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Fernández Ordóñez afirma que los inspectores no le enviaron el correo sobre la inviabilidad de Bankia

El exgobernador del Banco de España asegura que sus subordinados hicieron bien en no comunicarlo

El exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (izquierda).Foto: atlas | Vídeo: EMILIO NARANJO (EFE) | ATLAS
Fernando J. Pérez

Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España en el momento de la salida a bolsa de Bankia, negó este jueves ante el juez que recibiera los correos del inspector José Antonio Casaus que alertaban de la inviabilidad de BFA —la matriz de la entidad, formada por la integración de siete cajas de ahorros— y del riesgo que entrañaba el debú bursátil para los accionistas y los contribuyentes. Fernández Ordóñez, que declaró como imputado, defendió la gestión que hizo de la crisis bancaria al frente del supervisor.

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Fernández Ordóñez llevó las riendas del Banco de España entre julio de 2006 y junio de 2012, un mandato en el que la economía española pasó del milagro propiciado por la expansión sin freno del sector inmobiliario, a la crisis financiera más profunda de la historia reciente. El exgobernador acudió a declarar como investigado —nueva denominación de los imputados— ante el juez Fernando Andreu, que investiga el caso de la salida a bolsa de Bankia con un folleto con datos contables supuestamente falseados.

La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenó al magistrado que le tomara declaración después de que se incorporaran a la causa cuatro correos electrónicos del inspector del Banco de España José Antonio Casaus. Estos mensajes, enviados a Pedro Comín, director de Supervisión, en el mes de abril de 2011, alertaban de la inviabilidad del plan para integrar a siete cajas de ahorro en quiebra en el Banco Financiero y de Ahorro (BFA) y del riesgo para los accionistas y los contribuyentes de la salida a bolsa de la entidad resultante, Bankia. BFA fue nacionalizada en 2012 y recibió 22.424 millones de euros de ayudas públicas, de las cuales 10.620 fueron para Bankia.

Fernández Ordóñez —conocido por la sigla MAFO, de las iniciales de su nombre y apellidos—, defendió su actuación en este caso. Según fuentes presentes en el interrogatorio, el máximo responsable del organismo supervisor afirmó que los inspectores no le mandaron esa comunicación de alerta de Casaus y que “hicieron bien, porque no tenían por qué hacerlo”.

Fernández Ordóñez, según las mismas fuentes jurídicas, se mostró satisfecho de su actuación al frente del Banco de España, y explicó el desplome de Bankia por la situación de crisis repentina de aquellos años, agravada por la explosión de la burbuja inmobiliaria y por el efecto de la regulación escasa del sistema bancario en esa época. El máximo responsable del supervisor, de acuerdo con las mismas fuentes jurídicas, presentó el rescate de la entidad como un fenómeno natural y planteó un símil de ingeniería: “Las pruebas de resistencia no evitan que venga un terremoto y rompa el puente”. El exgobernador recordó que Bankia acabó siendo nacionalizada pese a que había pasado los test de resistencia de la Autoridad Bancaria Europea.

Fernández Ordóñez también se escudó en la herencia recibida. Según él, la crisis bancaria con la que tuvo que lidiar él se generó años atrás. En la vista, que duró alrededor de una hora y media ni la fiscalía ni la abogacía del Estado formularon preguntas y el peso del interrogatorio recayó en el abogado Andrés Herzog, de la acusación popular de la Confederación Intersindical de Crédito.

Respecto a los correos, el responsable del supervisor no solo aseguró que no los recibió, sino que argumentó que el diagnóstico realizado por el inspector Casaus estaba “equivocado”. Fernández Ordóñez cuestionó incluso que este subordinado acertara en sus previsiones. Según las mismas fuentes, el supervisor contrapuso los supuestos errores de apreciación de Casaus, con otras informaciones que le llegaron sobre la inviabilidad de Bancaja, una de las siete cajas de ahorro integradas en BFA y de las que dijo que tenían “más fundamento”.

Para referirse al contenido de los correos de Casaus, el exgobernador, según fuentes participantes en el interrogatorio, que se celebró a puerta cerrada, hizo una comparación entre una predicción y una adivinanza. Sostuvo que aunque el inspector pudiera haber acertado en el resultado final de desplome de BFA, estaba equivocado en sus presupuestos, ya que hacía hincapié para explicar la posible quiebra en que la entidad resultante de la integración de las cajas iba a tener un margen de explotación –capacidad para dar resultados- muy baja, cuando lo que en realidad lastró al grupo fue el deterioro de sus activos.

El 8 de abril de 2011 Casaus explicaba a Comín que el diseño de separar el banco malo y dejarlo en la matriz BFA, para sacar al parqué los activos mejores, Bankia, no daría resultado. Según fuentes presentes en la sala, Fernández Ordóñez afirmó que la separación no perjudicaría a Bankia, ya que los activos más dañados quedarían en BFA.

Fernández Ordóñez negó tajantemente que ejerciera presiones para que los bancos acudieran a la salida a Bolsa de Bankia. “Es inconcebible que un supervisor pueda hacer gestiones en beneficio de un supervisado”, manifestó, según las fuentes presentes. Según él, “la única presión política” que tenía era “la de los reales decretos”, en referencia probable al de julio de 2009 sobre reestructuración bancaria y reforzamiento de los recursos propios de las entidades de crédito.

Casaus defiende sus correos

Antes de Fernández Ordóñez ha sido interrogado Francisco Javier Aríztegui, subgobernador del Banco de España en los mismos años. Este, según fuentes jurídicas, ha incidido en los mismos detalles.

La jornada de interrogatorios la ha cerrado José Antonio Casaus, que ha acudido como testigo. La declaración del inspector se ha tenido que parar durante unos minutos porque este, visiblemente emocionado, no podía continuar hablando. Casaus ha defendido la pulcritud técnica de los informes que envío por correo electrónico a su superior Pedro Comín, jefe de supervisión del Banco de España, sobre la inviabilidad de BFA-Bankia.

Casaus, que ha acudido al juzgado con una pegatina con el lema "Derecho a Vivir" -la campaña antiabortista de la organización Hazte Oír- en la solapa de la americana, ha contado que los correos no eran un acto espontáneo sino “meditados y pensados”. Según él “nadie discutía” su diagnóstico de que el grupo BFA-Bankia “estaba muerto”. Ha dado validez a las cuentas presentadas y a las provisiones realizadas por el grupo (en contra del criterio de los peritos) y ha insistido en que siempre se refería a los problemas de BFA, no de Bankia, si bien una quiebra de la matriz acabaría poniendo en serias dificultades a su filial. Al salir de la Audiencia, Casaus no quiso hacer declaraciones a la prensa sobre su interrogatorio, pero sí dijo: "En España hay 100.000 abortos al año, eso es de lo que hay que hablar".

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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