El ‘Renting’ llega al final del túnel

Las compañías de renting que operan en España parecen haber dejado atrás los años de plomo de la crisis. La opción de alquilar un coche y todos los servicios asociados (seguro, mantenimiento, impuestos, neumáticos, asistencia) por una cantidad mensual fija ha comenzado a remontar y, por primera vez, en 2014 el parque de vehículos ha crecido tras un lustro de caídas continuadas. La cuenta de resultados de las compañías lo ha notado: la facturación ha alcanzado los 3.625 millones de euros. En España circulan 414.007 coches de renting, 12.000 más que en 2013, pero todavía lejos del medio millón del trienio prodigioso 2006-2009. En cualquier caso, la recuperación está dando pasos firmes: las matriculaciones de turismos bajo esta fórmula crecieron en 22.000 unidades, y la cuota de mercado ha pasado del 10% al 15% en los últimos ocho años.

“Vamos ganando posiciones”, resume el presidente de la Asociación Española de Renting, Agustín García Gómez. “De las grandes empresas, cerca del 80% utilizan el renting para sus flotas. En la Administración pública, entre el 40% y el 50% de los vehículos están en este régimen. En la pyme tenemos que dar la batalla”. Es la única pelea de la que todos los operadores hablan porque en el segmento de grandes clientes ya poco pueden crecer y el de particulares no despierta tanto interés porque estos no gozan de ventajas fiscales.

Rocío Carrascosa, directora de Alphabet en España, cree que los cambios han venido para quedarse. “Notamos que la empresa está solicitando nuevos vehículos. Lo que teníamos hasta el momento eran extensiones de contratos existentes, no había la confianza necesaria para que las empresas adoptasen compromisos a largo plazo. Ahora tenemos un crecimiento muy suave, la recuperación es lenta, pero es estable. Creemos que las pymes son una oportunidad, por eso estamos trabajando en productos de movilidad, con menores plazos”. Su compañía ofrece en Holanda un servicio por el que las empresas asignan un presupuesto a sus empleados para que elijan libremente su forma de movilidad preferida, ya sea el coche compartido, el tren, el avión o el transporte público, e incluso la bicicleta. El operador se encarga de gestionar todos esos servicios. Aunque en España la mentalidad está todavía varios escalones por detrás. “La cuestión es: ¿cómo cambias la cultura de la propiedad por la del uso? Con un tratamiento fiscal distinto”, cree Agustín García. Los tiros, sin embargo, no parecen apuntar a una mayor manga ancha de la Administración para rebajar impuestos pese a que los operadores llevan años queriendo beneficiarse de planes como el PIVE o el PIMA.

Para Justo Díaz, director de BBVA Autorenting, su gran oportunidad está en crecer donde el renting no está maduro, “claramente entre las pymes y los autónomos”. El banco se decanta por acercarse a esos clientes con paquetes sencillos, con coches de motorizaciones más limitadas, pero a precios más bajos. En cualquier caso, la competencia es feroz. El alquiler de un furgón Berlingo se puede conseguir por unos 350 euros a 60 meses, un Seat Ibiza ronda los 270 euros y un Qashqai cuesta cerca de 300. Coches de lujo, como un BMW Serie 3, se ofertan desde 500 euros. De ahí, los precios crecen en función de los modelos y servicios que se deseen.

Cecilia Boned, consejera delegada de Arval (del grupo BNP Paribas, que, junto a ALD y LeasePlan, encabeza el ranking de las mayores alquiladoras en España), habla de ese enorme mercado al que no han sabido seducir. “Aunque representan más del 99% del tejido empresarial, solo el 13% de las pymes utilizan renting [según los datos del Observatorio del Vehículo de Empresa de Arval], por lo que tiene un gran recorrido”. La manera de arañar clientes, insiste, está en el cambio de mentalidad: “Lo que estamos haciendo es decirle a la pyme que le resulta mucho más rentable pagar una cuota 100% deducible, que ya incluye todos los gastos imprevistos relacionados con el uso del coche, que invertir en un vehículo con todos los servicios por separado”.

Los operadores insisten en las bondades del sistema, como los beneficios que aporta al medio ambiente que las flotas no tengan más de 4 años de antigüedad frente a los 11 de media del parque de automóviles español. Aunque para los particulares sigue siendo un servicio caro.

Javier Martín, director de CaixaRenting, augura que este año el sector crecerá un 24% gracias a las pymes. Aunque recuerda que el verdadero salto a los coches compartidos o alquilados por horas solo llegará cuando estos productos calen entre los particulares. “No es fácil que esto ocurra; aunque algunas personas lo utilizan, no es una opción mayoritaria. Para nosotros, que en La Caixa tenemos 15 millones de clientes, imagínese el potencial que esto supondría”, reflexiona. Porque, como el BBVA, La Caixa comercializa sus flotas desde las oficinas. “Nuestra capilaridad nos permite acercar las ventajas de renting de grandes cuentas a las pequeñas y medianas empresas”. Alberto Sáez, consejero delegado de LeasePlan, estima que en el mercado hay aún más de un millón de vehículos de empresa que no están utilizando el renting, “y es ahí donde deberíamos centrarnos los operadores de cara al futuro”. Considera que no se puede hablar de que la crisis se ha dejado atrás hasta que no se recuperen las flotas de los alquiladores.

Arantxa Esteban, directora de ventas especiales de Seat, recuerda que los primeros datos del año continúan siendo muy positivos: “Las matriculaciones de flotas han crecido un 30% y se ha cerrado el mes de abril con 84.000 unidades, y el canal de renting experimenta un crecimiento del 27%, cerca de las 30.000 unidades”.