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En busca del programador fiel

Las 'startups' que consiguen internacionalizarse dejan en España a sus ingenieros para evitar que otras compañías los fichen

Ana Torres Menárguez
Un programador en la sede de la 'startup' Jobandtalent.
Un programador en la sede de la 'startup' Jobandtalent.

En el mundo de las startups, empresas emergentes de base tecnológica, la mezcla de un buen código, algoritmos y estadística puede ser la clave del éxito. La figura del programador es su tesoro más preciado y en mercados internacionales como el estadounidense el fichaje de ingenieros informáticos de compañías de la competencia es feroz. En Silicon Valley, la cuna de los negocios de alta tecnología en California, los desarrolladores no suelen durar en sus puestos más de tres años. Lo cuenta el español Adeyemi Ajao, fundador de tecnológicas como Tuenti o Identified que actualmente reside en San Francisco y es inversor en más de 30 startups.

“Los reclutadores en Silicon Valley son muy agresivos", asegura Ajao, que en una ocasión quiso contratar a una experta en datos de Linkedin y no pudo igualar la oferta de sus rivales norteamericanos. “Le ofrecieron un chófer que la recogería todas las mañanas. Estas situaciones no se dan en España, allí es mucho más fácil retener el talento", opina. 

Su valoración se acerca a la de otros fundadores de startups españolas, especialmente de aquellas que han logrado traspasar la frontera española y comercializar sus productos o servicios en otros países. “Tener los ingenieros en el Valle es contraproducente; de una parte te expones a la fuga de cerebros y de otra los salarios son desorbitados, rondan los 250.000 dólares al año. El talento y la fidelidad de los desarrolladores son magníficos en España”, expone Julio Casal, CEO de Alient Vault, una compañía de ciberseguridad nacida en 2007 en Madrid y a punto de entrar al Nasdaq, el mayor mercado bursátil de empresas tecnológicas del mundo con sede en Nueva York.

El tamaño del mercado español es limitado y por eso muchas startups nacen con la vocación de internacionalizarse desde el primer momento. “Hoy el mundo es global, no existen las fronteras. El alcance de tu negocio es la propia Red, que no requiere gastos de establecimiento; esta es una baza competitiva muy importante”, destaca María Benjumea, fundadora de la plataforma Spain Startup, organizadora de The South Summitel mayor evento nacional para startups, inversores e instituciones.

El tamaño del mercado español es limitado y por eso muchasstartups nacen con la vocación de internacionalizarse desde el primer momento

En el caso de Alien Vault, el éxito llegó de forma inesperada y la internacionalización fue el paso decisivo para alcanzar la cima. Su plataforma de código abierto triunfó rápido y en poco tiempo gobiernos y bancos de más de 20 países empezaron a usar sus servicios. Hasta 2010, consiguieron levantar 1,5 millones de inversores españoles y ese año dieron el salto a Estados Unidos. Casal se trasladó a Silicon Valley y obtuvieron una inyección de 100 millones de dólares. Ahora suman 200 trabajadores y tienen programadores en Madrid y en Austin (Texas). Él defiende que la informática es un mercado global y que si no das el salto, te acaba comiendo el gigante norteamericano.

Su estrategia ha consistido en fichar a un nuevo equipo directivo en Silicon Valley, cuyos miembros “gozan de una experiencia que no se encuentra en España”. Ahora están abriendo sede en Japón, donde las relaciones comerciales se basan en la confianza y se necesitan varios años de acercamiento para cerrar un acuerdo. Su equipo ha conseguido reclutar al encargado del aterrizaje de Apple en el país nipón. “Tenemos a un profesional que en su día fue captado por el mismo Steve Jobs. Estamos abriendo mercados internacionales a ese nivel”, explica Casal.

En España, el ecosistema de las startups está en plena ebullición. De los 247 millones de euros que levantaron estas empresas en rondas de financiación en 2013, se ha pasado a 439 en lo que va de 2015, según datos de la consultora Venture Watch. Ese capital procede en un 37% de fondos estadounidenses, en un 27% de portugueses y en un 16% de españoles. “En España no hay tanta tradición de inversión, pero el panorama está cambiando”, señala Alejandro Pérez, cofundador de la consultora. En países como Israel la inversión per cápita de los venture capital (fondos de capital privado que invierten en las primeras fases de una startup) es de 140 dólares; en Silicon Valley es de 70 y en España se reduce a uno. 

Pese a que en España no existen datos oficiales de startups ni se puede saber con precisión cuántas de ellas se han internacionalizado, la web Startupxplore, que en 2014 publicó el primer mapa con todas las startups sobre territorio nacional, tenía registradas a mediados de noviembre 2.620 compañías, un 28% más que ese mismo mes del año anterior. 

Los cofundadores de CartoDB Sergio Alvarez (izq) y Javier de la Torre.
Los cofundadores de CartoDB Sergio Alvarez (izq) y Javier de la Torre.Samuel Sanchez (EL PAÍS)

Otro dato que muestra la proliferación de estas compañías es la evolución del número de asistentes al The South Summit -el mayor evento nacional para startups, inversores e instituciones-; en la primera edición de 2012 acudieron 900 personas y en la del pasado octubre 12.500, de las que el 89% eras españoles. "La peculiaridad de este tipo de compañías es que los gastos se mantienen estables y los ingresos crecen de forma exponencial. Eso lo permite el hecho de operar por Internet. Pero no toda idea vale; el factor innovación es clave", apunta Javier Megías, fundador Startupxplore.

La tecnológica Jobandtalent es otra de las que están pegando fuerte. “Nuestra obsesión son las métricas: aquí lo medimos todo”, cuenta Carlos Fernández, director de expansión internacional de la compañía. Es una buena definición de lo que se palpa en la sede central de esta startup, una amplia y luminosa oficina con vistas a la madrileña Castellana en cuyas paredes cuelgan pantallas con bailes de cifras. Los datos se recogen en tiempo real.

Su idea de negocio ha dado un giro a las webs de búsqueda de empleo. Gracias a la combinación de programación y algoritmos, los candidatos reciben ofertas de trabajo que se adaptan a su perfil. En lugar de pasar horas buceando entre anuncios, la acción del usuario se limita a desplazar las ofertas a izquierda o derecha. Descartada o aceptada. Hoy, su plataforma suma 1,5 millones de trabajos ofertados en el mundo y nueve millones de candidatos han dado su ok a diferentes empleos. Jobandtalent ya ha levantado en diferentes rondas de financiación 39 millones de dólares.

Su modelo ha calado; nacieron en 2009 con ocho personas en su plantilla y hoy son 140. Están presentes en España, Reino Unido, México, Chile y Colombia. Sus próximos destinos son Brasil y Estados Unidos. Ellos también mantienen a sus desarrolladores en España. “No hay suficientes programadores que manejen el lenguaje Ruby y uno de nuestros puntos clave es fichar a los mejores. Tenemos 60 y necesitaríamos 100, pero no existen los perfiles que buscamos”, asegura Carlos Fernández. “Nos daría miedo perder el talento en otro mercado más competitivo”, añade.

La demanda de los llamados profesionales STEM (siglas en inglés de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) crecerá en Europa un 14% hasta 2020, según un estudio del Centro Europeo para el Desarrollo de la Vocación Profesional (Cedefop). En España, el perfil más solicitado por las empresas es el de ingeniero informático y en 2014 supusieron el 28% de las contrataciones, según el informe Adecco Professional 2015.

En cuanto a la estrategia de internacionalización de Jobandtalent, destacan tres puntos principales: analizar a los competidores directos en el país de destino, fichar a los comerciales de las empresas potentes y escoger a buen country manager. A principios de 2015 aterrizaron en México y ya tienen 2,3 millones de usuarios. “Sabemos todas las ofertas que lanzan diariamente Boomerang y OCC -sus competidores mexicanos-. Son datos públicos y gracias a la tecnología se pueden analizar. A partir de ahí captamos a los candidatos con campañas de posicionamiento en Google y Facebook. Una vez que tenemos sus datos, ya podemos captar a empresas que quieran reclutarlos”, explica Fernández.

El crecimiento es imparable; a la semana firman con unas 300 empresas mexicanas. Pese a ser una tecnológica que opera en Internet, el trabajo a pie de calle es fundamental y para ello requieren a los comerciales más expertos. “Tienen que ser locales. Ellos nos guían sobre las estrategias que funcionan en ese país, los precios y la forma de vender”, continúa el director de expansión internacional de esta startup.

De los 247 millones de euros que levantaron estas empresas en rondas de financiación en 2013, se ha pasado a 439 en lo que va de 2015

CartoDB, dedicada a la visualización y análisis de datos geoespaciales, es una de esas compañías que nació con la vocación de desplegar sus alas fuera de España. Desde su creación en Madrid en 2012, el CEO, Javier de la Torre, se trasladó a Nueva York para abrir la segunda sede. Hoy son 70 trabajadores, tienen clientes en 25 países y han levantado 30 millones de dólares en rondas de financiación. “Vendimos nuestro producto en inglés desde el minuto cero y nuestro CEO se fue a Estados Unidos para conseguir los primeros grandes clientes. Conseguimos trabajar para Naciones Unidas y eso nos ayudó a ganar relevancia a escala internacional”, detalla Miguel Arias, responsable de operaciones de la compañía. “Si te quieres establecer en otro país, necesitas un ancla, un cliente que te ayude a aterrizar mejor”, añade.

Eso sí, hay que hacerlo con cabeza. En su caso, el desembarco en la ciudad de los rascacielos se hizo en modo low cost; compartían oficina en un espacio de coworking y gastaban lo mínimo. Los ingenieros se han quedaron en casa. "En España tenemos capacidad para atraer al mejor talento. empresas tecnológicas con vocación de innovación no hay tantas. La competencia se reduce", indica Arias.

No solo las startups españolas mantienen sus cerebros en España. Eiso Kant, holandés de 25 años, fundó en 2011 la plataforma de empleo especializada en perfiles digitales Tyba junto a dos compañeros de IE University. Desde entonces han levantado más de cuatro millones de euros de fondos de inversión daneses y kuwaitíes. Un tercio de sus programadores son extranjeros. En su caso, aseguran que no están en España por miedo a perder a sus programadores, sino por las ayudas que proporciona el Gobierno a los que empiezan -programas como los de ENISA y CDTI que ofrecen financiación a proyectos tecnológicos a interés de Euríbor- y la calidad de vida. “Cuando queremos fichar a ingenieros de fuera, les traemos a Madrid a pasar un fin de semana. El clima y el jaleo de las calles les enganchan”, cuenta Kant. En los negocios, el buen tiempo también tira.  

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Sobre la firma

Ana Torres Menárguez
Redactora de Juventud. Antes, pasó por las secciones de Educación y Tecnología y fue la responsable del espacio web Formación, sobre el ámbito universitario. Es ganadora del Premio de Periodismo Digital del Injuve (dependiente del Ministerio de Derechos Sociales). Fue redactora de la Agencia EFE y del periódico regional La Verdad.

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