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El petróleo barato prolonga la reducción del déficit comercial

El desfase entre exportaciones e importaciones de mercancías baja un 2,7% hasta octubre

Alejandro Bolaños
El barco contenedor más grande del mundo, el CSCL Globe.
El barco contenedor más grande del mundo, el CSCL Globe. EFE

El abaratamiento del petróleo no deja de engrasar la recuperación de la economía española, que compra fuera casi todo el crudo y el gas natural que consume. Los datos del tráfico de mercancías registrado en aduanas hasta octubre, divulgados este lunes, revelan que la factura energética encoge un 30% respecto al mismo periodo de 2014, con lo que eso supone de disminución de costes para empresas y familias. El menor desfase entre el valor de las ventas y las compras al exterior de productos energéticos se traduce en una nueva reducción del déficit comercial, que cae un 2,7% respecto al mismo periodo de 2014.

El valor de las mercancías que exporta España es, desde hace más de medio siglo, inferior al valor de las que importa, una ecuación que apenas se revirtió puntualmente en la primavera de 2013. Desde la incorporación a la zona euro, solo ese año, en el que el repunte exportador se combinó con una demanda interna deprimida, el comercio exterior logró un saldo mejor que el registrado en lo que va de 2015. Una evolución paralela al descenso de la cotización internacional del petróleo, en los niveles más bajos en más de una década.

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El déficit comercial acumulado hasta octubre se queda en 20.530 millones de euros, frente a los 21.626 millones en el mismo periodo de 2014, y los 12.515 millones de 2013, que marcan el mínimo en la era euro. El descenso del desfase comercial facilita que 2015 acabe con superávit en la balanza exterior, en la que además de las mercancías también cuentan los ingresos y gastos por servicios (el turismo asegura aquí una aportación positiva) o las entradas y salidas de rentas (remesas, dividendos, intereses de inversiones) y en la cuenta de capital (fondos de la Unión Europea). De ese modo, España enlazaría cuatro años con ligeros superávits en la balanza exterior, lo que aminora a su vez el endeudamiento con el resto del mundo.

Precios a la baja

Los datos distribuidos este lunes por el Ministerio de Economía muestran la importancia del descenso del precio de la energía en las cifras del comercio de mercancías: en la comparación con los diez primeros meses de 2014, el valor de las importaciones energéticas baja un 30%, hasta los 33.221 millones, y lo hace por el descenso de los precios (un 25%). En las exportaciones energéticas —derivados del petróleo procesados en refinerías españolas—, la evolución es similar: su valor cae un 28%, pero porque son mucho más baratas (los precios se reducen un 25% respecto a 2014).

En el resto de mercancías, la evolución es la contraria: tanto las compras como las ventas al exterior aumentan respecto a 2014, aunque las importaciones de productos no energéticos crecen el doble (un 12,4%) que las exportaciones (un 6,3%).

En suma, el impacto extraordinario de la caída del petróleo enmascara el cambio de tendencia que se produce en el resto de la economía desde hace año y medio. Como han hecho desde la Gran Recesión de 2009, las empresas españolas exportan más. Pero con la recuperación de la demanda interna, España incrementa en mayor medida las importaciones.

La evolución reciente de la compraventa de productos no energéticos retrotrae al patrón económico previo a la crisis, cuando el sector exterior acumulaba enormes desequilibrios. Pero ahora la baja cotización del petróleo compensa el desfase, cuando en 2008, con el precio del crudo en máximos históricos, contribuía de forma decisiva a elevarlo.

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