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El FMI pide a Portugal más esfuerzo fiscal y laboral

A cinco meses de las elecciones, ningún partido va a seguir sus recomendaciones

La recuperación va, pero o se persiste en las reformas laborales y fiscales o Portugal se estancará a corto plazo. Este es el último diagnóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) cuando el país recuerda el primer aniversario de la salida de la troika. De 2011 a 2014, autoridades de FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea tuvieron bajo vigilancia al país a cambio de prestarle 78.000 millones de euros.

En aquel año, el déficit presupuestario portugués superaba el 11% y hoy el primer ministro Passos Coelho promete cerrar 2015 por debajo del 3%, “por primera vez en la historia de Portugal”. En este tiempo la deuda pública ha pasado de 173.000 millones a 234.000.

La troika se ha ido físicamente, pero ni la CE ni el FMI pierden de vista la situación de un país que desde que recuperó la democracia en 1974 en tres ocasiones ha pedido socorro económico internacional.

El informe del FMI publicado este lunes da una de cal y otra de arena. Las cosas van bien, pero para que vayan mejor hay que seguir con reformas que permitan mayor competencia y, eso significa más reformas laborales y la reducción del gasto público. Y, como ejemplo concreto, pide que los salarios de los funcionarios públicos se rebajen al nivel de los trabajadores del sector privado.

El FMI pide una reducción de funcionarios, limitar sus aumentos salariales automáticos, no renovar los contratos, y que vuelvan a trabajar 40 horas semanales.

“La recuperación está abordando los desequilibrios en el gasto corriente y en el déficit fiscal”, señala el FMI, “pero siguen siendo altas las vulnerabilidades del sector público y privado y la de la deuda externa”. El FMI pide una reducción de funcionarios, limitar sus aumentos salariales automáticos y no renovar los contratos, y que vuelvan "urgentemente" a trabajar 40 horas semanales y con mejora de la productividad. Asimismo, pide que se prohíban las jubilaciones anticipadas, que el Gobierno implantó en 2012 y retiró después.

El organismo internacional reconoce la mejora en la lucha contra el desempleo -que ha bajado del 17% al 13,4%, aunque repuntó en febrero hasta el 14,1%-, la vuelta al crecimiento económico y que “por primera vez en décadas”, la balanza comercial tenga saldo positivo, lo que recientemente dio pie a la ministra de Finanzas Maria Luiz Albuquerque a decir, “tenemos las arcas llenas”.

Aunque el FMI siempre pone de ejemplo a Portugal para demostrar la bondad de sus recetas, en esta ocasión advierte de las amenazas que persisten en la economía del país, que impiden aprovechar mejor la bonanza internacional. “No ha habido un reequilibrio sostenible de la economía", ya que todavía el sector público sigue siendo dominante. "La fortaleza de la recuperación sigue siendo modesta, el mercado laboral flojo, y todavía hay vulnerabilidades en el sector público, en la alta deuda externa” y en el apalancamiento de las empresas, que aún no apuestan por la inversión.

“Portugal se está beneficiando del favorable viento de cola (baja el euro y el petróleo)”, señala el FMI. En el primer trimestre creció un 1,4%, por encima de la media europea, pero la mitad que la vecina España.

“A medio plazo, se prevé que el crecimiento se moderará”, dice el FMI; y quedarán pendientes varios retos, como la baja inversión de las empresas y “los cuellos de botella estructurales” -llámese sector público-, “que necesitan ser abordados con decisión”. El informe del FMI llega cuando el Gobierno ultima la venta de Novo Banco, la privatización de las líneas aéreas TAP, el servicio de puertos y los transportes públicos de Lisboa. “Las autoridades deben aprovechar esta oportunidad para fortalecer la capacidad de recuperación de la economía y aumentar su potencial de crecimiento”, señala el FMI. El organismo alaba la supresión de un tercio de los distritos municipales y la extinción de casi el 50% de empresas municipales, aunque recuerda que aún hay muchas empresas públicas que escapan al control del Estado.

“El ajuste fiscal debe continuar, con un énfasis en la racionalización del gasto por medio de una reforma integral de los salarios y las pensiones del sector público”, algo que el Gobierno ha intentado pero que el Tribunal Constitucional ha impedido en varias ocasiones, lo que ha obligado a conseguir ingresos por la vía de impuestos. La presión fiscal sobre los ciudadanos ha pasado del 33,4% en 2009 al 37,1% en 2014.

A cinco meses de las elecciones legislativas, no parece que los programas de los partidos vayan a escuchar los consejos del FMI, mas al contrario. Todos han anunciado una relajación del ajuste fiscal: en menor proporción los gobernantes PSD y CDS, y en mayor los que aspiran a ello, como el Partido Socialista, que ha prometido rebajar el IVA de la restauración del 23% al 13% y la restitución de los recortes a funcionarios a partir del 1 de enero. Una de sus propuestas, el "complemento salarial" para trabajadores pobres es elogiado por el FMI, que señala que es mejor que aumentar el salario mínimo.

“En un contexto de los mercados laborales rígidos y una competencia interna limitada, las autoridades deben poner en marcha reformas estructurales adicionales para generar empleo y estimular el crecimiento económico”, insiste el FMI. Respecto a las reformas estructurales, el organismo pone el ejemplo concreto del número de profesores, que deben reducirse proporcionalmente a la caída de la natalidad. El FMI señala que el número de alumnos por profesor es inferior a la media de la UE pero que aún así los resultados académicos son peores. Y además dice que están mejor pagados que sus colegas europeos.

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