Jaime Serra Puche: “Estamos en la dirección correcta con el TLCAN”
El padre mexicano del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá pide más apertura y evitar el proteccionismo
Jaime Serra Puche recuerda que se sentó a negociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en una mesa triangular. Era 1992 y cada lado del triángulo era ocupado por un país: Estados Unidos, México y Canadá. Serra Puche, uno de los padres mexicanos del acuerdo comercial, dice que después de un cuarto de siglo la situación entre las tres naciones ha cambiado. “No acabamos de entender América del Norte como una región. Ya no estamos en lados opuestos de la mesa. Estamos del mismo lado de la mesa”.
Serra Puche fue una pieza clave en la apertura económica que México atravesó en la década de los noventa. El político egresado de Yale fue secretario de Comercio en el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y, brevemente, de Hacienda y Crédito Público con Ernesto Zedillo. El exministro ha hecho una defensa del acuerdo comercial, sobre el que pende la espada de Damocles desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. El presidente de Estados Unidos ha puesto en la mira al TLCAN porque afirma que México se ha aprovechado del acuerdo, destruyendo la capacidad de la industria de manufactura de Estados Unidos y aumentando el déficit comercial. El Gobierno mexicano calcula que una renegociación del tratado arrancará el mes de junio.
Serra cree que la salida de alguna de las partes del tratado afectaría la competitividad de la región, que se ha convertido en la segunda más importante por detrás de la Unión Europea (UE) desde 1994. “Lo que hay que hacer es abrir más no cerrar”. En su opinión, una eventual disolución del TLCAN iría en contra de una tendencia mundial que ha llevado a que los acuerdos comerciales más importantes dejen de ser firmados entre países en solitario para ser tratos regionales. Hace 24 años, existían 42 acuerdos de este tipo mientras que hoy son 280. “Estamos en la dirección correcta”, dijo Serra Puche en una conferencia en el centro de la Ciudad de México.
El TLCAN ha brindado a los tres países varios beneficios. Serra estima entre ellos una convergencia de las variables de corto plazo. La inflación en México, por ejemplo, tenía un comportamiento mucho más volátil antes de la entrada en vigor del acuerdo. Desde 1994 la cifra gozó de una variación similar a la de Estados Unidos y Canadá. Lo mismo ha sucedido con la volatilidad del tipo de cambio, las tasas de interés y la producción industrial.
Serra también afirma que el acuerdo ha elevado “exponencialmente” los flujos comerciales entre los miembros. En 24 años solo los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y la crisis de Lehman Brothers ralentizaron los intercambios comerciales. El exministro cree que el Gobierno de Trump puede convertirse en un tercer obstáculo que afecte la dinámica económica de la región. “Puede haber una caída pero tarde o temprano se volverá al ritmo de antes porque la fuerza del mercado se impone siempre”.
El exministro, que también tejió acuerdos con Chile, Colombia, Venezuela, Bolivia y Costa Rica, cree que Washington debe aportar más “racionalidad” al debate sobre el TLCAN. “Nos han mentido mucho en este tema”, agregó. Para ilustrar esto utilizó el tema del déficit comercial, una de las obsesiones de Trump. El republicano ha utilizado a México, con el que tiene un déficit de 8.9%, como chivo expiatorio a pesar de que esta brecha es mayor comparada con China (57%) o la Unión Europea (17%). El presidente estadounidense ha dicho que un régimen comercial distinto permitirá reducirlo. “No ocurrirá. El déficit comercial solo bajará si el sector público y privado ahorran más”.
Serra también dio algunas claves sobre la negociación que viene. El político del PRI asegura que México debe definir una estrategia clara antes de sentarse a la mesa. Dio un voto de confianza al equipo de negociadores de la Secretaría de Economía. “Los siento absolutamente capaces”, afirmó. Además, el exministro cree que las charlas deben hacerse de forma trilateral para equilibrar el proceso. Dijo que era una buena señal el anuncio reciente de Chrystia Freeland, la canciller canadiense, sobre la disposición de su país de una negociación a tres bandas.
Serra recordó que el mayor avance en los años de negociación del TLCAN era el fax. Todo lo que ha generado la revolución tecnológica de Internet es una posible área de ampliación en la renegociación. Para ello, según Serra, las partes deben ser cuidadosas con el proceso. “No tiene ningún sentido cambiar las reglas de la negociación con un tuit”. Los negociadores también deben apegarse a las reglas y evitar el proteccionismo, los aranceles y una guerra comercial.
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