Relevos de alto voltaje en Francia
Los patronos de los cuatro gigantes de la energía cambian en poco más de una semana
En apenas una semana, cuatro grandes empresas del poderoso sector energético francés han cambiado su cúpula o han anunciado el relevo inminente. A las razones luctuosas de la muerte y enfermedad de los máximos responsables de Total y Areva se une un estratégico movimiento en EDF y GDF Suez para encarar la transición energética que prevé Francia y que ha aprobado la Unión Europea. Lo harán con directivas renovadas. Las compañías están obligadas a aumentar sus inversiones en renovables y abrir paso a la competencia que reclaman España y Portugal con un importante aumento de las interconexiones.
La muerte de Christophe de Margerie, de 63 años, en un accidente aéreo en Moscú el lunes 20 de octubre ha obligado a la petrolera Total, la quinta del mundo, a buscar un inmediato recambio. Este ha llegado desde dentro de la compañía, con Patrick Pouyanné.
Su desaparición ha coincidido con relevos más meditados y estratégicos para la política energética francesa. Primero, porque en las otras tres empresas afectadas hay una importante participación del Estado francés (21,7% en Areva, 36,7% en GDF Suez y 84,4% en EDF) y el Ejecutivo francés está empeñado en su programa de transición energética. Segundo, porque las tres deberían acometer profundos cambios para cumplir con ese programa y con los objetivos fijados en el Consejo Europeo de esta semana de reducir en un 40% las emisiones para 2030 y aumentar hasta el 15% las interconexiones para ese mismo año.
Sucesiones y herederos
- TOTAL. El presidente, Christophe de Margerie, falleció en accidente de aviación en el aeropuerto de Vnukovo, en Moscú el 20 de octubre. Su lugar lo ocupará Patrick Pouyanné, hasta ahora vicepresidente y director general de Refinado y Química. como director general. Thierry Desmarest le acompañará como presidente del consejo hasta que, en un año, se retire por razones de edad y deje a Pouyanné, de 51 años, las riendas completas de un grupo que registra unos resultados financieros a la baja, pero que mantiene una sólida estructura con 189.500 millones de euros de cifra de negocios.
- AREVA. Luc Oursel, consejero delegado del gigante de la energía abandona el cargo por motivos de salud. En su lugar, el consejo ha propuesto a Philippe Knoche, director de operaciones. Knoche compartirá el control de la firma con otros dos directivos, a la espera de que su nombramiento sea ratificado en diciembre.
- GDF SUEZ. El consejero delegado, Gérard Mestrallet, al frente de la empresa desde 1995, deberá jubilarse en 2016, cuando cumpla el límite de edad de 67 años. En su lugar deja bien posicionada, ya como segunda, a Isabelle Kosher, ahora directora a cargo de las Finanzas.
- EDF. Henri Proglio abandona la presidencia de la empresa al decidir el Gobierno no renovarle en el cargo. Le sustituirá Jean-Bernard Lévy, ahora al frente del grupo Thales. EDF está en el punto de mira de España y Portugal, que denuncian su situación prácticamente monopolística que dificulta la libre circulación de la electricidad en Europa a través de Francia. Hoy, con 58 reactores, aporta tres cuartos de la energía eléctrica del país.
El baile se inició el 15 de octubre, cuando el presidente francés François Hollande anunció que el patrón de la eléctrica EDF, Henri Proglio, no permanecerá en el puesto. Los resultados de EDF son positivos, si bien mantiene una deuda de 30.600 millones de euros. Pero Proglio es un hombre controvertido. Ya en su anterior puesto al frente de de la Compañía General de Aguas (luego Veolia) era conocido por su tendencia a colocar en la empresa a todos los recomendados de los políticos. En EDF, según un demoledor perfil publicado por Libération esta semana, llegó a contratar a siete hermanos de la exministra Rachida Dati y a ganarse el sobrenombre de “oficina de empleo de los hijos de papá”.
Proglio está, además, considerado como un sarkozista. En su lugar, se situará un hombre próximo a Hollande que ha tenido responsabilidades en gobiernos anteriores. Jean-Bernard Lévy, de 59 años, presidente de la empresa de ingeniería Thales (26,6% de participación del Estado) será a finales de noviembre el nuevo responsable de Electricidad de Francia (EDF).
Según Financial Times, para el ministro de Economía francés, Emmanuel Macron, este cambio era necesario para adaptarse al nuevo marco legislativo nacional que obliga a reducir la dependencia nuclear francesa y a aumentar la capacidad de las energías renovables. En 2025 deberían suponer el 40% de la producción. Además de congelar la capacidad nuclear, se proyecta reducir el consumo de energía a la mitad para 2050. “Sería importante la coordinación de las grandes empresas hacia energías renovables o incluso hacia la nuclear. Se necesita un debate democrático sobre ello”, explica a este periódico Gaël Giraud, investigador del CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica) y autor de El verdadero papel de la energía va a obligar a los economistas a cambiar de dogma. Para Giraud, la renovación que viven las cuatro empresas francesas puede devenir en un gran fracaso si los nuevos directivos “insisten en el modelo tradicional de sus empresas y miran solo a corto plazo”. Será un éxito, considera este investigador, “si entienden la necesidad de hacer esta transición energética”. En el Gobierno se contemplan los relevos como una oportunidad para avanzar en ese camino.
Los resultados financieros no auguran una gestión sencilla para los nuevos administradores de Areva y GDF Suez. La primera, tras varios años de cifras a la baja, ha registrado en el primer semestre del año unas pérdidas netas de 694 millones de euros y desde hace dos años acomete un plan de ahorro de mil millones. Su actual presidente, Luc Oursel, ha anunciado su marcha por motivos de salud y ha designado como posible sucesor a su delfín Philippe Knoche, de 45 años, ingeniero de minas y hasta ahora director general delegado.
GDF Suez también registra resultados financieros a la baja y arrastra un endeudamiento de 26.000 millones. Aunque aquí también se ha pretendido un recambio reposado, la situación parece explosiva. El presidente, Gérard Mestrallet, ha dirimido la guerra interna en el segundo escalón nombrando número dos a Isabelle Kosher, de 47 años, ingeniera de minas que trabajó en el gabinete del exprimer ministro francés socialista Lionel Jospin. En una entrevista publicada por Les Echos esta semana, Mestrallet cree que la crisis de las compañías eléctricas europeas está lejos de solucionarse, apuesta por la mayor competencia y añade: “El precio de la electricidad es dos veces más elevado en Europa que en Estados Unidos y el del gas, tres veces más alto”.
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