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El sector exterior registra un déficit del 0,2% del PIB hasta julio

Cambios estadísticos mejoran en unos 6.000 millones la balanza de 2013

Alejandro Bolaños

En 2013, la economía española marcó un hito en las últimas décadas, al dejar de necesitar recursos para financiar sus intercambios con el resto del mundo, y por tanto de aumentar la deuda externa, que llegó a rondar los 1,8 billones de euros, tras años de acumular gigantescos déficit. Pero, con una recuperación impulsada por el consumo privado (y las importaciones), y el frenazo de la demanda internacional, la corrección de ese desequilibrio, que los expertos consideran vital, no acaba de tomar cuerpo.

Según los datos distribuidos este miércoles por el Banco de España, el saldo de las balanzas por cuenta corriente y de capital acumulado hasta julio registra aún un resultado negativo de 2.579 millones de euros, lo que resulta en una necesidad de financiación del 0,2% del PIB, cuando en los primeros siete meses de 2013, la cuenta arrojaba una capacidad de financiación (superávit) cercana al 1% del PIB.

El déficit exterior acumulado hasta julio se produce pese a que los cambios estadísticos vuelven a jugar a favor de las cuentas españolas, como ocurrió con el producto interior bruto (PIB). El Banco de España introduce en los datos de este mes los nuevos criterios establecidos por el sexto manual del Fondo Monetario Internacional para calcular la balanza de pagos. Eso, y algunos cambios en las fuentes estadísticas que se usan, llevan a revisar al alza el saldo exterior de la economía española.

El supervisor explica que esos cambios, que afectan sobre todo a la estimación de los ingresos y pagos por servicios que no son el turismo,  elevaron el superávit de 2013 en 6.200 millones. Y transformó el leve déficit exterior de 2012 en un saldo positivo. Hasta junio de este año, esos cambios estadísticos, habrían reducido el déficit acumulado en unos 2.000 millones. 

Los cambios estadísticos también afectan a la estimación de la deuda externa bruta y neta, ahora ligeramente mejores que en el cálculo anterior. En junio, la deuda externa de la economía española llega a los 1,67 billones de euros, tras dos trimestres en los que ha vuelto a crecer sobre el cierre de 2013 (1,6 billones). Si a los pasivos españoles se le resta el valor de los activos en el exterior, la posición de inversión internacional arroja en junio un saldo deudor de 998.882 millones, (99% del PIB) por debajo del billón que se estimaba con la metodología y las fuentes estadísticas anteriores. 

En cuanto a los datos de julio, un mes favorable por los ingresos del turismo, el superávit por cuenta corriente en julio de 2014 se situó en 1.400 millones, frente a los 2.200 millones en el mismo mes de 2013. Esta evolución la explica el Banco de España "por el menor superávit de bienes y de servicios. Las estimaciones muestran un incremento de las importaciones de bienes y servicios superior al de las exportaciones (10 % y 5 %, respectivamente)". Por su parte, el superávit de turismo y viajes disminuyó moderadamente.  En conjunto, el saldo agregado de las cuentas corriente y de capital fue positivo (1.500 millones), pero inferior al del mismo mes del año anterior, 2.700 millones.

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