Los electrodomésticos inteligentes llegan a casa
Las lavadoras se programan solas y los frigoríficos avisan al usuario cuando un alimento se ha acabado o va a caducar
No solo lavan, cocinan o enfrían... Los electrodomésticos han protagonizado en los últimos años una auténtica revolución tecnológica. La cocción por inducción, la secadora con bomba de calor y el lavavajillas con zeolitas se quedan cortos cuando se habla de una nueva generación de aparatos inteligentes capaces de hacer la vida mucho más cómoda a sus dueños. “La principal innovación es la conectividad entre electrodomésticos y dispositivos móviles. Los consumidores demandan aparatos que les faciliten la gestión de su tiempo, como lavadoras o lavavajillas con inicio diferido que permiten programar a qué hora se ponen en marcha, frigoríficos con programas para cuando estamos de vacaciones, y televisores con conexión a Internet. Por ahí claramente crecerá el mercado”, comenta José Prat, Secretario General de la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos (FECE).
Ya empiezan a comercializarse algunos frigoríficos que avisan cuando se acaban los alimentos e incorporan la conexión a Internet para comprar online en el supermercado de confianza. “Será algo bastante común de aquí a muy pocos años”, opina Prat.
En esta línea trabaja la marca Hotpoint, cuyos frigoríficos se controlan a distancia. Permiten el almacenamiento virtual y actualizado de los alimentos y avisan cuando están a punto de caducar o no quedan. El frigorífico Dialogic (899 euros) se comunica con el usuario a través de una aplicación y una página web.
Inteligencia también para sus lavadoras (849 euros), que se dirigen de forma remota y en tiempo real. Además, un algoritmo diagnostica posibles averías y avisa de la necesidad de mantenimiento.
Lo mismo hacen las lavadoras, neveras y otros equipos de la marca coreana LG. Basta con acercar el móvil para que indiquen al servicio técnico qué tipo de reparación necesitan. Con el mismo gesto (aproximar el teléfono), las lavadoras de esta firma seleccionan el programa de lavado según el tejido y mancha. Así de fácil.
Que la lavadora y la secadora interactúen con el usuario a través de una aplicación disponible para iOS y Android, y que se puedan programar en un plazo de 48 horas para evitar picos de consumo de energía. Esta es la apuesta de Whirlpool. La app informa sobre la velocidad del programa y el giro de la lavadora, lo que permite a la secadora preseleccionar el ciclo de secado. El coste de los dos aparatos es 2.298 euros.
Samsung trabaja ya desde hace años para que todos sus electrodomésticos se conecten entre sí. A su lavadora inteligente solo le falta hablar. Detecta las manchas y la cantidad de agua y detergente y recomienda el programa de lavado. El aparato se gestiona desde un terminal Android o iOS.
No hace falta saber ni pensar. Las lavadoras ya lo hacen por sus dueños. Panasonic ha creado el sistema Autocare, que emplea cuatro sensores inteligentes para ajustar el lavado a cada tipo de colada. Su precio es de 669 euros.
También de uso intuitivo, con pantalla LCD y textos para facilitar la navegación, son las de Siemens, en las que se puede elegir entre lavar un 65% más rápido o ahorrar un 50% de energía. Sus lavadoras masterClass tienen un precio recomendado de 1.140 euros.
En neveras, Haier ha desarrollado el compartimento MyZone, que se transforma en frigorífico o en congelador, según se quiera. Su temperatura puede variar entre -18°C y 5°C. El sector no deja de lado las necesidades de las familias numerosas, de hecho esta misma firma ha creado un frigorífico Side by Side, de un metro de ancho y almacenamiento de 685 litros —un 35% más que un americano de cuatro puertas—. Cuestan 2.999 euros.
A la hora de cocinar, no hay mejor invento que las placas de inducción donde se puedan colocar las cazuelas sobre cualquier parte de la superficie. Las de Miele permiten cocinar en hasta cinco recipientes al mismo tiempo sin importar el lugar donde se pongan, ya que memorizan y mantienen los parámetros de cocción previamente asignados a cada uno. Hay que pagar 4.999 euros.
Hasta son capaces de controlar la temperatura del aceite. Es el caso de las placas de inducción de Bosch, con una zona gigante de 32 centímetros para cocinar con recipientes de gran tamaño. Su precio es de 810 euros.
Y si se busca combinar en un solo aparato las funciones de dos electrodomésticos y resolver el problema de la falta de espacio, lo mejor es hacerse con Un horno a vapor con microondas que incorpora la tecla de palomitas. Este horno de Miele se vende por 3.499 euros.
Pero no solo de innovaciones tecnológicas ha vivido este sector, especializado en hacer electrodomésticos de alta eficiencia energética. Desde 2010 se incluyeron las nuevas categorías A+, A++ y A+++ (las dos primeras ya existían para aparatos de refrigeración). Entre el 70% y el 80% de los equipos fabricados en España son de alta clasificación energética (A++ y A+++), dice Prat.
A por un nuevo plan renove
La Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos solicita un nuevo plan renove por parte de la Administración. “Hemos comprobado que los consumidores buscan aparatos lo más eficientes posibles, pero descartan en muchos casos la compra por el precio de los mismos, es decir, si las administraciones apoyasen la compra de este tipo de aparatos, el consumidor podría beneficiarse más rápidamente de los importantes avances que el sector está desarrollando”, señala su secretario general José Prat. Estiman que unos 30 millones de electrodomésticos tienen más de 10 años de antigüedad y, por ende, son grandes consumidores de energía, agua y otros recursos. Además, un plan renove es de ayuda para el sector, que viene acumulando unas pérdidas del 50% de su facturación en los años de crisis. “Las Administraciones deben liderar este proceso de paulatina renovación y mejora del parque de aparatos en los hogares, puesto que es una necesidad real y que nos impone Europa”.
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