Ernst & Young se queda el negocio de consultoría que PwC daba a Santander

El Banco Santander es, con gran diferencia, el mejor cliente de auditoría y consultoría de España. A principios de julio pasado, anunció que elegía a PricewaterhouseCoopers (PwC) como nuevo auditor para los próximos tres ejercicios, un terremoto que tiene su propia onda expansiva. Tras ganar ese contrato, PwC renuncia a los servicios de consultoría que prestaba al banco que preside Ana Botín y serán asumidos por Ernst & Young (EY), que, según fuentes del sector, ultima el fichaje del equipo de consultores de PwC que se ocupaba de ellos.

Ernst & Young fichará a dos socios, cinco directores y decenas de consultores de PwC para hacerse cargo del contrato de consultoría que la firma prestaba al Banco Santander y al que renuncia al hacerse cargo de su auditoría. Según las fuentes del sector consultadas, la cifra de empleados de PwC que pasarán a EY no está aún del todo definida, pero el máximo de personas potencialmente afectadas por este trasvase del contrato está algo por debajo del centenar. Tanto EY como PwC y el Banco Santander declinaron realizar comentarios.

PwC presta servicios de consultoría al Santander, sobre todo en el área de sistemas de información. El pasado 6 de julio, la firma que preside en España Gonzalo Sánchez ganó el concurso para ser el auditor externo de Banco Santander y su grupo consolidado que verifique las cuentas anuales correspondientes a los ejercicios 2016, 2017 y 2018. Deloitte llevaba 13 años siendo el auditor del Santander, y muchos más si se considera que fue el sucesor de Arthur Andersen.

Más independencia

El concurso de auditoría del Santander es el mayor de todos los que se han celebrado en España en el sector. Pero todos los que se presentaban sabían que ganarlo tenía también un coste, pues la nueva ley de auditoría endurece las incompatibilidades del auditor para prestar otros servicios al auditado. Así, las cuatro firmas sabían que ganar el contrato de auditoría supondría perder negocio de consultoría.

Adelantándose a que esa incompatibilidad entre en vigor y reforzando así su independencia, PwC ha renunciado a los servicios de consultoría que prestaba el banco, los cuales serán asumidos por EY, según fuentes de las partes implicadas, que no quisieron desvelar la cuantía de los contratos traspasados. Fuentes del sector señalan que otras firmas de consultoría también estaban interesadas en la posibilidad de hacerse con los servicios traspasados. También estuvo en el aire si se transmitían en bloque o segregados.

Todas las partes consideran que se trata de la mejor solución posible. El banco estaba interesado en la continuidad del servicio, EY gana un contrato interesante con un cliente importante y los socios y consultores que se marchan habrían visto sus puestos vaciarse de contenido en caso de haber seguido en PwC. De hecho, según fuentes del sector, la operación ha sido iniciativa de estos socios, que han ofrecido a EY su incorporación. Algunas fuentes daban el traspaso del contrato por hecho, mientras que otras señalaban que faltaban algunos flecos y que se concretase el número de personas que pasarán de una firma a la otra.

Para PwC, aunque supone una pérdida de negocio, le permite reforzar su independencia, al tiempo que mantener una buena relación, con el que ha pasado a ser su principal cliente en España.