Japón revisa al alza su crecimiento y sortea por sorpresa la recesión
El PIB nipón aumentó un 0,3% en el tercer trimestre del año en vez del -0,2% calculado incialmente
La revisión de los cálculos del crecimiento del Producto Interior Bruto entre junio y septiembre dio este martes una grata sorpresa a Japón. Si bien las estimaciones preliminares apuntaban a una contracción del 0,2% de la tercera economía mundial en comparación con el trimestre anterior (por lo que el país se situaba en recesión técnica al acumular seis meses seguidos de bajada), los datos definitivos arrojaron una expansión del 0,3% —o del 1% a tasa anualizada—. Este cambio está muy por encima de lo que esperaban los analistas.
El empujón se debe a la mejora sustancial de la inversión empresarial, que pasó de caer un 1,3% a aumentar un 0,6%, según datos del Gobierno. Las exportaciones también mejoraron su comportamiento en una décima, mientras que el consumo doméstico, que supone casi el 60% de la economía japonesa, se ralentizó ligeramente hasta el 0,4%.
Los nuevos datos son un respiro para la administración de Shinzo Abe, que había visto como su ambicioso plan para terminar con el permanente estancamiento de la economía tenía que hacer frente a la quinta recesión desde el estallido de la crisis financiera internacional y la segunda tras su llegada al poder. Su estrategia basada en el incremento del gasto fiscal, la barra libre de liquidez y las reformas estructurales ya chocó el año pasado con la subida del impuesto que grava el consumo. Los estímulos no fueron suficientes para compensar la caída de la demanda interna y el país volvió a los números rojos.
En esta ocasión existe el temor de que las compañías japonesas, que se han visto favorecidas por una moneda débil y han registrado sus mayores beneficios en los últimos años, no reviertan estas ganancias en la sociedad. Al Gobierno le preocupa que opten, en cambio, por acumularlas (o invertir en el extranjero) ante una posible época de vacas flacas en caso de que las condiciones de su principal cliente, China, empeoren de forma sustancial. Los datos conocidos este martes indicarían que la inversión sí estaría aumentando, pero no los salarios. Tanto el Ejecutivo como el Banco de Japón ya han instado a las empresas en repetidas ocasiones a dejar atrás "la mentalidad deflacionaria" y a empezar a subir sueldos a un mayor ritmo que el actual para alentar el consumo.
La mejora de las cifras macroeconómicas no se trasladó en el principal mercado de valores del país. El índice Nikkei cerró con pérdidas del 1% ante la preocupación por la continua caída de los precios del petróleo. Además, este crecimiento de la economía japonesa descarta casi con toda seguridad una ampliación del programa masivo de compra de activos que está llevando a cabo el Banco de Japón. El objetivo del plan es alcanzar una inflación cercana al 2%, una cifra que sigue estando lejos de los registros actuales, de alrededor del 1%.
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