El Supremo rechaza el rescate a la R-2 porque la empresa calculó mal el tráfico
La sentencia dice que la concesionaria debe responsabilizarse de sus errores en las previsiones de uso de la autopista
El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso presentado por Henarsa, concesionaria de la autopista de peaje radial R-2 Madrid-Guadalajara, que solicitaba que fuera rescatada por el Estado alegando que el Ministerio de Fomento era el responsable de la quiebra al haber hecho unas estimaciones de tráfico muy por encima de la realidad.
El Supremo rechaza el argumento de la concesionaria de que la grave y prolongada reducción del tráfico obedezca, con carácter principal, a un “riesgo imprevisible”, como es la crisis económica iniciada en 2008 “y sin visos de concluir en breve plazo”. El fallo añade que es la empresa la que asume con sus propias previsiones ese riesgo, y es ella la que debe tener en cuenta la situación económica, y las posibles fases de crisis.
Y como ya ha hecho en anteriores sentencias, el Supremo concluye “la imposibilidad de imputar dicho error a la Administración al ser consecuencia del riesgo y ventura contractual que la licitadora debió examinar y examinó al participar en el concurso".
Según el Supremo, esa responsabilidad recae en la concesionaria cuando realizó el plan económico-financiero que determinó la adjudicación de la concesión de la R-2, que incluía cifras de tráfico muy superiores a cualquier estudio presentado por la Administración.
Henarsa culpaba a Fomento del tráfico escaso
Henarsa -participada por Abertis, ACS y Bankia- se declaró en concurso de acreedores en septiembre de 2013 por el Juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid, con una deuda financiera de unos 450 millones de euros.
La concesionaria, que inició el proceso judicial en 2012, también basaba su petición de rescate en la responsabilidad del Estado por no haber continuado las obras de la autopista Madrid- Eje del Ebro, la ampliación y mejora de la autovía A-2 y el retraso en la puesta en servicio del cierre norte de la M-50, lo que ocasionó una menor tráfico por la R-2. Pero el Supremo también rechaza este argumento al considerar que no se trataba de proyectos en firme cuando se hizo la concesión de la R-2.
Todas en concurso
Además de la R-2, también están en concurso de acreedores las tres radiales de Madrid (R-3, R-4 y R-5), la que une la capital con el aeropuerto de Barajas, la Ocaña-La Roda, la Madrid-Toledo y la Cartagena-Vera.
Tras no fraguarse un acuerdo sobre el plan de rescate que propuso el actual Gobierno en funciones, que pasaba por nacionalizar las vías tras aplicar una quita del 50% en la deuda de 3.200 millones que suman, alguna de las autopistas han entrado ya en fase de liquidación.
En el caso de la R-3 y la R-5, el auto de liquidación insta a la concesionaria a dejar de prestar servicio el próximo 1 de octubre, con lo que las vías dejarán de estar operativas en esa fecha en caso de que Fomento no las asuma.
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