El Ibex se queda atrás en el ‘rally’ de Navidad
El tradicional rebote de fin de curso en la Bolsa, este año acelerado por el ‘efecto Trump’, beneficia solo a EE UU
La Bolsa también tiene sus tradiciones. Una de ellas hace referencia al rally alcista de las cotizaciones en el tramo final de cada ejercicio. Este rebote no es una simple leyenda urbana, sino que está avalado por los datos. En el caso del Ibex 35, en siete de los últimos diez años el mes de diciembre cerró con ganancias. Al margen de los datos económicos que marcan la pauta de la evolución de las acciones en cada momento concreto, la revalorización navideña tiene una doble explicación técnica. En primer lugar, muchos gestores de fondos reorganizan sus carteras, apostando por aquellos sectores o valores que mejor lo han hecho en los meses previos, y así maquillar los resultados del curso ante sus clientes. Por otro lado, es una época en la que bancos de inversión publican sus previsiones de mercado para el año siguiente, lo que provoca que todos quieran tomar posiciones ante lo que se avecina.
El peso de la banca, muy afectada por el efecto Trump en Latinoamérica, ejerce de lastre
En 2017 el rally se ha adelantado unas cuantas semanas. Sin embargo, ni ha sido por los factores antes citados, ni ha afectado a todos los países por igual. La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE UU ha cogido a muchos con el paso cambiado. Y no solo por el resultado. El triunfo del candidato republicano era visto como el peor resultado para la Bolsa. Sin embargo, el índice Dow Jones estadounidense sube un 4,36% desde el pasado 9 de noviembre y cotiza en zona de máximos históricos. En cambio, la Bolsa europea, medida a través del índice Euro Stoxx 50, apenas sube un 0,82%, mientras que el Ibex 35 se deja un 2,9% de su valor en este periodo.
“Este año, quien esperase a diciembre para beneficiarse del rally, quizás se lo haya perdido. Tras la victoria de Trump, la Bolsa estadounidense ha subido mucho en muy poco tiempo. Ahora no es que seamos bajistas, pero el cuerpo nos pide esperar a que esta subida se vea respaldada por los resultados empresariales antes de tomar nuevas posiciones”, reconoce Natalia Aguirre, responsable de análisis de Renta 4. “El mercado ha descontado que las políticas de Trump traerán mayor crecimiento por el aumento del gasto público, lo que es bueno para las empresas americanas, y además generarán una espiral inflacionistas, lo que ha provocado una masiva venta de bonos ante la posibilidad de subidas en los tipos de interés”, añade Aguirre.
EE UU es la locomotora económica mundial y si Wall Street carbura suele terminar beneficiando a todas las Bolsas del mundo. Sin embargo, en este caso casi todo el dinero que ha salido de la deuda pública se ha concentrado en las acciones estadounidenses, sobre todo en las de aquellos sectores más beneficiados por una hipotética subida de tipos, y no ha servido de carburante alcista para el resto de índices. ¿Por qué? Witold Bahrke, estratega macro de Nordea AM, tiene la siguiente teoría: “Todas las medidas de Trump en el fondo no significan más que crecer a costa de mermar el potencial del resto de países a través del proteccionismo, y de hipotecar a las siguientes generaciones con más déficit. Por lo tanto, los inversores no deberían esperar el típico efecto contagio de EE UU a la economía mundial. Más bien, el efecto neto será un crecimiento global aún más divergente y con mayores riesgos financieros”.
El lastre latino
El referéndum italiano y la reunión de la Fed marcarán la evolución del mercado a corto plazo
El Ibex 35 pierde un 9,11% en lo que va de año y, desde que estalló la crisis en 2007 se ha comportado peor que el resto de grandes plazas bursátiles. A pesar de que las compañías españolas cotizan en múltiplos más baratos que la mayor parte de sus homólogos, la Bolsa española no acaba de aprovecharlo. “Para que suba el Ibex tiene que darse un contexto favorable para el sector bancario debido al peso que tiene en el índice. Sin embargo, tras la victoria de Trump la inestabilidad se ha trasladado a los mercados emergentes, sobre todo en Latinoamérica, donde las mayores entidades del país generan buena parte de sus ganancias”, reflexiona Ignacio Cantos, director de inversiones de atl Capital. “Somos moderadamente optimistas con la Bolsa española porque hay crecimiento económico y los resultados empresariales no están siendo malos. La clave para poder disfrutar del rally está en el resultado del referéndum italiano [4 de diciembre] y la reacción que tenga Matteo Renzi [primer ministro] a la posible derrota de su propuesta para reformar la constitución”, añade Cantos.
Fernando Hernández, analista de Andbank, cree que el mercado terminará reconociendo el valor que esconcen las compañías españolas. “Un escenario de subidas de tipos debe favorecer a los bancos españoles. Eso puede ocurrir en las próximas semanas o en el arranque de 2017”. Una teoría similar también la defiende José Ramón Iturrriaga, gestor de Abante, en su último comentario de merado: “En esta época de populismos, España es un oasis de moderación y eso hay que valorarlo. Es más inversión. Es más crecimiento. Y debería ser el mejor argumento para que se cerrara el descuento con el que cotizan los activos españoles como consecuencia de los infundados miedos políticos que han pesado sobre ellos en los últimos tiempos. España debería volver por la puerta grande al radar de los inversores internacionales”.
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