros, en julio. A los fundadores no les resultó difícil convencer a sus financiadores porque supieron comunicarles el interés de la propuesta. "El hosting [alojamiento] y cloud proporcionado por empresas extranjeras era un verdadero problema para los clientes", asegura el ejecutivo. "Tenías que contratar unos servicios esenciales para tu negocio, como tus bases de datos de clientes, por la web, pagando por transferencia y sin factura, con un soporte apenas en inglés, sin servicios de asistencia ni teléfono". Una situación que se sigue manteniendo en España. "Ni Microsoft, ni Amazon ni Google tienen centros de datos en España, de modo que el que nosotros sí lo tengamos ya fue uno de nuestros principales hechos diferenciales con respecto a esas ofertas". Algo muy decisivo, ya que las empresas que acceden a alojar sus datos más críticos en la nube "quieren saber dónde están, controlarlos, poner cara a la gente que está del otro lado, poder contactarles, hacer cambios, resolver problemas".
Gigas trata de ofrecer una propuesta de mayor valor añadido a un precio muy competitivo. Algo que se debe, dice Cabezudo, a que la desarrollaron ellos: "Lo que nos evita pagar licencias a terceros, nos proporciona márgenes brutos muy altos y nos permite aplicar mejores tarifas".
"Pese a que nuestra idea inicial era centrarnos en las pymes, al poco tiempo vimos que las que estaban más interesadas eran las grandes empresas. Empezaron a pedirnos que les fuéramos a ver". Todo estaba pensado para funcionar online y no tenían ni siquiera un comercial. "Tuvimos que ir los ejecutivos a verlos". Hoy, de los 73 empleados de la compañía, 30 son comerciales. Y pese a que la mayor parte de los 3.600 clientes de la empresa son pymes, el 86% de las ventas procede de 462 clientes que son grandes firmas. Según el informe Magic Quadrant for Cloud Infrastructure as a Service de Gartner, Gigas está ya en el grupo de los 25 actores más importantes del sector.
Para el conjunto de 2017 espera unos ingresos de 7,3 millones, un 30% más que el año pasado. La empresa, que ha crecido hasta ahora solo orgánicamente, quiere aumentar su tamaño en los próximos años con compras: "Algo necesario", reconoce Cabezudo, "si queremos elevar nuestra rentabilidad". "Estamos mirando oportunidades de compra de pequeños proveedores con los que ampliar nuestra cartera de clientes lo más rápido posible". Lo harán en España y en Latinoamérica, si bien el gran foco estará del otro lado del charco, donde están ya el 40% de sus clientes y la mitad de los ingresos.
Otros horizontes
Europa no le interesa a Gigas. "Nuestro objetivo es ser líderes del mercado Cloud en Latinoamérica", asegura el consejero delegado. Pese a que la compañía fue elegida por la Comisión Europea como uno de sus cinco proveedores para su Cloud pública (la única española), no tiene la intención de implantarse en el mercado europeo, donde, curiosamente, inició su internacionalización en 2011. "Fue un paso en falso que dio mal resultado, dada la competencia. Rectificamos en seguida al instalarnos en Colombia, donde empezamos con gran éxito". Eso sí, el prestigio ganado por el contrato europeo les está ayudando a acceder a adjudicaciones de Clouds gubernamentales en Latinoamérica.
El otro gran reto pendiente de Gigas es rentabilizar las operaciones, que siguen siendo deficitarias. La empresa, que recibió tres rondas de financiación por valor de 8,5 millones de euros y ha emitido deuda por varios millones, aún no ha logrado el punto de equilibrio ni entrar en beneficios. El año pasado perdió 772.000 euros, con lo que acumuló pérdidas de 2,3 millones en los últimos tres ejercicios. Es una empresa con grandes necesidades de financiación que ha tenido que crear una estructura tecnológica y de apoyo a los clientes, con cuatro centros de datos en España, EE UU y Colombia, con más de 300 servidores en funcionamiento, el desarrollo de una plataforma y cubrir los costes de un personal altamente cualificado compuesto por ingenieros.
Esta particularidad ha hecho que la salida de Gigas a Bolsa, pese a su carácter de empresa de alto crecimiento, no haya tenido muy buena fortuna. La empresa, que salió al parqué a finales de 2015 por más de tres euros por título, está ahora a 2,55 euros. En Gigas están convencidos de que esta situación está empezando a cambiar. "Este primer trimestre ya empezamos a cubrir costes, por lo que registramos nuestro primer Ebitda [resultado de explotación] positivo desde nuestra fundación. Y si bien aún tendremos resultados netos negativos este año, en 2018 ya entraremos en beneficios", cree Cabezudo. No hay que olvidar, además, que, cuando la empresa salió a Bolsa facturaba 3,5 millones y este año acabará con más de 7. "Esto nos dará a nuestro valor en Bolsa un gran potencial de revalorización".
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