EE UU ya tiene más reservas de crudo que Arabia Saudí
Los exportadores tradicionales aprovechan un coste de producción muy inferior respecto a los del país norteamericano
El desarrollo de la fracturación hidráulica (fracking) como método de extracción de petróleo ha subvertido los equilibrios del mercado mundial y ha convertido a EE UU en el primer productor del mundo. Pero no solo: la consultora noruega Rystad Energy ha calculado que gracias alfrackinglas reservas aprovechables del país norteamericano ya superan a las de Arabia Saudí, el principal exportador mundial. Sin embargo, el menor coste de producción de este país y de los demás Estados de Oriente Próximo les está permitiendo aumentar su cuota de mercado pese a que el precio del barril cotice por debajo de los 50 dolares, mientras las empresas de EE UU, donde según Rystad más de la mitad de la reservas tiene que extraerse con costosos métodos no convencionales, han tenido que aplicar duros recortes.
El estudio de la firma noruega, publicado a principio de julio y desarrollado a lo largo de tres años, indica que EE UU posee 264.000 de los 2.092.000 millones de barriles —repartidos en 60.000 yacimientos— que componen las reservas globales de crudo, y que 60.000 millones de ellos se hallan en el Estado de Texas.
El total de reservas globales equivale a 70 veces la actual tasa de producción mundial de unos 30.000 millones de barriles al año y a casi 800.000 millones de barriles más de los 1.300.000 que según la Rystad se produjeron hasta 2015. El petróleo no convencional constituye el 30% de esas reservas, el crudo offshore el 33%.
Sin embargo, la abundancia de crudo en el subsuelo estadounidense no tendrá consecuencias comerciales a corto plazo, según el analista de la consultora londinense Energy Aspect Richard Mallinson: “Hay mucho petróleo no convencional, no solo en Estados Unidos sino también en otros países. Pero el punto fundamental es su coste de extracción. Existen muy pocos yacimientos cuyos gastos de producción puedan competir con los del crudo convencional que abunda en Oriente Próximo, y pasará mucho tiempo antes que los precios del crudo sean bastante elevados como para hacer rentable la extracción de la mayoría de las reservas no convencionales”, destaca.
El pasado 5 de julio el índice brent, la referencia internacional, cotizaba alrededor de los 48 dólares tras perder un 5% por la incertidumbre que se ha difundido en los mercados al concretarse el Brexit. Se trata de valores muy lejanos de los de junio de 2014, cuando el crudo, antes del desplome ocasionado por la sobreoferta de petróleo ligada al aumento de producción no convencional estadounidense, cotizaba alrededor de los 115 dólares.
Más plataformas
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) bajó este viernes un 1,25 %, hasta los 44,19 dólares el barril, en medio de nuevos datos que dan cuenta de un aumento en las plataformas petrolíferas operando en Estados Unidos.
La firma privada Baker Hugues calcula que en la última semana ha habido 14 nuevas plataformas petrolíferas operando en Estados Unidos, hasta 371. El dato demuestra una vez más el regreso a operaciones de muchas plataformas que habían dejado de funcionar por los bajos niveles del precio del petróleo, que se arrastran desde fines de 2014.
Pero aún está lejos de las que había por estas fechas hace un año, que alcanzaron las 659 unidades.
En lo que va de año, el WTI registró un mínimo anual de 26,21 dólares el barril, el pasado 11 de febrero, pero desde el 19 de abril pasado se está manteniendo por encima de los 40 dólares, y el 8 de junio llegó a un máximo anual de 51,23 dólares.
Menos prospecciones
Los elevados costes de extracción que conlleva el fracking ya han traído sus consecuencias. Según un estudio de la consultora Wood Mackensie, las empresas petroleras estadounidenses han recordado la mitad del presupuesto destinado a la inversión en exploración y producción, que se reducirá en 125.000 millones de dólares (113.000 millones de euros) entre 2016 y 2017. Y, en efecto, en la primera semana de julio la producción de EE UU disminuyó dos millones de barriles al día, la mayor caída semanal desde los máximos alcanzados en abril de 2015, según los datos de la Energy Information Administration.
Pero mientras las compañías norteamericanas luchan para que sus cuentas cuadren, los productores tradicionales aprovechan para apuntalar su cuota de marcado y satisfacer la demanda global de crudo, que empujada por los precios asequibles crecerá 1,3 millones de barriles al día en 2017, hasta los 97,4 millones de barriles diarios, según los datos de la Agencia Internacional de la Energía. También la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se ha mostrado optimista sobre las perspectivas para el mercado petrolero en 2017. En su último informe mensual sostiene que la demanda global de crudo aumentará en 1,15 millones de barriles por día en 2017, será más alta que su producción y hará que se disminuirán las reservas. “Oriente Próximo es la primera fuente de las importaciones mundiales de crudo”, aseveró en una reciente entrevista al diario británico Financial Times el director de la agencia, Faith Birol. Según los datos de la institución con sede en Paris, los países de esa región producen el 34% del crudo mundial, la cuota más elevada desde 1985, cuando alcanzaron el 36%.
Y esta tendencia parece ir a más: los recortes de las compañías estadounidenses han sido compensados por el aumento de la producción de Irán, Irak y Arabia Saudí, tres pesos pesados de la OPEP, el cartel de los productores tradicionales. “Oriente Próximo nos está recordando que representa la principal fuente de petróleo barato”, insistió Birol, y añadió que dentro de dos décadas la región satisfará los tres cuartos de la demanda mundial.
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