Y ahora, ¿dónde pongo el dinero?
El primer semestre fue malo para la mayoría de activos. Los expertos aconsejan carteras diversificadas
Una montaña rusa. Eso es lo que han sido los mercados financieros en el primer semestre de 2016. El año comenzó movido por el temor de los inversores a que la debilidad de los países emergentes acabase contagiando a las economías desarrolladas, lo que hundió el precio del crudo. Luego las dudas las sembró la Reserva Federal con su decisión de retrasar la subida de tipos en EE UU; finalmente, el golpe de gracia para el dinero llegó de la mano de un cisne negro: el Brexit.
El resultado de estos sobresaltos deja un balance bastante negativo para los ahorradores en el primer semestre del curso. Las Bolsas cierran la primera mitad de año con sonoros batacazos —el Ibex 35 se dejó un 14,8% en el periodo— y sólo los índices estadounidenses y el Footsie británico aguantaron en terreno positivo. En un entorno de fuertes pérdidas y gran volatilidad, los flujos de dinero volaron hacia sus refugios tradicionales, con independencia de que esas guaridas ya no ofrezcan la seguridad de antaño: la rentabilidad del bono alemán a 10 años cerró el semestre en -0,132%, mientras que la onza de oro se revalorizó un 25% desde enero.
Una vez consultados diferentes expertos acerca de qué puede ocurrir en los mercados durante la segunda mitad de 2016, las conclusiones son más bien pesimistas. Todos coinciden en que la volatilidad continuará y que por ese motivo hay que construir carteras diversificadas y globales. En opinión de los analistas, conviene ser muy selectivos en renta variable (hay preferencia por la Bolsa americana frente a la europea) y algunos de ellos sugieren la renta fija corporativa como alternativa. Otro consejo: más exposición al dólar, e incluso a las divisas emergentes, que al euro y a la libra.
Tras el ‘brexit’ la bolsa americana vuelve a recobrar atractivo
“Este es el año de la volatilidad. Lo era en enero y se mantiene ahora. Vivimos un momento con más factores de inestabilidad que nunca. No es un año normal”, reconoce Víctor Alvargonzález. El director de estrategia de Tressis aconseja tener exposición a la renta variable “en dosis pequeñas”. Los vaivenes del mercado han dejado algunos valores cotizando en precios atractivos y en algún momento todo el dinero que hay a refugio tendrá que salir en busca de rentabilidades, por lo que conviene mantener cierta parte de la cartera en Bolsa. “El Brexit ha cambiado la percepción de las cosas. Muchos inversores han tirado la toalla con Europa. Puestos a correr riesgos en Bolsa, prefieren correrlos en EE UU, donde al menos hay crecimiento”. Eso sí, Alvargonzález cree que los inversores conservadores que deseen tener exposición a Wall Street deben esperar a que el índice S&P 500 rebase su máximo histórico.
“En renta fija insistimos en nuestra idea de que hay oportunidades en deuda corporativa. La situación en Europa obliga al BCE a seguir actuando para evitar la deflación y eso favorece a los bonos empresariales”, dice Alvargonzález. Este experto destaca que aquellos inversores más conservadores pueden considerar la opción de comprar fondos que preservan el capital. “Te van a dar algo más que un depósito, pero no te van a quitar el sueño”, concluye.
Por su parte, Prem Thapar, director de Lombard Odier Gestión, cree que las negociaciones para la salida de Reino Unido de la UE marcarán el devenir de los mercados en los próximos meses. “Si Bruselas mantiene una hoja de ruta clara y firme, el daño será menor. El Brexit traerá menos crecimiento a Europa, pero no va a ser el fin del mundo. En cambio, si la UE se ablanda y concede unas condiciones ventajosas a Londres, el escenario se complica porque muchos otros países podrán plantearse lo mismo”, argumenta.
Para un pequeño inversor la única salida ahora mismo, según Thapar, es tener una cartera global con exposición a distintas divisas, “que permita que una caída adicional de la Bolsa se compense por la apreciación de la moneda local”. EE UU es un mercado que le gusta al gestor de Lombard, aunque avisa de que en estos momentos cotiza a un precio exigente. “Por eso creemos que es un momento para tener en cartera activos de países emergentes”.
El departamento de análisis de Bankinter, en su informe de estrategia para el segundo semestre, recomienda tener una “proactividad prudente”, lo que significa que los inversores deberán moverse acompañando a las circunstancias, siguiendo muy de cerca el efecto que tengan en el mercado las medidas que apliquen los bancos centrales tras el Brexit. “Defendemos un posicionamiento neutral en renta variable porque las valoraciones no son generosas, pero con preferencia por la americana. Los bonos estadounidenses, incluidos los high yield, ganan atractivo y visibilidad, así como el inmobiliario español (Socimis) tras el resultado electoral”, señalan.
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