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Bruselas acepta el presupuesto de Portugal pero pide más medidas

La Comisión Europea acepta los 845 millones de ajustes que propuso el jueves Lisboa

Valdis Dombrovskis y Pierre Moscovici durante la opinión sobre los presupuestos de Portugal.
Valdis Dombrovskis y Pierre Moscovici durante la opinión sobre los presupuestos de Portugal.JOHN THYS (AFP)

Portugal, de momento, salva sus cuentas. La Comisión Europea finalmente ha aceptado este viernes la última versión de presupuestos que la coalición de izquierdas del Gobierno luso envió el jueves a sus socios de Bruselas. En total, el Gobierno se compromete a recortar 845 millones de euros de las cuentas de 2016 algo que Bruselas ha visto con buenos ojos aunque, según el comisario de Economía, Pierre Moscovici, aún queda mucho por hacer.

"No rechazamos el presupuesto pero sí vemos riesgo de no conformidad", ha señalado en rueda de prensa el vicepresidente del euro, Valdis Dombrovskis. Ambos líderes han confirmado que en primavera —probablemente en mayo— la Comisión volverá a analizar las cuentas lusas. Portugal, por tanto, aprueba pero tendrá que seguir tomando medidas "estructurales" para mantener a raya el déficit.

Los esfuerzos del Gobierno del socialista António Costa de reducir en las cuentas entre el 0,1% y el 0,2% del PIB no han convencido del todo a Bruselas que, invocando al Pacto de Estabilidad, pedía un desvío de al menos el 0,6%. "Hay incumplimiento", ha señalado Moscovici quien ha matizado que como las reglas del juego permiten un "margen de tolerancia" de hasta el 0,5%, no se rechazan de pleno los presupuestos, aunque sí se lanza un mensaje de "no conformidad".

Sin embargo, hasta ayer jueves el aprobado de Lisboa estaba en entredicho pues con las dos primeras propuestas de 115 y 475 millones de recortes no bastaban para contentar a Bruselas. "Sin el paquete de ayer [jueves] de 135 millones más, no hubiera habido acuerdo", ha desvelado Moscovici.

Retraso y "persuasión"

La incertidumbre sobre la formación de un Gobierno estable en Portugal hizo que el país fuera el último de los socios europeos en presentar sus cuentas en Bruselas. El 22 de enero, más de tres meses después de lo estipulado (15 de octubre), el Gobierno entrante —la coalición de izquierdas liderada por el socialista António Costa— los presentó. Pero no gustaron.

Desde hace dos semanas y con el arte de la "persuasión y el diálogo", según el vicepresidente para asuntos del euro del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, Bruselas ha conseguido que las cuentas lusas se acerquen cada vez más a los ajustes que obliga el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

El comisario de Economía, el francés y también socialista Pierre Moscovici, ha asegurado que la opinión del Ejecutivo comunitario sobre los presupuestos lusos ha sido "imparcial y proporcionada" y que el color del Gobierno no ha influido en absoluto, pues Bruselas se limita a "hacer que se cumplen las reglas".

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