Portugal firma el fin de la limitación del voto en BPI por “interés nacional”
El éxito de la opa de CaixaBank deberá contar con el beneplácito del Banco de Angola
El presidente de Portugal ha firmado el decreto del Gobierno para acabar con la limitación del derecho de voto en entidades financieras. Marcelo Rebelo de Sousa, en su página presidencial, ha explicado que lo hace por “interés nacional” y por “reforzar la solidez del sistema financiero”.
El cambio legislativo, que no hace sino aplicar una directiva europea y que cuenta con la aprobación del Banco de Portugal y la CMVM, se refiere a la limitación del derecho de voto en bancos cotizados. En concreto, en el caso del BPI, CaixaBank tiene el 44,1% de las acciones pero solo el 20% de los derechos de votos, los mismos que Isabel dos Santos con el 18% de las acciones. Al necesitarse dos tercios para las decisiones importantes, esa limitación impide gobernar si uno de estos dos accionistas se opone, como ocurre desde hace un par de años. Esa limitación es lo que hizo fracasar la opa que lanzó hace un año Caixabank sobre la entidad portuguesa. Y su eliminación, es una condición necesaria para que lleve adelante la nueva opa, formalizada ayer.
Pese haber sido aprobado el cambio legislativo en Consejo de Ministros y ahora refrendado por la Presidencia del país, el texto no se conoce. Y día a día se van desvelando detalles que ponen claroscuros en donde parecía que todo era blanco sobre negro, hasta el punto de recordar la expresión típica portuguesa “empujar con la barriga”, es decir, aplazar el problema más que resolverlo.
La modificación legal no entra en vigor hasta el 1 de julio y las asambleas generales de las entidades financieras afectadas (unas 20) tiene tiempo hasta diciembre para modificar sus estatutos. Además, según explica el presidente del país —que a veces parece un primer ministro bis (publicó él antes nombramientos del Gobierno que el mismo Gobierno— los accionistas “tendrán la posibilidad de revalidar periódicamente la justificación de los límites estatutarios en materia de posesión y ejercicio de los derechos de voto”. El desbloqueo es, pues, temporal, al parecer para cinco años, después la asamblea general de cada banco deberá decidir otra vez.
Proceso de opa hasta septiembre
El largo proceso de la opa ya ha iniciado su camino que, si todo va bien, CaixaBank no espera que acabe antes de septiembre. La CMVM portuguesa ya la ha autorizado y publicado y ahora deberán dar su visto bueno autoridades portuguesas, españolas, europeas, angoleñas y mozambiqueñas, pues BPI tiene intereses en esos países.
El plácet del Banco de Angola será el mayor obstáculo del proceso si este sigue contra el parecer de Isabel dos Santos, pues los intereses de Angola y de la familia Dos Santos son los mismos siempre. Las autoridades portuguesas aún confían en un acuerdo amistoso antes de la entrada en vigor del cambio legislativo, al margen del siempre posible aumento del precio de la opa. La actual, respecto a la lanzada hace un año, es un 6% inferior, por lo que la familia portuguesa Violas, con un 2% de las acciones, ha sido la primera en protestar por su bajo precio.
Hace un año, el consejo del BPI -no solo el representante de Dos Santos- votaron contra la opa de Caixabank porque consideraban el precio muy bajo (1,329 euros), y estimaban el precio justo en 2,6 euros por acción, menos de la mitad de la oferta actual.
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