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Momento dulce para las salidas a Bolsa

Los estrenos en el parqué espabilan y viven el mejor semestre desde 2007

David Fernández
JOHN GUILLEMIN (BLOOMBERG)

Salir a Bolsa es una de las decisiones más trascendentales en la historia de cualquier compañía. Cotizar supone acceder a una enorme ventana de financiación, ofrecer liquidez a los accionistas, reforzar la imagen de marca y ganar un buen puñado de contactos. El acceso al parqué, sin embargo, conlleva también el pago de peajes. Entre ellos, dotarse de una gestión más profesional, cumplir con las exigencias informativas del supervisor de valores, asumir un escrutinio y una presión por parte de los inversores hasta entonces desconocida y, quizás el más importante, arriesgarse a que el mercado tase la compañía por debajo de lo que pensamos que es su precio justo. Además, habrá que correr con unos gastos que no son menores para sufragar las minutas del ejército de actores (banqueros, abogados, fiscalistas, publicitarios...) que intervienen en un proceso, el de colocación de las acciones, que suele durar un periodo mínimo de seis meses.

Poniendo en la balanza todos estos pros y contras, los periodos donde hay un aumento de las ofertas públicas de venta (OPV) suelen coincidir con fases alcistas del mercado caracterizadas por una gran confianza tanto en la oferta (empresarios) como en el lado de la demanda (inversores). Y parece, a juzgar por los datos, que el mercado primario atraviesa un momento dulce, quizás el más dulce en muchos años.

Fuente: elaboración propia
Fuente: elaboración propiaC. AYUSO

En los primeros seis meses de 2014 se realizaron 588 salidas a Bolsa en todo el mundo, según datos recopilados por EY. Estas operaciones captaron fondos por valor de 117.700 millones de dólares (88.500 millones de euros). En el número de estrenos el aumento interanual fue del 60%, mientras que en lo que se refiere al dinero recaudado —la mayor cifra desde 2007— el incremento respecto del primer semestre del pasado año fue del 67%.

“El mercado de OPV es muy fuerte en muchas regiones y sectores y todos los indicadores señalan que esta tendencia es sostenible en el tiempo”, destaca Maria Pinelli, vicepresidenta de EY en el área de mercados en crecimiento. Eso sí, esta experta señala que se están produciendo algunos cambios en el mercado primario. “La valoración de las compañías empieza a sufrir presiones en algunas Bolsas, lo que sugiere que los inversores comienzan a ser más cautos. No están dispuestos a apoyar proyectos sobrevalorados, lo que significa que ahora más que nunca aquellas compañías que quieran acceder al mercado, al margen de acertar con el momento adecuado y de tener una historia de crecimiento como aval, solo atraerán el interés de los inversores si su precio para empezar a cotizar es justo”, avisa Pinelli, para quien la segunda mitad del año las colocaciones, aunque seguirán siendo numerosas, “vivirán un periodo de normalización”.

La mejora de la economía global y un contexto monetario caracterizado todavía por una ingente liquidez han hecho posible que el fenómeno de las OPV durante el primer semestre haya sido muy transversal, afectando a todos los sectores. La mayor actividad se ha producido en el área de salud, donde han debutado en el parqué 103 compañías en todo el mundo, más del doble que en el mismo periodo del año anterior. Otro sector con muchas caras nuevas ha sido el de la tecnología (78 debuts, el doble que hace un año), mientras que las compañías de energía han sido las que más dinero captaron entre enero y junio con la colocación de acciones valoradas en 17.600 millones de dólares.

¿Cuánto cuesta cotizar?

Salir a Bolsa es un proceso largo, intenso, y que acarrea gastos. Los requisitos para cotizar en la Bolsa de Madrid son más o menos fáciles de cumplir. La primera exigencia es que la compañía tenga un capital mínimo de 1,2 millones de euros. Para calcular este mínimo no se tendrá en cuenta la parte del capital de aquellos accionistas que tengan una participación en él igual o superior al 25%.

Otro de los requisitos es la obtención de beneficios en los dos últimos ejercicios o en tres no consecutivos en un periodo de cinco, suficientes para poder repartir un dividendo de al menos el 6% del capital desembolsado, una vez hecha la previsión para el impuesto de sociedades y dotadas las reservas legales y obligatorias correspondientes. En este punto hay una excepción puesto que, según una orden ministerial de 1997, la CNMV podrá eximir de la obligación de tener beneficios en determinadas circunstancias.

Cotizar en el mercado conlleva el pago de unas tasas y cánones a la CNMV, la Bolsa e Iberclear, pero se trata de cantidades muy bajas si se comparan con los principales gastos de una colocación de acciones: las comisiones por asesoramiento legal y, sobre todo, la minuta que se llevan los bancos de inversión por las labores de dirección y aseguramiento de la oferta.

El renacer del mercado primario supone un gran impulso para los bancos de inversión, que hacen su agosto con estas operaciones. Por ejemplo, los gastos conjuntos de algunas de las principales colocaciones de este año en la Bolsa de Madrid (Logista, Hispania, Lar, Axia y Merlin) suman 102 millones de euros.

En el caso de Logista, la última compañía en salir a Bolsa en el mercado continuo, las comisiones que pagó a los bancos de inversión por la dirección y aseguramiento de la oferta ascendieron a 11,4 millones, los gastos por aseguramiento legal se situaron en 2,25 millones y el coste total de la operación sumó 14,5 millones.

A la hora de saber si una OPV es cara o barata no hay que fijarse solo en las comisiones totales, sino en cuánto suponen estas sobre el dinero obtenido con la colocación. En este sentido, las salidas a Bolsa más voluminosas suelen ser también las más baratas. Merlin Properties, por ejemplo, asumió unos gastos de 38,4 millones, el 3% de los 1.250 millones que captó con la colocación. Por su parte, Axia pagó 21 millones, que equivalen al 5,25% de los 400 millones que obtuvo en la venta de títulos.

“La distribución de activos de los inversores institucionales ha vuelto a la renta variable y la llegada de dinero a los fondos ha devuelto el apetito de los gestores por las salidas a Bolsa. Estamos observando una alta demanda de diferentes clases de fondos por las colocaciones. Destaca el interés de los fondos de inversión globales por Europa, debido a la mejor valoración de sus compañías y el mayor potencial de crecimiento de éstas por encontrarse en una fase de la recuperación económica aún más temprana”, apunta Nick Williams, responsable de renta variable en la zona EMEA (Europa, Oriente Próximo y África) de Credit Suisse.

La región que mayor número de OPV tuvo en el semestre fue Asia-Pacífico, con el 43,5% de las colocaciones, seguida del área EMEA (32%), Norteamérica (24%) y Centroamérica y Caribe (0,5%). Una de las sorpresas del semestre fue Europa, donde se vivieron 162 estrenos que captaron 44.500 millones de dólares (un 351% más que en 2013 y la mayor cifra desde 2007).

“Las OPV están volviendo a suscitar interés. Existe una cierta relación entre la evolución de un mercado bursátil y la cantidad de ofertas públicas de acciones; es un vínculo lógico, ya que las empresas quieren colocar sus títulos cuando las condiciones son atractivas”, comenta en una nota a clientes Christoh Riniker, responsable de renta variable de Julius Baer. Este experto aconseja a los inversores que quieran comprar acciones de una compañía que sale a Bolsa que discriminen y no acudan a todas las operaciones. “Si analizamos varios índices de OPV, no vemos patrones claros, y eso nos lleva a la conclusión de que las características de las empresas son más importantes para la evolución de los títulos que el hecho de que se realice una oferta”, argumenta Riniker.

El renovado apetito de las empresas por cotizar ha desatado una lucha entre las principales Bolsas del mundo por captar a los nuevos inquilinos. En el primer semestre del año, el mercado que mayor actividad tuvo fue la Bolsa de Nueva York (New York Stock Exchange), con 60 operaciones que captaron fondos por valor de 20.900 millones de dólares. En segundo lugar se situó la Bolsa de Londres (London Stock Exchange), con 32 OPV que captaron 15.400 millones, y el tercer puesto fue para la Bolsa estadounidense de valores tecnológicos (Nasdaq), con 102 caras nuevas que levantaron 14.100 millones. La competencia entre los mercados a la hora de atraer compañías está provocando que muchas de ellas opten por colocar sus títulos fuera de su mercado local. De hecho, las OPV cross-border representaron el 11% del total en el primer semestre, frente al 8% del mismo periodo de 2013.

“Los inversores están demostrando un gusto muy variado por las salidas a Bolsa. Estamos viendo una tipología muy amplia de colocaciones que van desde compañías tecnológicas con amplio potencial de crecimiento a empresas más maduras con una rentabilidad por dividendo asegurada, algo que gusta mucho en un entorno con tipos de interés tan bajos, pasando por grupos cuya actividad está muy ligada al ciclo económico”, describe Nick Williams.

En el lado de la oferta también se está observando una amplia tipología de vendedores. En el primer semestre hubo colocaciones de títulos de empresas familiares, operaciones lideradas por firmas de capital riesgo que deseaban salir del capital de sus participadas, privatizaciones o incluso la colocación de filiales. “Una nueva tendencia en los procesos de salida a Bolsa, particularmente en Europa, está siendo la presentación de los equipos directivos de las compañías a los inversores en una fase más temprana de la colocación. Esto hace que el proceso sea más sólido y asegura que los potenciales compradores de las acciones entiendan mejor el perfil de la compañía”, según Williams.

En España también se ha producido un claro despertar de las salidas a Bolsa después de una larga travesía por el desierto para el mercado primario. En los seis primeros meses del año se produjeron hasta 11 estrenos, lo que sitúa al mercado español como el tercero más activo de Europa en esta materia, según datos de EY.

“El mercado de salidas a Bolsa se abre cuando hay crecimiento y mayor confianza por parte de los inversores. En España la situación económica ha mejorado y los inversores, principalmente los internacionales, han elevado su apetito por los activos de riesgo. Además, la liquidez se mantiene en niveles históricamente altos y la subida de la Bolsa hace que las valoraciones que ofrece el mercado por las compañías se acerquen a lo que sus propietarios consideran como un precio justo”, explica Ignacio de la Torre, socio de Arcano.

Los estrenos en el parqué español se pueden dividir en tres grupos: por un lado se han producido tres salidas a Bolsa de empresas convencionales (eDreams, Applus Services y Logista), cuatro debuts de sociedades de inversión inmobiliarias o Socimis (Hispania, Lar España, Axia Real Estate, Merlin Properties) y cuatro colocaciones en el Mercado Alternativo Bursátil (Npg Technology, Facehi, Only Apartments y Mercal Inmuebles).

La mayoría de estas operaciones se canalizaron a través de la venta de acciones nuevas (oferta pública de suscripción u OPS), aunque también se desarrollaron tres OPV (accionistas que venden parte de sus títulos), de las que dos fueron protagonizadas por compañías que simultáneamente desarrollaban una ampliación de capital. En total, y teniendo en cuenta solo las OPS, las compañías que debutaron en el parqué español en el primer semestre captaron financiación por valor de más de 2.900 millones. Esta cifra supone un enorme crecimiento si se tiene en cuenta que sumando el dinero recaudado con las salidas a Bolsa durante el primer semestre de los últimos tres años apenas se levantaron 470 millones.

“La mayoría de operaciones tienen varias características comunes: se trata de la colocación de empresas con un tamaño medio/alto y donde el peso de los inversores internacionales ha jugado un papel importante. Otro rasgo compartido es que ninguna salida a Bolsa ha contado con tramo minorista. En el mercado hay tanta liquidez que a los colocadores les ha bastado con la demanda de los grandes fondos. El tramo minorista tiene un riesgo reputacional que nadie ha querido correr”, dice Vidal Israel, socio de Montalbán Atlas Capital.

Los expertos creen que la actividad en el mercado primario español continuará en los próximos meses. De momento, la gran cita para los inversores después del verano será la privatización parcial de Aena. “Los inversores buscan fundamentalmente crecimiento orgánico y buenos dividendos”, señala De la Torre. Ahora bien, las empresas que deseen cotizar deben tener muy claro por qué quieren hacerlo y no basar su decisión solo en un aspecto de oportunidad por el buen momento que vive el mercado. Y es que ya se sabe: no hay viento bueno si no se sabe cuál es el puerto de destino.

En Europa urge potenciar el mercado primario

En Europa también se ha producido una reactivación de las salidas a Bolsa en lo que va de año. Sin embargo, el volumen de estrenos en el mercado primario europeo permanece todavía muy por debajo de la media histórica debido a una serie de trabas estructurales que dificultan el despegue de las ofertas públicas de venta (OPV).

Este problema es aún mayor si se tiene en cuenta que la crisis ha puesto de manifiesto el riesgo que supone para las compañías depender excesivamente del crédito bancario. En este sentido, Europa necesita aumentar el tamaño de su mercado de capitales como vía alternativa de financiación empresarial. En 2013, por ejemplo, la capitalización bursátil europea era solo el 55% del PIB de la Unión Europea, mientras el volumen de préstamos bancarios al sector privado suponía el 104% del PIB. En EE UU, en cambio, esta situación es completamente diferente: el valor en Bolsa de las cotizadas representa el 136% de su economía, mientras el crédito equivale solo al 43%.

En este contexto, tres instituciones (Federación Europea de Bolsas, Europeanissuers y la Asociación Europea de Capital Riesgo) han puesto en marcha un grupo de trabajo formado por 20 expertos para estudiar los problemas del mercado primario europeo y proponer una serie de recomendaciones con el objetivo de potenciar las OPV. “Las salidas a Bolsa son un aspecto crucial en el crecimiento económico. Cuando compañías dinámicas acceden a los mercados de capitales, pueden crecer de forma autónoma y, por lo tanto, crear puestos de trabajo de mayor calidad, contribuir al bienestar de la sociedad, impulsar la innovación y ofrecer nuevas vías para canalizar el ahorro privado”, según Judith Hardt, directora general de la Federación Europea de Bolsas (FESE, por sus siglas en inglés). Hardt hizo estas declaraciones en uno de los paneles de trabajo de la reunión anual de la FESE, que se celebró en junio pasado en Zúrich y a la que fueron invitados por BME varios medios españoles, entre ellos EL PAÍS.

El grupo de expertos que analiza la situación de las OPV en Europa elevará sus conclusiones a la Comisión y al Parlamento Europeo el próximo mes de noviembre. Su punto de vista contribuirá a la iniciativa para promover la inversión a largo plazo en el continente, un debate que comenzó el pasado año con un Libro Verde de la Comisión. EE UU fue pionero en promover iniciativas de este tipo, que llevaron al desarrollo del Jobs Act en 2012 para apoyar a emprendedores y pequeñas empresas.

“La competitividad en Europa depende en gran medida de la fortaleza e innovación de sus pymes. Las compañías europeas comprenden que el papel de los bancos en la financiación de la economía está cambiando, y quieren asegurarse que los mercados de capitales podrán ayudarlas en el futuro”, asegura Susannah Haan, secretaria general de Europeanissuers.

En Europa hay 23 millones de pymes, pero solo 11.000 tienen acceso a los mercados de capitales. Si se facilitan los trámites para salir a Bolsa tendrán la posibilidad de beneficiarse de los cerca de 10 billones de euros que manejan los gestores de los fondos de inversión europeos.

Furor en Wall Street

Sandro Pozzi (Nueva York)

Wall Street vive este año una verdadera ola de estrenos bursátiles, pese a la volatilidad que viven los mercados de acciones. Son cerca de 200 compañías las que han hecho hasta la fecha ofertas para vender acciones al público en el New York Stock Exchange (NYSE) o en el Nasdaq, y van camino de superar en breve los 222 estrenos que se registraron en todo 2013. Junio y julio fueron los meses más activos. Una treintena de empresas cotizadas abandonaron, entre tanto, su intento de saltar al parqué.

Está siendo el mejor año para las OPV desde 2000. Los inversores que apostaron por el fabricante de las cámaras digitales GoPro ven, por ejemplo, cómo sus acciones se aprecian cerca de un 60% (todos los datos bursátiles son hasta el pasado 12 de agosto) con respecto al precio al que se colocaron en junio. La cotización llegó a doblar el valor en solo tres días de cotización. También registran fuertes revalorizaciones las tecnológicas chinas Jumei y JD.com, con un alza del 50% desde la oferta.

El otro gran estreno bursátil del año ha sido el de Weibo, que acumula un repunte del 15%. Es uno de los valores que el mercado sigue con atención antes de que el gigante chino del comercio eléctrico Alibaba finalice todo el papeleo con los reguladores de EE UU para fijar el precio final de su oferta en el NYSE, algo que se espera para septiembre. Será el estreno más importante desde Facebook.

Al margen de los nombres más conocidos, la que registra el mejor rendimiento desde su estreno es la biotecnológica Ultragenyx Pharmaceuticals, con un alza del 350% desde que sus acciones debutaran en el Nasdaq a final de enero. Le sigue Tuniu, con un 170%. La cadena de restaurantes El Pollo Loco y Zendesk suben un 160% y un 135% cada una, mientras que Zoe’s Kitchen casi un 100%.

Las que peor van son Sysorex Global, con una caída del 68% frente al precio de salida fijado en marzo. Viggle y NephroGenex pierden el 60%. No lo llevan mucho mejor Signal Genetics y Semler Scientific, que valen la mitad. También está en negativo Ally Financial. El banco que emergió tras la suspensión de pagos de General Motors pierde un 8%. Y en rojo King Digital, que cae casi un 15%.

Del total de estrenos, hay unas 70 compañías que valen menos de lo que se fijó en la oferta. Es el caso de la filial estadounidense del grupo español Santander, que se deja un 25% desde la OPV. Habrá que ver cómo la retirada de estímulos de la Reserva Federal va a afectar al interés de las compañías por buscar liquidez en los mercados.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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