Las rebajas de invierno llegan antes de los Reyes Magos

Primero llegó el Black Friday, luego el Cyber Monday y ahora las rebajas adelantadas. Las grandes superficies, las pequeñas franquicias y todo tipo de tienda se llenan de ofertas y descuentos, en una guerra de precios que ya no admite fechas. Cadenas como Mango, Sephora, Women' Secret, H&M o Bimba y Lola, entre otras, ofrecen desde principios de enero precios rebajados hasta el 50% o el 70%, y los pequeños comercios siguen la misma estela, aplicando descuentos incluso desde finales de diciembre. Solo los gigantes de la distribución como El Corte Inglés o Inditex respetarán este año la fecha tradicional de rebajas del día 7 de enero.

El pequeño comercio se apunta así al carro de los descuentos prolongados durante todo el año. “Llevo dos años en España, pero considero que poder elegir cuando rebajar los precios es un instrumento útil para incentivar las ventas”, explica Corrado Ciofani, que vende ropa italiana en el barrio de Chueca en Madrid. Como él, otros pequeños comerciantes miran con favor a la liberalización del sector aprobada a través de un decreto ley por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012. Otros vendedores de una tienda de zapatos en la capital resumen la estrategia comercial que subyace a la elección de rebajar sus precios antes de Reyes: “Se ponen rebajas anticipadas porque ayudan a las ventas. Nos limitamos a aplicar la ley y punto”.

Acotex, la patronal que agrupa a tiendas de ropa personal y para el hogar y de complementos, asegura que asistiremos a una campaña de rebajas más agresiva que en otros años. Y a esto habrá que añadir las ventas realizadas a través de Internet, donde prácticamente pueden encontrarse siempre descuentos. El sector textil, del calzado y de complementos será el que más ventas generará durante esta campaña, creen los comerciantes. Productos como juguetes, moda y perfumería han sido muy regalados este año, detallan desde El Corte Inglés, pero la compra de drones, smartwatch o cámaras de aventuras, además de productos para deportes como el running o el ciclismo, crecerán de forma exponencial.

La Confederación Española de Comercio (CEC) crítica, sin embargo, que se llame rebajas a los descuentos que se realizan antes del 7 de enero, porque “la palabra rebaja tiene un sentido vinculado al stock que no se vendió en temporada alta, y que por esto se ofrece a precios rebajados”, puntualiza Pedro Campo, vicepresidente de la entidad. Pero algunos empresarios, como Luis Lobao, de 42 años, dueño de una tienda de ropa que aplica rebajas desde el 26 de diciembre, creen que “diferenciar entre rebajas y descuentos sirve de poco”. “Vivimos en una gran rebaja y la gente está acostumbrada a comprar con descuentos todo el año”, explica.

El gasto medio por personas se situará entre los 70 y 85 euros por persona, un 5% más que en el año pasado, calculan desde la CEC, que evidencia el factor positivo de la mayor confianza de los españoles sobre la economía: “El índice de confianza de los consumidores está en su máximo desde 2007. Las personas que tienen trabajo se muestran más seguras de mantener su empleo y, por consiguiente, gastarán más de lo normal”, detalla por teléfono el vicepresidente de la CEC.

Precios falseados

No todos los descuentos son ofertas. Las asociaciones de consumidores advierten sobre las falsas rebajas. La ONG Facua-Consumidores en Acción tilda estas malas prácticas de fraude para el consumidor y denuncia que en siete de cada diez descuentos hay precios falsados. La entidad relata como originariamente las grandes cadenas fueron las que empezaron a maquillar los precios durante las ofertas, rebajando productos cuyo valor había subido desde hace poco. Pero ahora, añade, son los pequeños comerciantes los que llevan adelante la trampa: “Si un comerciante ve que hay competencia desleal, y que por otro lado no hay controles, entiende que si no hace trampa no vende”, denuncia Rúben Sánchez, de Facua.

El peligro existe, pero “se trata de casos aislados”, matiza David Hurtado, portavoz de la CECU, asociación de defensa de los derechos de los consumidores. Vigilar e inspeccionar todos los establecimientos es imposible, reconoce Hurtado, así que es importante que sea el usuario quien controle todo lo que compra. “El cliente tiene que negarse a comprar, por ejemplo, productos con taras etiquetados como rebajas, y no como saldos”, alerta Hurtado, porque en caso contrario “seremos los consumidores quienes legitimarán de forma tácita la política equivocada de las compañías”.