Formación sólida en un escenario líquido
Varios expertos en Educación avanzan las claves del trabajo del futuro en un debate organizado por EL PAÍS y la Fundación Santillana
Para dar la talla en el nuevo escenario laboral ya no basta con saber inglés. Las empresas lo dan por hecho. Ahora hay que tener nociones básicas de programación para entender la transformación del mundo. También estar dispuesto a viajar.
Esas son las competencias básicas para encontrar un empleo, según señaló ayer el catedrático de Sociología Mariano Fernández Enguita en la jornada Educar para el futuro, organizada por EL PAÍS y la Fundación Santillana en la sede de la Fundación Telefónica como antesala de la segunda edición de El PAÍS con tu futuro, un evento que se celebrará el 20 y 21 de diciembre en los cines Kinépolis de Pozuelo de Alarcón para orientar a los jóvenes en su camino hacia la Universidad y despertar sus vocaciones. Este año cerca de 4.000 estudiantes de segundo de Bachillerato y de Formación Profesional conocerán de la mano de 80 expertos los trabajos que todavía no existen.
Reflexionar sobre cómo se está educando a los jóvenes para afrontar su futuro profesional fue el objetivo de la jornada Educar para el futuro, en la que se ofrecieron una serie de datos sobre los que debatir. El 75 % de las profesiones del futuro aún no existen o se están creando; el 28% de los jóvenes que han pasado por la universidad considera que su título no le ha servido para encontrar un empleo, y el 70% de los trabajadores con titulación superior realiza funciones que están muy por debajo de su cualificación. ¿Qué cambios necesita el sistema educativo para dar una respuesta adecuada a un mercado laboral en constante evolución? Estas fueron algunas de las cuestiones planteadas por Emiliano Martínez, vicepresidente de la Fundación Santillana; Jorge Rivera, director adjunto de EL PAÍS; José María Sanz-Magallón, director general de la Fundación Telefónica, y Rafael Van Grieken, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid.
Ante unos 200 asistentes, Carlos Bertrán, director de Operaciones en Generation Spain -fundación de McKinsey Social Iniciative-, apuntó que los jóvenes se encuentran con tres barreras a la hora de seguir una ruta profesional: el coste de los estudios, la falta de información sobre los sectores emergentes y el descarte de la Formación Profesional como una opción de futuro, mientras en otros países europeos como Alemania esta vía garantiza altos niveles de empleo entre la población joven. “Los jóvenes necesitan asesoramiento y prueba de ello es que desde 2007 se han incrementado un 174% las matriculaciones en grados relacionados con la arquitectura pese al desplome del sector inmobiliario”, explicó. Otro de los problemas, según uno de sus estudios, es que las empresas españolas solo están satisfechas con el 30% de las nuevas contrataciones de jóvenes, porque no tienen las habilidades necesarias. Además, el 38% de los jóvenes reconocen que no están preparados para asumir los nuevos roles.
Para Javier Fesser, director de cine y profesor de SUR, escuela de profesiones artísticas, la educación está planteada desde un punto de vista erróneo y, en lugar de despertar la curiosidad, potencia la aparición del miedo a cometer errores, al fracaso. “Hay que potenciar las habilidades que no son técnicas, las llamadas soft skills, y en especial, la capacidad de comunicar”, añadió para finalizar el debate Más y mejor educación para Empleos diferentes, coordinado por Mariano Jabonero, director de Educación de la Fundación Santillana.
¿Cómo serán los empleos del futuro? Esa fue la cuestión planteada por la periodista de la cadena SER Marta González Novo en la segunda mesa de debate. En este caso, Carlos Andradas, rector de la Universidad Complutense de Madrid, recalcó que la tendencia será la aparición de nuevos empleos relacionados con el tiempo libre. “La robotización hará florecer otros nichos más artísticos, asociados también al bienestar psíquico. No todos los nuevos trabajos van a ser digitales”.
Por su parte, Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid, señaló que la digitalización de los empleos es ya un fenómeno imparable que afectará desde el sector agrario al terciario, el de servicios. Por ello, defendió que adquirir nociones básicas en digitalización será imprescindible para la totalidad de los trabajadores.
Para Jorge Arévalo, viceconsejero de FP del Gobierno vasco, el gran problema de la desconexión entre lo que requieren las empresas y la oferta formativa es la poca importancia que se da en España a la Formación Profesional. “Gran parte del éxito de la baja tasa de desempleo en el País Vasco (entorno al 13%) se debe a nuestra inversión en FP”.
La catedrática de Ética de la Universidad de Valencia, Adela Cortina, cerró el encuentro con un discurso en defensa del protagonismo de las Humanidades. “Kant decía que la persona es lo que la educación le hace ser y para crear ciudadanos no podemos olvidarnos de los valores, inculcar interés por la sensibilización social es clave”, lanzó a los asistentes. Para Cortina, la mejor herramienta para encajar en el futuro es aprender a ser flexible para adaptarse a un entorno en permanente cambio.
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