Campofrío asegura que se quedará en Burgos tras el incendio de su fábrica
La empresa prevé abrir una planta en 2016 y se compromete a mantener la producción "Es un palo muy gordo, pero lo importante es que se quede”, dice un trabajador
Campofrío ha anunciado este lunes que, tras el incendio que está calcinando la nave de productos envasados de Burgos, se quedará en la ciudad, donde prevé abrir una nueva factoría en el plazo de dos años. Según han explicado dos directivos de la compañía este lunes, Campofrío “se compromete a restablecer el nivel de producción en Burgos”, aunque ha matizado que de momento es pronto para garantizar el 100% del empleo. Eso sí, han reconocido que si lo que se quiere es “recuperar la producción de 60.000 toneladas, eso no se hace con dos personas”.
Fernando Valdés, director general de Campofrío, e Ignacio González, director general de la filial en España, han explicado ante los periodistas que todavía es pronto para hablar sobre lo que sucederá con todos los trabajadores. “Han pasado solo 24 horas”, han argumentado antes de avanzar que van a estudiar con el comité de empresa y con los sindicatos la situación legal en la que se quedan los trabajadores. De momento, los cerca de 900 trabajadores de la factoría incendiada están en situación de "licencia pagada" ante la imposibilidad de acudir a su puesto de trabajo, lo que significa que siguen cobrando.
Con vistas al futuro, han declarado que optarán por traslados temporales a otras plantas para mantener los niveles de producción y han avanzado que ya han empezado a reubicar al personal de administración en otros centros de producción que tienen en Burgos.
Además de la fábrica que está quedando reducida a cenizas por efecto de las llamas, Campofrío tiene en la ciudad un almacén de productos terminados y otra nave de Carnes Selectas. En estas últimas instalaciones, dedicadas a la producción de carnes frescas, trabajan 900 personas. El Ayuntamiento calcula que, entre trabajadores directos y empleos indirectos, el incendio afecta a unas 2.000 familias.
Antes de la intervención de los responsables de la empresa, el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, ya había adelantado los planes de Campofrío de seguir produciendo en la ciudad. Lacalle ha sido, de hecho, quien ha puesto la fecha de la reapertura en 2016, unos plazos que para Valdés y González, son “sensatos”. Desde el Consistorio, ha continuado Lacalle, ellos se comprometen a poner todo de su parte para “que se pueda construir lo antes posible”. “Hemos recibido el respaldo incondicional del Gobierno y la empresa lo que nos ha transmitido es que se queda en Burgos”, ha declarado Lacalle después de destacar que, para él, “Campofrío es Burgos”.
Según ha informado el regidor en la mañana de este lunes, la planta, de 40.000 metros cuadrados seguirá ardiendo durante los próximos seis días. Los bomberos, de momento, continúan trabajando desde el exterior ya que no pueden entrar en un edificio del que seguía saliendo humo. Hasta que no se hayan extinguido completamente las llamas la Policía no podrá acceder a los lugares donde se originó el fuego para analizar las causas de lo ocurrido. Por tanto, la investigación se prolongará durante al menos una semana.
Los empleados se han reunido esta mañana con el comité de empresa y, a la espera de un nuevo encuentro previsto para las próximas horas, se han concentrado ante el Ayuntamiento de Burgos. No obstante, muchos trabajadores también se han acercado al exterior de la nave situada en el polígono de Villafría tras levantarse el plan de emergencia municipal.
Uno de ellos, Tomás Aparicio, de 59 años y con 41 años trabajando en Campofrío, ha admitido que el incendio “es un palo muy gordo, pero lo importante es que Campofrío se quede en Burgos”. “Hemos pasado toda la crisis y no ha habido ERE. Y en tres horas las llamas se han comido todo este complejo”, ha afirmado con lágrimas en los ojos Marcos Gómez, de 56 años y 42 en la empresa.
Campofrío, con 7.000 empleados en todo el mundo y propiedad de la mexicana Sigma y la china WH desde junio, ha anunciado tras el suceso la cancelación una emisión de bonos por 500 millones. La planta de Burgos era una de sus principales fábricas en España, donde cuenta con un total de nueve factorías. En toda Europa gestiona 27. El grupo, que en 2013 facturó unos 1.900 millones de euros, ya adelantó el domingo en un comunicado que, a falta de una evaluación concreta de las consecuencias, los efectos sobre las instalaciones de la fábrica inaugurada en 1997 son "considerables". Este lunes, sus responsables en España, que han destacado que aún es pronto para saber cómo empezó el fuego y por qué ha sido tan virulento, solo han recordado que la otra factoría costó unos 170 millones de euros.
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