Cabeceros que conquistan las camas
Pueden ser tapizados, acolchados, con frases o imágenes y se permiten personalizar con diferentes materiales
Uno de los elementos clave en el dormitorio es el cabecero. Los hay tapizados, románticos, de estilo nórdico, con diseños originales o de madera natural, pero también aquellos que se realizan a mano.
"En las habitaciones podemos jugar con el ambiente, huir de lo común, de lo típico y hacer piezas con aire propio, que transmitan quienes somos", comentan en la empresa KenayHome.
Por eso una buena opción es recurrir a la decoración hecha por uno mismo, ya que así se consigue tener obras únicas. Y dependiendo de la temporada se podrá modificar el estilo.
"En invierno se llevan más los cabeceros románticos, con frases apasionadas o con corazones calados", señalan en esta compañía.
Estos se pueden lograr con vinilos, papeles pintados, estuco- una pasta que se puede modelar y tallar para obtener formas ornamentales o de apariencia mármol- o pintura.
E incluso para realizar y personalizar un cabecero no hace falta recurrir a una tabla, se puede también emplear un espejo o una pizarra, donde te permita añadir cada día un mensaje distinto. Igualmente los marcos de estos elementos se pueden envejecer para darles un aspecto más clásico.
"Además, ahora mismo lo que más se mira a la hora de comprar estas piezas es el precio", apuntan en la empresa Sedapiel. Ellos ofrecen cabeceros para colgar con proporciones de 60 centímetros de altura y realizados en polipiel, que es lo que más reclaman sus clientes, ya que son mucho más económicos.
Todas sus composiciones son de estilo moderno, con tapizados y medidas que se pueden personalizar. Los precios oscilan desde los 70 euros hasta los 300 euros aproximadamente.
Igualmente, se puede dar un toque nórdico a los dormitorios, en concordancia con este aire moderno, con cabeceros acolchados, o shabby chic-decoración típica de las casas de campo de Reino Unido donde se mezclaban los elementos clásicos y modernistas-. Estos se caracterizan por estar rematados con rejilla pintada, a precios desde 325 euros.
Asimismo, para los que prefieran el olor a madera natural en su cama, en KenayHome se comercializan piezas hechas de forma manual por artesanos, con acabados en nogal, abeto y de diferentes tonalidades, desde los 150 euros a los 280 euros. "Los que más estamos vendiendo son estos, ya que además posibilita la introducción de grabados, así como la de texto, dibujos, etc.", señalan.
En las habitaciones infantiles sirve para transformar la cama de los más pequeños. Estos cabeceros se personalizan hasta el punto de darles forma de casa o dibujos animados en diferentes tonalidades, desde el rosa hasta el azul.
En la tienda de decoración Portobellostreet los precios van desde los 240 euros hasta los 500 euros con la imagen de Hello Kitty. "En la actualidad existen multitud de diseños y variantes estéticas, desde personajes conocidos, colores, con doseles fantásticos y creaciones imaginativas que pueden convertir su habitación en un paraíso de sueños", comentan en la tienda especializada.
¿Pero, qué tiene que tener un cabecero para convertirse en el objeto deseado del dormitorio?
Según los especialistas han de ser altos y rectos, aunque conviene no abusar de la altura y no sobrepasar los 130 centímetros, ya que dependiendo del tamaño del cuarto, éste puede reducir bastante la superficie útil. No tienen porqué ser de madera ni tampoco de hierro forjado, ya que existen múltiples materiales para elaborarlos. En cuanto a los acabados, los acolchados y entelados hacen más elegantes las estancias, mientras que el cuero, las tachuelas o cualquier otro elemento de remache, dan un toque vintage y original.
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