Los vaqueros más caros, en Angola
El análisis de 200 bienes en más de 210 ciudades sirve de orientación a empleadores y expatriados
Un corte de pelo en Zúrich puede costar hasta 15 veces más que en una ciudad india. Este dato puede ser poco relevante para quienes no tengan el peinado entre sus prioridades, pero enmarcado en un estudio que recoge el precio de 200 bienes y servicios, se transforma en un elemento de una guía en la cual las empresas se basan a la hora de abrir nuevas filiales en el extranjero y a la hora de calcular cuánto le van a pagar a sus empleados expatriados o desplazados por largos periodos. En el estudio sobre el coste de la vida de la consultora estadounidense Mercer, la firma ha elaborado una clasificación que incluye 211 ciudades del mundo en función del dinero necesario para vivir en ellas. Un informe "diseñado", según escriben los propios analistas, "para ayudar a las compañías multinacionales y a los Gobiernos a determinar con mayor equidad las compensaciones para sus trabajadores, independientemente de dónde vivan".
Así que si en Madrid capital el alquiler de un apartamento de dos habitaciones sin amueblar asciende de media a 1.450 euros mensuales, el mismo piso vale más de 5.100 euros en Hong Kong; una entrada de cine para ver una película de estreno cuesta en Londres casi 16 euros, el doble que en Barcelona; un café en Pekín (5,88 euros) es cuatro veces más caro que en Johannesburgo (1,33 euros); y los 41,04 euros necesarios para comprar un par de pantalones vaqueros en Nueva York se convierten en poca cosa a la hora de adquirir la misma prenda en la capital de Angola, Luanda, donde su coste se dispara hasta los 177,95 euros.
La ciudad africana encabeza la clasificación de Mercer, en el que Madrid y Barcelona ocupan, respectivamente, las posiciones 63 y 71. Los pantalones vaqueros, junto con los otros 199 bienes analizados, son uno de los principales motivos que determinan la posición de Luanda. "La importación a Angola de bienes y servicios que en Occidente son de uso diario es tan difícil que los convierte en un lujo", explica Rafael Barrilero, socio de Mercer. A la sobrevaloración de los bienes de consumo se añade el precio prohibitivo de las viviendas: "Encontrar un alojamiento seguro y que responda a los estándares demandados por los expatriados puede ser todo un reto". Barrilero especifica que los precios tan elevados se deben a que "el dinamismo que la industria del petróleo ha dado a la economía angoleña ha disparado los precios en un país que no está preparado para sostener una economía tan improvisadamente pujante, tal y como pasó en Rusia cuando se liberalizó su mercado en los noventa". El resultado es que "la demanda, tanto de bienes como de viviendas, es mucho más alta que la oferta. Y los precios se disparan".
El precio del petróleo y la necesidad de importarlo todo hace que los precios en África se disparen
El crecimiento de la economía angoleña ha provocado un aumento en el número de empresas que abren sus filiales en el país. "Angola, Mozambique y Tanzania están entre los países donde más han aumentado las compañías que requieren nuestros servicios", explica Rossella Encina, socia fundadora de Expact Advisors, una empresa madrileña que ayuda a las grandes multinacionales que abren nuevas oficinas en la recolocación de su personal.
"El gasto más importante es sin duda el alojamiento. En la mayoría de los casos se trata de hotel o apartoteles: en Angola un alquiler mensual puede rozar los 15.000 euros", explica. En Luanda y en el resto de las ciudades analizadas hay, sin embargo, otra variable fundamental en la determinación de los precios: el valor de la moneda y su fluctuación en el mercado internacional de divisas. Su combinación con la variación de la inflación es el principal factor de modificación de los precios. Un informe de Deutsche Bank publicado el pasado mayo explica que "la rupia débil ha hecho que India siga siendo el país más barato entre las grandes economías a pesar de tener la tasa de inflación más elevada", y que "los precios de muchos bienes japoneses han disminuido por la combinación de la debilidad del yen con el efecto de la acumulación de años de deflación".
Asimismo, el informe de Mercer arguye que el hecho de que el dólar se haya mantenido relativamente estable frente a otras divisas, "además de la caída significativa de los precios de ciudades de otras zonas del planeta, ha favorecido el ascenso [en la clasificación] de las ciudades estadounidenses". Así, Los Ángeles ha subido 10 posiciones con respecto a 2013, hasta el puesto 62. Y San Francisco, en el número 74, ha escalado 18 peldaños. Nueva York, la ciudad base del estudio con la que se comparan todas las demás, ha ascendido hasta la posición 16 en 2014 —la más alta de la región—, debido al fuerte aumento de los alquileres de viviendas, que le ha hecho ganar ocho puestos.
De las 10 ciudades más caras para los expatriados, cuatro están en Asia, dos en África y tres en Suiza
El aumento del alquiler debido a la fuerte demanda ha determinado también la subida de Copenhague, Ámsterdam y Fráncfort en una clasificación donde tres de las primeras 10 ciudades son suizas (Zúrich, Ginebra y Berna) y cuatro asiáticas (Hong Kong, Singapur, Tokio, Shanghái). Además de Moscú, que ocupa la novena posición, África, con Luanda y Yamena, la capital de Chad, se ha hecho con los dos primeros puestos, mientras muchas de las principales ciudades latinoamericanas han perdido decenas de posiciones, "debido a la devaluación de sus monedas y a pesar del encarecimiento de bienes y servicios". Managua, la capital de Nicaragua, es una de las urbes más baratas del mundo, en la posición 207, apenas por delante de Karachi, corazón económico de Pakistán y última en la clasificación.
Mientras, las modificaciones del coste de la vida a corto plazo dependen de las relaciones de cambio entre monedas, "normalmente, salvo casos excepcionales de altísima inflación o de derrumbe de precios, el coste de la vida de una ciudad medido en la moneda local cambia gradualmente", explica Gerardo Robledillo, fundador y consejero delegado de Expatistan.com, una empresa cuya página web recoge una amplia base de datos y compara los precios de distintas ciudades. Robledillo, además, confirma que el alquiler "es el factor que más peso tiene en el cálculo final de los componentes que forman estas clasificaciones, en torno a un tercio, dependiendo del criterio con el que se elaboran las distintas tablas clasificatorias".
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