Suelos para realzar cualquier estancia
Las baldosas cerámicas son cada vez más habituales en salones, al tiempo que la madera se incorpora a baños y cocinas
El parqué conquista el baño y la cerámica flirtea con el salón. Se acabaron las reglas a la hora de vestir los suelos de la vivienda. Además, junto a los clásicos, han ganado protagonismo materiales como el vinilo o los suelos de microcemento. La calidez de la madera es indiscutible, aunque no apta para todos los bolsillos. Son muchos los propietarios que engañan a la vista con los suelos laminados, que destacan por su extensa variedad de colores y acabados, su resistencia y su fácil instalación.
"La diferencia estética entre un suelo de madera y uno laminado es casi inapreciable", señalan en Leroy Merlin. Imitan de forma realista diferentes tipos de madera y no es necesario retirar el antiguo pavimento. Tampoco hace falta acuchillarlos ni barnizarlos y cuentan con un sistema de sellado que evita que se filtre el agua. Los colores que se llevan son los blancos, grises y beis. También los formatos largos, que permiten crear espacios diáfanos y dan sensación de amplitud. Hay laminados resistentes a la humedad y a las rozaduras especiales para cocinas y baños. En estos espacios, la combinación de madera y piedra natural es una buena elección. También lo es el uso de formatos rectangulares que imitan la piedra o el óxido.
El gusto por lo artesanal está en auge. Las nuevas tecnologías permiten fabricar suelos con formatos y acabados que recrean el desgaste y parecen hechos a mano. Los precios de los suelos laminados varían desde 6 hasta 17 euros el metro cuadrado.
Ahora bien, el clásico parqué de madera maciza no pasa de moda y los propietarios de viviendas con este pavimento ya instalado suelen preferir acuchillar y barnizar en lugar de sustituirlo. El precio medio por hacer un lavado de cara a este suelo ronda los 666 euros, señalan en la plataforma online de reformas Habitissimo, y afirman que "lejos de perder fuelle, el parqué está presente en los presupuestos de la mayoría de los particulares que deciden renovar su casa".
Los pavimentos de vinilo imitan cualquier material y no precisan obras
La cerámica ha dado pasos de gigante en los últimos años. Los pavimentos cerámicos están ganando espacio fuera de sus feudos tradicionales: la cocina y el baño. "Las propuestas de las marcas para espacios como salones empiezan a presentarse como una alternativa al uso de la madera, especialmente en casas unifamiliares, segundas residencias en la playa o en la montaña y casas de campo. Aún queda camino por conquistar, pero en los últimos años la cerámica española ha reivindicado su espacio", señalan en la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer).
Hay tantos estilos, formatos, colores y acabados que es imposible que alguno no encaje en cualquier parte de la casa. Además, se puede colocar una pieza en un sentido u otro dando personalidad a la estancia. El cliente tendrá que elegir entre acabados de madera, piedra, mármol o texturados, blancos, barros y empedrados, entre otros muchos. Lo que más valoran los consumidores es que resisten el desgaste, el paso del tiempo, la humedad y los cambios de temperatura. Además, una vez colocadas, las baldosas cerámicas no requieren atenciones especiales y se pueden limpiar con detergentes y lejías.
Los estilos minimalista y retro continúan como dos de las tendencias de este año. También, los que se inspiran en maderas. Los nuevos formatos son otra de las apuestas de las marcas de cerámica españolas, especialmente los hexágonos, señalan en Ascer. Los precios dependen de la calidad: pueden ir desde 10 hasta 70 u 80 euros el metro cuadrado. Otra opción que está de moda son los pavimentos hidráulicos, cuyo estampado recuerda a los antiguos azulejos con mosaicos, por eso encajan en los ambientes vintage. Cuestan unos 20 euros el metro cuadrado, indican en Leroy Merlin.
De la tradición al vinilo. Estos suelos son capaces de reproducir todo tipo de texturas e imitar cualquier material, como la madera, la piedra, el bambú, la cerámica o el cemento. El logrado de las lamas y losetas es casi perfecto. "Hemos conseguido cambiar la concepción de patito feo de los suelos a una gama que casi no se puede distinguir de la madera natural", señalan en la empresa Quick-Step. Los suelos de esta firma se caracterizan por ser resistentes y duraderos, gracias a su revestimiento de poliuretano. Por eso, son idóneos también para baños y cocinas. Lo mejor es su instalación, tan sencilla que la puede hacer el propio cliente. Hay lamas y losetas adhesivas o en clic y ambas se pueden colocar sobre el pavimento existente.
"Según las colecciones, algunos vinilos imitan el aspecto de la piedra natural, del hormigón o de la pizarra negra, así como de la madera o la presencia de grietas o nudos", señalan en Quick-Step, cuyos precios de venta van desde los 29,95 hasta los 39,95 euros por metro cuadrado.
Otra opción, más indicada en viviendas de tamaño grande, es el microcemento continuo, un tipo de pavimento sin juntas que puede tener un acabado mate o rugoso. El precio está entre 35 y 100 euros el metro cuadrado, dependiendo de la cantidad de metros a revestir.
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