¿Cómo puedo pagar mis recibos habituales?
Lo más habitual es domiciliar las facturas, pero hay otras opciones
Comunidad de vecinos, luz, agua, gas, teléfono fijo, teléfono móvil, banda ancha, impuestos, seguro de coche, seguro de hogar… ¿cuántos de estos recibos llegan al buzón cada mes? Probablemente muchos de ellos si no son todos. Algunos gastos optativos y otros inevitables, sea como fuere, a todos hay que hacerlos frente religiosamente. El gasto medio por hogar en 2013 según el Instituto Nacional de Estadística (INE) fue de 27.098 euros, lo que supone un descenso del 3,7% en relación al año anterior, siendo la partida que tiene que ver con la vivienda, agua, electricidad y combustibles la que más peso tiene (8.964 euros) junto con la de alimentos y bebidas (4.098 euros).
Haciendo caso al dicho popular “cuida de los pequeños gastos, un pequeño agujero hunde un barco”, el pago de todas las facturas en forma y fecha es una obligación adquirida. Por eso qué mejor que saber cómo poder pagar los recibos más habituales que cada hogar tiene.
- Domiciliación de recibos. Es la opción más cómoda para el ciudadano. Se trata de asociar el pago a una cuenta, de modo que en el momento de que llegue el momento de abonarla, la entidad realice el cargo directamente en la cuenta bancaria del cliente. Para que esta opción sea viable, el cliente debe tener una cuenta bancaria que admita la domiciliación de recibos. Es el tipo de cuenta bancaria básica con la que poder operar, entre las que se encuentran por ejemplo la cuenta corriente de la Caixa, o por ejemplo sin dejar de lado la banca online, la cuenta corriente Operativa de Openbank, entre infinidad de muchas otras cuentas.
- Acudir a la sucursal del banco. Puede situarse como la opción más tradicional, basada en que cada vez que llegue el recibo a casa hay que ir a la sucursal bancaria en cuestión y realizar el pago. Es importante saber que el servicio de caja de la oficina bancaria tiene horarios estipulados para realizar esta operación, así como días específicos para ello. Con esta vía es importante llevar un exhaustivo seguimiento de la recepción correcta de todos los recibos, ya que si se produjese un extravío en el correo ordinario, no se podría ir a abonarlo. Esta forma implica una inversión de tiempo todos los meses y por cada factura recibida.
- Correos permite pagar algunos servicios. Es posible que poca gente sepa que a través de Correos es posible realizar el pago de algunos de los recibos. Acudiendo a una oficina de Correos y tan solo identificando el titular del recibo y la cantidad a pagar o presentando el recibo en cuestión, se puede proceder al pago. Esta opción puede ser tomada por cualquier persona durante todo el día de horario de oficina de Correos. Es importante conocer qué empresas están vinculadas a Correos y por lo tanto a las que es posible abonar los recibos a través de la oficina de Correos que nosotros prefiramos.
- En las tiendas u oficinas de la empresa. Algunas empresas contemplan la posibilidad de afrontar el pago del recibo en la propia tienda u oficina. Además el pago online es también una opción con la que abonar el recibo, tan solo es necesario disponer de una tarjeta en la que realizar el cargo del importe.
Todas las opciones son igual de válidas para proceder al cumplimiento del pago por los servicios recibidos. El no proceder al pago trae problemas como la inclusión del titular del servicio en ficheros de morosos, así como recargos en la factura.
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