Recuperación bancaria
Las bolsas ya están viendo cómo el regreso de la desregulación va a impulsar los beneficios de las entidades
Tras asomarse a mínimos históricos a mediados del pasado año —concretamente en los días siguientes al Brexit— la valoración bursátil de la banca europea (especialmente la española), ha registrado una recuperación superior al 50% desde entonces, acercándose a una valoración relativa (ratio P/B, entre valor de mercado y valor en libros) cercana a la unidad. Esa recuperación de valor en los bancos ha sido muy superior a la registrada en los resultados de 2016, poniendo de manifiesto el carácter anticipador del mercado de valores, y que es mucho más intenso en el caso de los bancos que en el resto de sectores cotizados. En este sentido, recordemos que en la primera mitad de 2016 los bancos cayeron en Bolsa casi el doble que el resto de sectores (35% frente a 20%), y en la posterior recuperación los bancos lo han hecho casi el doble de bien que el resto.
Desde esa premisa, cabe preguntarse qué está anticipando el mercado para esa positiva valoración de los bancos. En primer lugar, una cierta relajación de las exigencias regulatorias internacionales. No es casual que las más intensas subidas de los bancos en Bolsa tenían lugar en momentos en los que autoridades reguladoras, primero británicas (en los días siguientes al Brexit), y luego estadounidenses (con la nueva administración Trump) anunciaban medidas encaminadas a reducir la carga regulatoria sobre sus bancos, medidas a las que difícilmente podrá sustraerse la Unión Europea, so pena de situar a sus bancos en una desventaja competitiva frente a británicos y estadounidenses.
Pero más allá de ese positivo efecto derivado de una menor presión regulatoria, la valoración relativa de los bancos europeos —la recuperación más intensa, dentro de Europa, ha sido en los bancos españoles y franceses— ha interiorizado la anticipación de un escenario económico y financiero con algo más de crecimiento, y en el que los tipos de interés pudieran albergar algún horizonte de normalización. Aunque en el caso europeo esta no vaya a ser inmediata, el hecho de que en Estados Unidos la curva de interés ha registrado un importante repunte, indicando expectativas de elevación de tipos cortos en dicho país, ha sido recibido como agua de mayo por un sector cuyo modelo de negocio sufre con tipos de interés en cero o negativo. Solo así se explica la correlación, superior al 80%, observada entre la recuperación bursátil de los bancos europeos, y el repunte de la curva de tipos en dólares.
Como apunte final, recalcar que esa importante recuperación bursátil de los bancos no ha sido homogénea, ni entre países ni entre bancos dentro de cada país, amplificándose las diferencias de valoración entre bancos, lo cual sin duda es sano, al eliminar un componente adverso que se aplicaba a todos los bancos por el hecho de serlo.
Angel Berges y Fernando Rojas son profesores de AFI Escuela de Finanzas.
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