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Belén Romana deja la presidencia de la Sareb tras dos años en el cargo

Alega cansancio y busca desvincularse del PP. Echegoyen toma las riendas del banco malo

Íñigo de Barrón
Jaime Echegoyen y Belén Romana.
Jaime Echegoyen y Belén Romana.Chema Moya (EFE)

Belén Romana ha presentado este lunes al consejo de administración de la Sareb (sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria) su renuncia voluntaria como presidente de la entidad. El consejo, reunido en sesión extraordinaria, ha aprobado por unanimidad el nombramiento de Jaime Echegoyen, desde hace un año consejero delegado, como nuevo presidente y principal ejecutivo de la compañía. El consejo considera que Jaime Echegoyen, "por su capacidad de liderazgo, experiencia y por sus cualidades profesionales y humanas, es la persona apropiada para liderar Sareb en esta nueva etapa" y agradeció la "entrega, visión y liderazgo" de Romana.

Su marcha era conocida en un reducido número de personas del consejo y del Ministerio de Economía. Sin embargo, fuera de este ámbito ha sido una sorpresa porque los mensajes de Romana transmitían una intención de continuidad en el cargo. Fuentes del mercado consideran que la ya expresidenta había manifestado su cansancio por los problemas que ha tenido la Sareb para convertirse en una realidad, así como la voluntad de buscar otros horizontes desvinculados de la política. Romana se considera una ejecutiva independiente, no afiliada al PP, y que su paso por la dirección general del Tesoro con anterior Gobierno popular así como su cargo en Sareb no se debían interpretar como una labor política.

Algunas fuentes consideran que no será difícil para ella encontrar un puesto en el sector inmobiliario, al que están llegando muchas empresas extranjeras por su incipiente recuperación. No hay que olvidar que no tiene ningún tipo de incompatibilidad porque la Sarab se considera una empresa privada ya que el 55% del capital está en manos de la banca privada. El resto es del Estado. Sin embargo, otros ejecutivos del sector, cercanos a Romana, apuestan porque se tomará un tiempo de descanso antes de iniciar una aventura en el sector privado.

Romana no ha tenido siempre sintonía con sus ejecutivos, como se demostró con la salida de su entonces número dos, Walter de Luna, que junto con otros directivos abandonó la Sareb hace poco más de un año. En el sector financiero también se recuerda sus graves discrepancias con el Banco de España. En ocasiones, dejó entrever que no sentía que ese organismo ayudara a la Sareb a salir de atolladero en el que se encontraba porque prepara una circular que, a juicio de Romana, cambiaba las reglas de juego en mitad del partido. La expresidenta de la Sareb se marcha sin conocer el final de ese encuentro tan disputado porque el Banco de España ha retrasado la circular, prevista para finales de 2014, donde deben aparecer normas que pueden obligar a Sareb a realizar fuertes provisiones.

Por otro lado, la marcha de Romana supone dejar el banco malo en manos de una persona de prestigio en el mercado, Echegoyen, pero con grandes incertidumbres sobre el éxito de la misión encomendada. El sector inmobiliario ha frenado su caído y se ha recuperado tímidamente en algunos sectores, pero la cantidad de activos casi invendibles que tiene la Sareb provoca que siga habiendo dudas su futuro. Romana sí ha dejado clarificada la estructura comercial y ha privatizado la gestión de los activos de las antiguas cajas para que éstas no sigan ofreciendo sus servicios a la Sareb, una tarea que fue criticada en esa empresa por falta de eficiencia y rentabilidad.

Como reconocen en el entorno del Gobierno y de la Sareb, la tranquilidad no ha sido la característica de estos dos años transcurridos desde la creación de la Sareb. Para algunas fuentes ha sido el organismo más complejo de crear de toda la reforma financiera por sus cientos de miles de activos de toda naturaleza (recibieron algún castillo y un fuerte), los problemas administrativos para organizarlos y hasta la investigación que realizaron para encontrar algunos de ellos que no aparecían. En su accionariado tiene a los bancos, que tuvieron que asumir contra su voluntad (excepto el BBVA que se negó a entrar en el capital) la compra de los activos de las cajas de ahorros quebradas.

Bajo el mandato de Romana la Sareb "ha pasado de ser un proyecto pactado con las autoridades internacionales en el marco del saneamiento del sector bancario a ser una empresa plenamente operativa, que ha generado en este periodo casi 9.000 millones de euros en ingresos, con cerca de 24.000 inmuebles vendidos, y ha amortizado el 11% de la deuda con la que nació. Todo ello ha resultado en un ahorro a los contribuyentes de 7.400 millones de euros", según una nota de la Sareb.

Echegoyen, que acumula una amplia experiencia en el sector financiero tras gestionar Bankinter y Barclays, fue nombrado consejero delegado de Sareb en febrero de 2014. El nuevo presidente ha agradecido además la confianza que el Consejo de Administración ha depositado en él. "Asumo estas nuevas responsabilidades con un total compromiso y con el convencimiento de que Sareb cumplirá, como lo ha estado haciendo hasta ahora, el mandato que le ha sido encargado". A Sareb le quedan unos doce años y medio de vida. Todo un reto para la capacidad de gestión de Echegoyen.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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